Cien años aportando luz a la sociedad española
El 26 de febrero, Osram, una de las principales referencias mundiales en soluciones de iluminación, ha celebrado su primer centenario en España, cien años marcados por una constante apuesta por la innovación que ha permitido a la sociedad española desarrollarse y contar siempre con los productos de iluminación más avanzados del mercado. Para celebrar este hito histórico, la filial española ha organizado una rueda de prensa en sus instalaciones de Tres Cantos (Madrid) para hacer también partícipe de esta celebración a los representantes de la prensa técnica.
“En primer lugar, queremos agradecer a nuestros clientes, colaboradores, amigos, medios de comunicación y en general, a toda la sociedad española, la confianza que han depositado en Osram a lo largo de estos últimos cien años. A todos ellos siempre les hemos intentado corresponder con lo mejor que sabemos hacer, con la ‘luz’, porque como dice nuestro lema, ‘luz es Osram’”. Con estas palabras de agradecimiento iniciaba su intervención en la rueda de prensa Cristóbal Ripoll, director general de Osram en España, una compañía que ya puede presumir de contar con más de cien años de presencia directa en el mercado español.
De izquierda a derecha: Alfonso Canorea, director comercial de Osram en España, Cristóbal Ripoll, director general, y Antonio de Oliveira Pedro, director financiero.
La marca Osram nació en 1906 en Alemania y fue registrada en la Deutsche Gasglühlicht-Anstalt con el número 86.924. Su nombre se creó a partir de los dos materiales que se necesitaban en la época para producir los filamentos: inicialmente Osmium y posteriormente Wolfram (o tungsteno como se le conoce en la actualidad).
Existen periódicos en España fechados en 1908 donde aparecen anuncios de productos de iluminación Osram, en los que ya se fomentaban valores aún hoy muy apreciados en el mercado como es la eficiencia energética. La compañía contó primeramente con un concesionario para España y Portugal llamado León Ornstein, en Madrid, hasta que el 26 de febrero de 1914 constituyó su propia filial bajo el nombre de ‘Fábrica de Lámparas de Filamento Metálico’.
Entre los retos que se marcó para esta etapa inicial se encontraba la construcción en España de una fábrica de lámparas de filamento metálico, la creación de una estructura administrativa, la constitución de una plantilla propia y el afianzamiento de su marca en el mercado español. Para la construcción de la fábrica se eligió Madrid, concretamente una ubicación entre las calles Fray Luis de León y el Paseo de Santa María de la Cabeza, óptimo a nivel logístico para conectar con las estaciones de Delicias y Atocha. El arquitecto de la fábrica fue Alberto de Palacio y Elissague, autor también de obras insignes en la capital como el Palacio de Cristal o la Estación de Atocha, y se contó igualmente para este diseño con la colaboración de Francisco Borrás.
En octubre de 1920 tiene lugar otro hecho destacado en la historia de la empresa, al cambiar su denominación social por la de ‘Osram Fábrica de Lámparas, S.A.’ Bajo el nuevo nombre mantuvo un sólido desarrollo, hasta contar en 1936 con cerca de 500 empleados. La ampliación de capital que tuvo lugar en 1928 le permitió realizar una profunda renovación de su maquinaria. Innovaciones como la lámpara Bilux, responsable de poder tener luces cortas y largas en nuestros coches, datan de esos años 20.
Con la irrupción de la Guerra Civil en España, que coincidió en año con la presentación mundial de la primera lámpara fluorescente, la directiva de la compañía se ve obligada a trasladarse a San Sebastián y cerca de allí, concretamente en Maliaño (Cantabria), conocen las instalaciones que posteriormente se convertirían en una nueva fábrica de lámparas de Osram.
En 1948, y a raíz de la II Guerra Mundial, tiene lugar otro acontecimiento que marcará la evolución de Osram. El 23 de abril de ese año, entraba en vigor en España la Ley de Expropiaciones de Participaciones Extranjeras de Bienes Españoles por causa de Seguridad Nacional. La entrega de la compañía al director Martín Arrúe suponía una garantía de continuidad para su actividad.
Osram siguió su línea de crecimiento en España, abriendo en 1964 su nuevo edificio de fluorescencia, promocionando su marca a través de luminosos en sitios estratégicos (como por ejemplo la Puerta del Sol de Madrid) y poniendo en el mercado innovadores productos que revolucionaron el mercado (incluido el cinematográfico, con las oscarizadas lámparas XBO y HMI).
De la importancia que históricamente ha dado Osram a la innovación dan buena muestra hechos como que en 1973, es decir hace más de cuarenta años, abriera ya su primera planta de producción de LED en Regensburg; el lanzamiento en 1978 de Quicktronic, el primer paso para incorporar la electrónica al mundo de la iluminación; o la presentación en 1985 de las lámparas de bajo consumo Dulux EL. Esta apuesta por la innovación le permitió igualmente estar presente, con sus soluciones, en acontecimientos muy destacados en la historia de España, como los Juegos Olímpicos de 1992 o la Expo de Sevilla del mismo año.
