Jaime Hernani, director general de Agragex
Jaime Hernani es un hombre sin pelos en la lengua. Con un carácter afable y trabajador incansable lleva 32 años en Agragex luchando por la internacionalización de las empresas del sector agropecuario. Cuando en 2018 se cumple el 40 aniversario de la asociación, desde Feria de Zaragoza se ha tomado la acertada decisión de nombrarlo presidente del comité organizador de FIMA 2018, un premio a todas aquellas empresas que en algún momento decidieron dirigir su mirada fuera de nuestras fronteras.
2016 se cerró con un pequeño repunte en las exportaciones españolas en el sector primario. ¿Qué balance se hace desde Agragex?
El pasado año fue extraño, con un primer semestre muy positivo y una segunda parte del año en el que cerramos varios meses consecutivos a la baja. El tirón final del mes de diciembre permitió finalmente equilibrar los números, con un crecimiento de las exportaciones del 2,95% a nivel de sector y de dos décimas más si nos circunscribimos solo a las empresas asociadas a Agragex. Teniendo en cuenta que dos terceras partes de lo que exportamos va a Europa, con Francia como primer mercado, es entendible que las cifras no sean buenas.
¿Francia es el principal causante del descenso de nuestras exportaciones?
Ya en 2014 padecimos una caída del 31% en mercado galo, unos 120 M€, un montante que aún no hemos recuperado. Hasta que no quede definido definitivamente el mapa político, Francia va a seguir a la espera. La importancia del sector primario para su economía se demuestra en que el presidente del Estado inaugura las principales ferias del sector, algo inimaginable en España.
Lo que ocurre en Francia es que aguantó gracias a su potencia los primeros años de la crisis, en los que España se hundió. Pero esa solidez empezó a mostrar sus debilidades en 2014 y se confirmó en 2015. Además se cortaron las subvenciones y cuando se produjo la promesa de recuperarlas se paró el mercado provisionalmente. Como curiosidad decir que desde Francia empezaban a considerar el mercado español como su mercado de tractores usados, y ahora contamos con empresas en Agragex que están ganando dinero vendiendo maquinaria usada a Francia.
En el resto de países de nuestro entorno la situación tampoco es mucho mejor. Las incertidumbres son tan grandes, económica y políticamente, que el sector se resiente. Tenemos el caso del Reino Unido con el Brexit, los países del Magreb con una gran desestabilización, y Turquía, que se había convertido en una gran alternativa en el sector de frutas y hortalizas, con graves problemas internos tras el intento fallido de golpe de Estado. En la otra cara de la moneda podemos situar el mercado asiático, quizás la zona más estable en estos últimos años.
¿Entre todos los sectores cuáles se han comportado mejor?
El sector ganadero ha crecido de una forma espectacular, convirtiéndose en el que más exporta con diferencia. Uno de los principales motivos es la gran actividad de promoción llevada a cabo principalmente por las empresas de sanidad y nutrición animal. Desde Agragex organizamos ferias por todo el mundo y su presencia es constante en la mayoría de ellas.
En cambio, el sector histórico la maquinaria agrícola ha pasado a ocupar el puesto de cola entre los sectores de Agragex…
Es el resultado de la evolución lógica de unos últimos años marcados por la concentración empresarial. Grandes empresas siguen uniéndose creando auténticos gigantes de la fabricación de maquinaria agrícola. La única forma de que nuestras pequeñas y medianas empresas puedan hacerles frente y sobrevivir es la especialización, y a la vez una estrecha colaboración entre ellas para mejorar sinergias, reducir costes y ser más competitivos. La realidad es que si Agragrex se llega a quedar solo con la maquinaria agrícola como hace 20 años, hoy ya no existiríamos.
Agragex está presente en multitud de ferias en todo el mundo y además aprovecha citas como FIMA o FIGAN para poder realizar misiones comerciales. ¿La respuesta es positiva?
¿Continúa su visión crítica sobre el papel de la Administración a la hora de ayudar a la promoción exterior?
Hasta la crisis del 2008 había dinero y criterio, pero a raíz del cataclismo de aquel año se acabó todo. El presupuesto de este año es el 12% del que tuvimos aquel año, es decir, un descenso del 88% de los fondos destinados por la Administración a la internacional del sector agropecuario. A nivel autonómico todas las administraciones también anularon las ayudas, excepto el País Vasco, que consideró que la promoción exterior era un elemento intocable en su lista de prioridades.
En este país no se da la importancia que tiene al sector de bienes de equipo y maquinaria, y solo se habla de las empresas automovilísticas y de las grandes multinacionales. Nosotros también queremos un plan de financiación como el PIVE, y no solo aplicado al tractor, sino para la renovación de todo el parque de maquinaria agrícola. Con solo 100 millones de euros tendríamos suficiente para impulsar la internacionalización de todas las empresas del sector.
En 2018 Agragex cumple 40 años. ¿Qué significa para la asociación que se le haya escogido como presidente del comité organizador de la próxima FIMA?
Llegar a cumplir cuatro décadas y no haber desaparecido por el camino tiene cierto mérito. Actualmente contamos con 109 empresas asociadas y consideramos en su día que estaría bien que se nos concediese la presidencia del comité organizador. La experiencia de Agragex acudiendo a decenas de ferias cada año, entre ellas los grandes salones internacionales de referencia, hace que podamos aportar a FIMA nuestro granito de arena. Para empezar hemos de mejorar la sectorización de la feria, factor que ha permitido el éxito de salones como EIMA. El ejemplo más claro es el caso del sector del riego, que ha de volver con fuerza a FIMA, y el de los componentes. Por otro lado, hemos de luchar para que algunas compañías asiáticas dejen de invadir nuestras ferias haciendo la competencia desleal a nuestras empresas.
Tras 32 años viviendo el día a día de Agragex, ¿qué considera que queda aún por hacer?
Desde que comenzó a caer el ICEX en 2008 nos dimos cuenta que nuestro modelo no podía ir asociado a las subvenciones. Siempre hemos dado un buen servicio, pero nuestra misión a lo largo de estos años ha sido ofrecer más servicio y ofertas a las empresas. Un buen ejemplo son los servicios personalizados para nuestros socios, para los cuales somos capaces de organizar eventos exclusivos en cualquier parte del mundo. Otra opción son los stands conjuntos para que las empresas puedan acudir a ferias internacionales sin realizar grandes inversiones, e incluso con un servicio de atención del stand por parte de personal de Agragex en el caso de que no pueda asistir. Desde la asociación pretendemos en definitiva facilitar y abaratar que nuestras empresas puedan tener una presencia exterior. Y por otro lado, nos gustaría seguir sumando asociados porque es la única forma que tenemos para ser más fuertes y poder presionar más a la Administración en los temas vitales para nuestras empresas.