Entrevista a Antonio Cassanyé, gerente de Gescaser

La Granja Cassanyé, gestionada por la empresa leridana Gescaser, recibió el pasado 22 de noviembre el Premio Porc d’Or con Diamante, el máximo galardón que conceden estos premios, que organizan el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (Irta) y el Departamento de Agricultura de la Generalitat de Catalunya. Antonio Cassanyé, gerente de la compañía, analiza en esta entrevista las claves por las cuales la granja se ha hecho merecedora de tal distinción.

Fue una gran alegría. Estamos muy orgullosos porque es el reconocimiento al trabajo realizado a lo largo de los años. Creo que ofrecemos una buena imagen y damos muestra de cómo trabajamos y de la seriedad con la que lo hacemos. Además, nos servirá para seguir evolucionando dentro del sector porcino y será un impulso, una motivación y un estímulo para seguir produciendo con el mismo ímpetu que hasta ahora o incluso más.

En 2012 obtuvimos los mayores resultados productivos desde el inicio de la actividad en el año 1977. Estábamos nominados a los tres premios en nuestra categoría y fuimos premiados en dos, ya que el jurado consideró que había un gran equilibrio en los tres índices productivos, y por ello merecedores del galardón. Además, en los últimos años siempre hemos estado recibiendo premios en algunos de los índices premiados, lo que evidencia la continuidad en nuestro trabajo a lo largo de los años. Aparte de los índices, la explotación ha sufrido en pocos años cambios importantes en cuanto a innovación y desarrollo.

Desde el año 2006 se han empezado a implantar sistemas de alimentación líquida en la explotación, con la consecuente implantación tecnológica y adaptación del manejo y formación del personal a la nueva situación.

En general, en todas las explotaciones de producción de lechones, la estructura de la granja y las tareas a realizar son las mismas. Las diferencias que puede haber entre las granjas nominadas son mínimas. Las pequeñas diferencias pueden venir marcadas principalmente por el manejo de los animales, de las instalaciones y del estado sanitario de los animales de la explotación. En el año 2012 conseguimos ensamblar todos estos factores para conseguir unos resultados muy buenos.

Desde 2002 sabíamos que durante el año 2012 debíamos tener adaptada la explotación a la Ley de Bienestar animal. En primer lugar creíamos que sería una dificultad más para la producción, pero con el paso del tiempo y después de pequeñas experiencias que hemos estado realizando, vemos que es una oportunidad para la mejora del estado de los animales, la mejora de eficiencia productiva y una mejora muy importante de la imagen de las granjas porcinas a la población consumidora.

Sí, la innovación y desarrollo es importante para nuestra empresa, y creo personalmente que se debe ir mejorando día a día. De hecho, con la normativa legislativa a aplicar actualmente las empresas ganaderas porcinas han sufrido una gran transformación. Un ejemplo de ello es la aplicación de la Ley de Bienestar de los animales, que ha supuesto grandes inversiones en reforma de las explotaciones y diseños en estructura de granjas diferentes a lo que estábamos acostumbrados.

La gestión de las deyecciones ganaderas, que en zonas de alta concentración de animales, la base agraria para la aplicación de los purines queda muy limitada, con la consecuente limitación en la ampliación de las explotaciones. Ello nos lleva a mejorar la eficiencia de los alimentos mediante dietas muy ajustadas a las necesidades de los animales, consiguiendo así importantes reducciones de excreción de nitrógeno por parte del animal, lo que acarrea una mejora en gestión medioambiental por parte de las empresas productoras.

En cuanto al diseño de las instalaciones todas las naves disponen de climatización individualizada controlada por un PC, desde el que se determinan las condiciones climáticas ajustadas para los animales alojados (calefacción, refrigeración y ventilación). En cuanto a la alimentación, además del ajuste de las dietas para cada tipo de animal, la explotación dispone de sistemas de alimentación líquida. En lo que respecta a la gestión del medio ambiente, la empresa está probando un método de reducción de nitrógeno de los purines mediante un sistema de nitrificación-desnitrificación.