En 1993, Osram abrió en Torrejón de Ardoz (Madrid) un almacén que desde sus inicios se ha caracterizado por un alto valor tecnológico. La robotización de estas instalaciones le ha permitido agilizar sus entregas y optimizar los tiempos.
Los últimos años de la compañía, sin olvidar nunca su vocación innovadora, han estado marcados por cambios estratégicos que no sólo han influido en la imagen corporativa de Osram (en el logo, la bombilla, por ejemplo, pasó de estar boca abajo a estarlo boca arriba) sino también en la propia estructura del Grupo, al adquirir diferentes empresas con las que ha incidido en su objetivo de dar una solución integral al cliente.
Uno de los últimos hitos históricos de Osram fue su salida a Bolsa el 8 de julio de 2013, lo que la ha permitido aumentar su capital social para hacer frente a los nuevos retos del mercado.
“Los factores que han hecho posible que Osram perdure en el tiempo son, en primer lugar, sus valores, unos valores que se han transmitido de generación en generación y que incluyen la innovación, el espíritu emprendedor, el respeto y la pasión por la luz. Además, ha demostrado una gran capacidad de adaptación al cambio, estando siempre cercana al cliente. Y todo ello sin descuidar los factores internos y las promesas de la marca: innovación y calidad”, afirma Cristóbal Ripoll.
Presente y futuro de Osram
Lo más inmediato en la trayectoria de Osram en España es su reciente salida a las redes sociales, una iniciativa con la que quiere estrechar aún más su relación con los clientes y su visibilidad en el mercado.
Y de cara al futuro, como confirma el director general de Osram en España, la labor de la empresa seguirá basada en fomentar, a través de sus soluciones de iluminación, valores como el entusiasmo (eventos deportivos), la eficiencia energética (ahorros en consumo), la concentración (bibliotecas), la cultura (museos) o la seguridad (alumbrado urbano), entre otros.
Según las previsiones de Osram, el mercado de la iluminación mantiene aún un potencial de crecimiento enorme. De hecho, de acuerdo a un estudio encargado por la compañía, el mercado en general pasará de los 79.000 millones de euros de 2011 a más de 110.000 millones de euros en 2020, un crecimiento fundamentado en factores como el cambio demográfico, la electrificación, los cambios que se están dando en los mercados emergentes, las nuevas aplicaciones que aparecen para la luz y el auge de conceptos como la eficiencia energética, la descarbonización o la digitalización.
Más concretamente, uno de los cambios que más están impactando en este mercado es la imparable pujanza de las soluciones LED. Según las previsiones de Osram, éstas van a pasar de representar un 18% de todo el mercado de la iluminación en 2011 a cerca del 66% en 2020. De hecho, en 2013, ya el 29% de la facturación de Osram correspondía a las ventas de LED y en el primer trimestre de este 2014 éstas ya han superado el 30% del total.
Ante todas estas transformaciones, Osram se presenta en el mercado, como confirma Cristóbal Ripoll, como un “experto en iluminación integrada, proveedor de toda la cadena del valor añadido”. Para ello cuenta con sus seis unidades de negocio (Semiconductores ópticos, Lámparas, Ingeniería de iluminación y controles; Iluminación especial, Luminarias y Soluciones) y con una de las gamas más completas e innovadoras: más de 20.000 patentes, 2.700 expertos en tecnología, 6,5% de la facturación reinvertida en I+D durante el 2013, diez laboratorios de tecnología corporativa, etc.
Osram se propone como objetivos mantener su posición de liderazgo en mercados como el de la automoción o el de la proyección/cine, conservar su posición de referencia en otros sectores como el de la iluminación general, los componentes semiconductores ópticos y los equipos de control, así como seguir creando tendencias en segmentos como las tecnologías LED y OLED (LED orgánico).
Con todo ello espera confirmarse como la “mayor empresa global de dedicación exclusiva a la iluminación del mundo”. Sus números, sin duda, ya lo confirman: 5.288 millones de facturación, 35.000 trabajadores en todo el mundo, presencia en más de 120 países y un aumento de la cotización de sus acciones de más de un 40%.
‘Un siglo de luz’
Con ocasión de su centenario en España, Osram ha editado un libro conmemorativo titulado ‘Un siglo de luz’ en el que se hace un viaje cronológico desde los orígenes de la compañía hasta los retos del siglo XXI, describiendo las principales innovaciones que ha aportado al mercado en todo este tiempo y la evolución que ha seguido su imagen corporativa. El contenido está basado en investigación documental (archivos públicos y propios), así como en testimonios narrados (anécdotas y experiencias). La autora del libro es Bárbara Palomares, licenciada en Historia del Arte y experta en la gestión de patrimonio cultural.