In memoriam: Jesús Tenías Longas
Tenemos la necesidad de enviarte este último escrito, en el que queremos expresar todo lo que llevamos dentro, dado lo importante que has sido para nosotros. Toda la vida te hemos considerado nuestro amigo, aunque en momentos puntuales tu profesionalidad debía de anteponer el liderazgo en las cuestiones empresariales. ¡Qué recuerdos te llevas contigo! Huérfano desde la infancia en circunstancias especialmente trágicas en los difíciles años treinta, iniciando una intensa lucha por sobrevivir junto con todos tus hermanos, Luis, Juan, Gregorio y José, que con duros sacrificios conseguisteis entre todos superar. Luego has tenido que afrontar la desaparición de todos ellos a los que tan unido estabas, siendo tú el último de una saga irrepetible. Posteriormente, después de aprender el honorable oficio de herrería en diversos talleres de Ejea, pueblo al que tanto has querido, tomaste junto con tus hermanos Gregorio y José la decisión empresarial más importante de tu vida, la creación de un pequeño taller de reparación de maquinaria agrícola, en el año 1956, que posteriormente, ha llegado a ser lo que actualmente contemplamos, Tenias, una de las fábricas de maquinaria agrícola de más reconocido prestigio dentro del mercado nacional e internacional, con distribuidores en varios países del mundo, y que tanto ha contribuido a la dinamización de nuestro pueblo.
Nada es por casualidad. De la misma forma que has colaborado en la puesta en marcha de diversas iniciativas empresariales, como siempre todas muy positivas para nuestro entorno. Has sido siempre un ejeano orgulloso de serlo, y ello lo has trasladado allá donde has estado, con ese peculiar acento aragonés tuyo, del que estabas orgulloso y que tanto te gustaba potenciar. Estos últimos años te hemos visto pasear despacio por la calle, unos pensarán que hacia la nada, nosotros sabemos que siempre hacia algo, a tu empresa, a ver la evolución, y a proseguir con tus buenos consejos a tus hijos y sobrinos que seguro son dignos sucesores. Dicen que una persona desaparece cuando lo hace su recuerdo. Desde luego, tú tardarás mucho en desaparecer de la memoria colectiva.
Un último adiós de éstos tus amigos,
Valentín Domínguez y Alfonso Tajada