El compromiso con el medio ambiente

En los últimos años Gescaser ha acometido grandes innovaciones y mejoras en la gestión medioambiental. En primer lugar, la gestión de los purines va muy ligada a la eficiencia digestiva de los alimentos por parte de los animales, dando grandes resultados en la reducción de nitrógeno. “Revisamos cada mes las fórmulas para realizar las dietas de los animales”, apunta en este sentido Cassanyé. El incremento del precio de las materias primas ha hecho que las empresas de genética “hayan mejorado mucho” los animales en cuanto al aprovechamiento de los alimentos. Por otra parte, la empresa cuenta con un sistema en pruebas de reducción de nitrógeno de los purines, para poder reducir la superficie agraria para la aplicación de los purines. En este sentido, la compañía, junto con otras empresas ganaderas, ha construido una planta de tratamiento de purines mediante la producción de biogás con el posterior tratamiento de la fracción líquida para eliminar el nitrógeno. En cuanto al resto de los residuos generados en la explotación, la empresa dispone de contratos con empresas de gestión específicos (subproductos animales, residuos medicamentosos…). “Con todo ello creo que nuestra empresa está muy involucrada en la buena gestión medioambiental”, afirma el gerente de Gescaser.

Sí, una de las mejoras tecnológicas implementadas en la explotación fue la substitución de la alimentación en seco por sistemas de alimentación en líquido. Estos sistemas de alimentación constan de una “cocina” (tanque de mezcla de ingredientes alimenticios) donde se introducen los diferentes ingredientes (pienso, subproductos, agua…) para realizar las raciones de los animales. También consta de unos circuitos de tuberías que conectan la cocina con las tolvas de los animales. Los alimentos líquidos se bombean a través de las tuberías y se van alimentando los animales mediante unas válvulas en las tuberías.

En primer lugar introducimos un sistema de alimentación controlado por un PC que monitoriza individualmente el consumo de los animales en zona de lactación y en grupo de 11 cerdas en la zona de gestación. Eso significa que siempre sabemos el consumo de cada cerda y se puede ajustar de manera muy específica la curva de alimentación para cada tipo de cerda en cada momento del año que nos encontramos. Otra de las ventajas es que al alimentar en líquido a las cerdas en lactación se incrementa el consumo de alimento y de agua en esta fase, si lo comparamos en alimentación en seco (siempre en referencia a esta explotación en concreto). Con ello se incrementa el peso del lechón al destete y la producción de los siguientes ciclos de las cerdas.

Se optimiza la eficiencia alimenticia cuando se implementan productos fermentados en la dieta, ya que en este sistema de alimentación se pueden introducir subproductos salientes de la industria alimentaria, tales como suero de leche y levadura de cerveza, entre otros, que se adaptan perfectamente a la dieta de los animales y ayudan a la mejora del coste de alimentación. Por otra parte, como con cualquier implementación tecnológica, tiene sus desventajas.

Obliga a contar con personal de alta calificación para el manejo de estos sistemas de alimentación, a estar preparado para la solución de las averías con un buen soporte de mantenimiento ya tener un buen asesoramiento en formulación de dietas para los animales. En nuestro caso, disponemos de una red de conexión a Internet para estar conectados remotamente a los sistemas de alimentación desde cualquier parte del territorio en caso de averías y alarmas.

No creo que haya falta de apoyo de las administraciones, al menos en la zona de Lleida donde estamos ubicados, pero sí creo que se puede mejorar la coordinación entre las empresas y la Administración. Hoy por hoy, pienso que el sector porcino está evolucionando muy deprisa y muy bien, con grandes innovaciones y muchas mejoras en diseño de explotaciones y gestión del medio ambiente por parte de las empresas. Así, creo que las Administraciones deben estar a la altura de esta evolución, dando respuestas rápidas y fáciles para no frenar dicha evolución. Tanto los ganaderos como la Administración debemos ir cogidos de la mano para afrontar los retos que nos presenta el sector.

Particularmente, mis perspectivas de futuro son la total implantación de los sistemas de alimentación a todas las fases de producción del ganado, con el uso de materias primas y subproductos fermentados. El precio de las materias primas condiciona mucho la rentabilidad de las granjas y con ello avanzaremos en la reducción de costes de alimentación. No sabemos si ampliaremos el censo de cerdas de la explotación, pero sí queremos mejorar la gestión de los animales en nuestras instalaciones con la mejora del diseño de éstas con las reformas correspondientes. Nuestro objetivo es mejorar la producción y la eficiencia de los animales.

Esperamos que la evolución del sector sea como la que estamos viendo los últimos años, que las perspectivas de venta de animales a sacrificio sean buenas y a buen precio. Por otra parte, parece que la tendencia de los precios de las materias primas es a la baja, hecho que mejoraría la rentabilidad del negocio. De todas maneras, la evolución de estos aspectos no está en nuestras manos, así que donde sí podemos mejorar es dentro de nuestras explotaciones, produciendo carne de alta calidad y de alta seguridad alimenticia con los costes más ajustados.