Productores y cooperativas europeas piden medidas por la caída de los mercados ganaderos

El sector del vacuno europeo ha sido uno de los afectados por la crisis sanitaria del COVID-19.
Tras el brote y la propagación del COVID-19, así como las medidas posteriores para contenerlo adoptadas por los gobiernos, la mayoría de los servicios alimentarios en el continente se han visto obligados a cerrar de forma repentina, y esto, a su vez, ha perjudicado sobremanera a los proveedores de estos servicios, en el sector agrícola en su totalidad.
El Copa-Cogeca, organización que reúne a productores y cooperativas de toda Europea, ha recopilado datos proporcionados por sus miembros que muestran el impacto que está teniendo la crisis del COVID-19 en los sectores de la carne de vacuno, de ovino y de caprino, y de los productos lácteos, sobre la base de los cuales se han redactado cartas que se han enviado a la Comisión Europea en las que se pide que se establezcan medidas específicas y que éstas se financien con fondos ajenos al presupuesto de la PAC.
“En estos tiempos tan difíciles para todos, el sector agrícola sigue garantizando la seguridad alimentaria de todos los ciudadanos de la UE, al tiempo que se enfrenta actualmente a circunstancias sin precedentes provocadas por factores externos a la agricultura. Si bien reconocemos los esfuerzos de la Comisión Europea y de los Estados miembros para asegurar el buen funcionamiento del mercado interior, reiteramos la necesidad de adoptar medidas de mercado adicionales que se adecúen el sector ganadero, incluidas medidas extraordinarias que estén financiadas por fondos que no sean aquellos dentro del presupuesto de la PAC”, señala Pekka Pesonen, secretario general del Copa-Cogeca.