Ayudas y eficacia para el ovino y caprino
Francisco Marcén Bosque
Ex director general de Oviaragón-Grupo Pastores y ex presidente de Interovic
19/05/2020Hace casi dos meses escribía sobre la importancia y la urgencia de medidas para evitar la caída del sector ovino y caprino extensivo, uno de los sectores más sacrificados y de baja rentabilidad según se puede ver en la caída constante de censos y explotaciones, más de un 50% en 15 años. El parón del mercado a partir del COVID-19 podría ser la puntilla para la mayoría de las explotaciones.
Planteaba tres grandes medidas para dar fluidez al mercado evitando el colapso: almacenamiento privado, ayuda al ganadero vía incremento de la reposición disminuyendo la oferta y la promoción del consumo.
Empezando por el almacenamiento privado para congelar, la Comisión Europea ha reaccionado un mes tarde y además no ha escuchado a quienes desde el sector cooperativo e industrial le pedíamos que se permitiese congelar las piezas que más dificultades tienen en el mercado de la carne y no canales enteras o medias, que generan pérdidas muy superiores al depreciarse al congelar piezas nobles como las costillas o las piernas. El resultado es que por el momento solo se ha recibido una solicitud de ayuda comunitaria, porque nadie hace oposiciones a perder.
La medida de ayudas a los ganaderos mediante el apoyo a una mayor reposición para disminuir oferta, que servía también para rejuvenecer la cabaña y la rentabilidad a un año vista, tampoco ha sido escuchada optándose por una ayuda al ganadero que se limita a 100 unidades con un máximo de 1.200 euros, resultado de multiplicar 417 por un coeficiente de 0,24 indicado en el decreto del MAPA.
Este criterio no aligera el mercado y ha enfadado, con razón, a la mayoría de ganaderos que tienen las ovejas como principal ingreso y verán como más de la mitad de sus ovejas quedan excluidas de la ayuda.
Sería importante, y estamos a tiempo, que las comunidades autónomas orienten la concurrencia competitiva a compensar esta discriminación a esos ganaderos más profesionales que se ven discriminados por la limitación citada.
Soy de la opinión que de haber sido eficaz desde primeros de abril, la ayuda al almacenamiento por piezas, y el impulso de la reposición, disminuyendo la oferta un 10%, el precio, lo más agradecido y justo para el productor, hubiese mejorado un 20%, al tratarse de un producto muy sensible.
Esta proporción funciona así, según las estadísticas que dispongo después de 40 años en la cooperativa que he dirigido y solamente falla con perturbaciones ajenas como el cierre temporal de exportaciones, como ha ocurrido con los barcos en algunos periodos, o el cierre del canal Horeca este año. Pero en abril la caída ya se había producido y la mejora hubiese supuesto entre 6 y 10 euros por cordero según categorías, pongamos una media de 8 euros.
Contando que de mediados de marzo a fin de junio se comercializarán cerca de cuatro millones de cabezas, la retirada del mercado de 400.000 habría generado un beneficio al sector para unos 3.600.000 corderos a razón de 8 euros, casi 30 millones de euros, lo que supondría multiplicar las ayudas del MAPA y de la Comisión con un enfoque de las ayudas a la dinamización real del mercado.
Parecerá una hipótesis teórica pero sin duda, aunque no saliese tan redonda, es más incentivador para la profesionalidad del ganadero una mejora del precio que no se consigue con ayudas directas al sacrificio como se planteó en un inicio para una pequeña parte de los corderos, ni con una ayuda horizontal al ganadero, que además de escasa es discriminatoria para los profesionales.
Afortunadamente la exportación ha sido un respiro para sacar animales pesados que se habían acumulado desde marzo. La ayuda del Ministerio de Agricultura para desbloquear el nuevo mercado en Arabia Saudí fue importante y han sido varios barcos con decenas de miles de cabezas que han salido acabando con la ‘libiodependencia’ que había generado importantes problemas algunos años. Ahora tras el inservible modelo de almacenamiento privado, solo cabe rezar para que salga bien la exportación para la gran fiesta del cordero y se evacuen antes de mediados de julio, los corderos de campo y animales pesados que se generen.
Para el mercado interior la promoción ha funcionado, y desde las declaraciones del ministro sensibilizando a la opinión pública sobre nuestro problema, hasta las campañas de Interovic, las denominaciones de origen, IGPs, cooperativas y otras iniciativas, se ha conseguido recuperar el mercado interior compensando en parte la caída del canal Horeca que costará recuperar debido a las restricciones de aforos. La innovación y la promoción deben seguir y conseguir que mucha gente que ha cocinado cordero y nuevas recetas, repita tras descubrir que hay muchas variables que son riquísimas y no salen caras.
Tenemos un sector dinámico que multiplicaría sus esfuerzos si se agrupase más. Hace falta más peso ante las administraciones y planteamientos que no conocen bien los mecanismos del mercado. Estamos en un sector, el de la ganadería extensiva, en peligro de extinción y hacen falta organizaciones más fuertes que colaboren y busquen consensos.
Las cooperativas que apostamos por crear estructura, por la innovación y la diversificación del mercado, y por un servicio semanal a socios y a clientes, hemos tenido estas semanas crecimientos notables en ventas con importantes cadenas de distribución nacionales, compensando así en parte la caída en restauración.
La organización en Cooperativas Agroalimentarias de España, ha solicitado y logrado en parte, cambios en algunas ayudas en positivo, ha empujado la apertura de mercados externos como la citada y ha logrado traer más de 250 esquiladores uruguayos para solucionar el esquileo.
Desde el individualismo y las proclamas en determinadas plataformas no se conseguirán grandes cosas. Yendo solos se corre a veces mucho, pero acompañados, con profesionalidad y honestidad, se llega mucho más lejos.