“Si creamos los foros que incentiven la participación de los sectores ganaderos, industriales y comerciales, la feria será punto de encuentro obligado”

Desde luego, la situación económica actual se va a notar en esta edición, seguramente con mayor repercusión en el sector industrial. En cuanto al sector ganadero, la cifra de animales puede ser muy similar a la de años anteriores e incluso se podría superar, ya que algunas razas han quedado desiertas en subastas de otras ferias, por lo seguramente acudirán a Zafra con el objetivo de vender. En el sector de la maquinaria esperamos una exposición similar a las convocatorias anteriores aunque después el volumen de ventas sea distinto.

La crisis económica afecta a todos los sectores, pero hay algunos subsectores ganaderos, como el porcino, que con anterioridad a la crisis financiera ya padecían su propia crisis, por lo que el problema se agrava aún más. Esto puede afectar en el hecho que se lleven a cabo un menor número de transacciones. Algo que deben tener en cuenta los Órganos Directivos de la Feria para apoyar, en la medida de nuestras posibilidades, a todos aquellos ganaderos que traen sus animales para concursar, participar en subastas o simplemente para su exposición, aunque debe primar siempre la calidad.

Debemos ser realistas. Cada año es más costoso, para un ganadero, exhibir sus animales en una feria, sea la de Zafra o cualquier otra. Por ello, debemos estar alerta y potenciar, actualmente se hace, los concursos ganaderos. Para un ganadero participar y llevarse un premio en la Feria Internacional Ganadera de Zafra es muy significativo: dice mucho a su favor como profesional. Es decir, llevarse de Zafra un reconocimiento a su ganadería es un aval y un marchamo de calidad que le sirve para futuras comercializaciones de ganado selecto. Sinceramente, creo que si ponemos el empeño adecuado estos certámenes ganaderos seguirán existiendo en un futuro.

Creo que no. La feria es fundamentalmente ganadera y agrícola, lo que incluye a toda la industria agroganadera y las empresas comercializadoras de productos agrícolas y ganaderos. Lo que ocurre es que al amparo de la ganadería, de la maquinaria agrícola y del sector agroindustrial hay otros sectores que tratan de hacer su feria. Todo esto es lo que hace que la Feria de Zafra sea diferente a otros muchos certámenes feriales que existen en el territorio nacional, y de ahí el éxito de público. Dicho de otra forma, dentro de la FIG hay diferentes ferias, tantas como sectores de población nos visitan cada año.

Soy consciente de los tiempos que nos han tocado vivir, pero la feria necesita realizar una profunda reforma para tratar de sectorizarla, de forma idónea. Aunque todas las reformas o mejoras estructurales que se lleven a cabo se deben aprobar por los Órganos de Gobierno. En mi opinión, hay que replantear la estructura del pabellón cárnico, es decir, el que se halla enfrente del Pabellón Central y construir uno nuevo de suficiente capacidad. El nuevo pabellón serviría para albergar todo aquel sector que viene a vender directamente al consumidor, o sea, aquellos feriantes que no son expositores. Con estas dos obras creo que la feria se adecuaría a exigencias futuras.

Soy optimista con respecto a nuestra feria. Creo que si aquí creamos los foros adecuados para incentivar la participación de todos los sectores ganaderos, industriales y comerciales para que expongan sus puntos de vista, la Feria de Zafra seguirá siendo un punto de encuentro obligado cada año. Y repetirán, una edición tras otra, los profesionales y, en consecuencia, también el público en general.