Frente a los excesos, esta navidad frutas y hortalizas
Las fechas navideñas nos animan a reunirnos en torno a la mesa con nuestros seres queridos, pasamos largas veladas compartiendo suculentos platos y disfrutamos del final de las reuniones brindando por el nuevo año. En definitiva, la Navidad se asocia cada vez más con los excesos alimenticios, donde las grasas y los azúcares se convierten en los reyes de la mesa como menús abundantes, acompañados de alimentos muy grasos, salsas y teñidos con el vino y las bebidas azucaradas, sin olvidar los imprescindibles dulces navideños y los cafés o infusiones que nos ayudan a sobrellevar las largas noches de fiesta.
Consecuencia de todo ello, es que dejamos de lado la preocupación por una alimentación equilibrada y aprovechamos la excusa de las fiestas navideñas para consumir alimentos que excluimos de nuestra alimentación diaria y que cada vez se hace más habitual durante las navidades.
Evidentemente, estos excesos navideños no tardan en pasarnos factura, porque en una sola noche somos capaces de ingerir el 100% de nuestras necesidades nutricionales diarias e ingerir gran cantidad de grasas, proteínas y azúcares que nuestro cuerpo digiere con mucha dificultad. Como resultado, nuestro estómago sufre las consecuencias con gases, acidez, reflujo, pesadez o indigestión; el azúcar en sangre sufre variaciones importantes, y los niveles de colesterol y otras grasas se disparan, aunque habitualmente tengamos índices equilibrados, tiene el exceso de energía en la dieta.
Conscientes de la dificultad para resistirse a los exquisitos menús de estas fechas, la Asociación ‘5 al día’ ofrece algunos trucos con el objeto de paliar en lo posible las molestas indigestiones, basándose sobre todo en la preparación de menús más saludables, pero no por ello menos sabrosos y navideños.
El exceso de grasas, carnes, alcohol y azúcares de los menús navideños superan a nuestro sistema digestivo, a veces unas verduras horneadas, hervidas, a la plancha o salteadas pueden ser la mejor opción para acompañar los asados navideños, es decir, llevando una cocina sana y ligera. La decoración e imaginación para tus platos puede ser de gran ayuda, si acompañas las carnes con ensaladas de brotes tiernos, ya sea lechugas variadas, escarola, endibia, rúcula, berros, canónigos, etc. además de añadir colorido y presentación al plato, no lo sobrecargarás de calorías, facilitando así la digestión. No debemos abusar de las salsas y podemos optar por las frutas para nuestros postres, como la piña, la papaya, las bayas u otras muchas que podemos encontrar en el mercado, estas darán colorido a tu mesa y que además, incorporan minerales, fibra y antioxidantes naturales. Tampoco hay que renunciar a los exquisitos manjares navideños, pero podemos limitar su consumo a los días señalados. También es recomendable evitar las bebidas alcohólicas, al día siguiente te sentará bien beber abundantes líquidos como agua y zumo de frutas frescas.
La fibra se puede convertir en tu mejor aliado, como las hortalizas, frutas y alimentos integrales, son más saciantes y te ayudan a controlar la cantidad de alimentos que comes, y por último, debemos darle tiempo a la digestión, no conviene irse a la cama poco después de cenar, ya que la digestión es más lenta y puede provocar pesadez y en ocasiones acidez. Lo mejor es dejar pasar de dos a tres horas antes de acostarse.
Y recuerda que disfrutar de la comida no está reñido con cuidar nuestra salud y, mucho menos, con dejar de lado, aunque sea por unos días, las frutas y las hortalizas frescas. Y es que la alegría de las fiestas no debe descuidar nuestra alimentación, ya que la salud, sin lugar a dudas, es el mejor regalo.