La mitad de los españoles compran carne más de una vez a la semana
La Federación Empresarial de Carnes e Industrias Cárnicas (Fecic) presentó el estudio sobre los indicadores de compra y consumo de productos cárnicos en marzo, en un almuerzo al que asistieron las grandes empresas del sector cárnico español y las compañías más significativas de la distribución, además del subdirector general de Transferencia e innovación Agroalimentaria de la Generalitat, Jaume Sió.
Este encuentro sirvió para que la plataforma de estudios del comprador AECOC Shopper View presente, por tercer año consecutivo, el avance del estudio ‘Indicadores 2020 de compra y consumo de productos cárnicos (carne, elaborados cárnicos y embutidos)’, en que se analiza la evolución de las tendencias de consumo y de compra desde 2018 a 2020, lo que ayudará a las empresas a adaptar sus estrategias y productos.
Este estudio concluye que la salud es el principal motivo de descenso en el consumo de productos cárnicos. Los más afectados por esta reducción son los preparados y elaborados cárnicos.
La mitad de los españoles compran carne más de una vez a la semana y su canal de compra habitual es el supermercado o el hipermercado. Además, en el estudio de este año se recoge que el porcentaje de compradores que compran carne al corte en la sección de venta asistida de estos establecimientos ha aumentado con respecto al año pasado. El 34% consume carne, pero solo de algunos tipos, esto pasa especialmente entre las mujeres, un porcentaje que ha aumentado respecto al año pasado.
En cuanto a los hábitos de consumo, el 68% de consumidores considera que el tipo de animal es uno de los factores más importantes de elección de la carne al corte en el punto de venta. Cada tipo de carne tiene su hueco, sus puntos fuertes y responde a unas necesidades, así la ternera se correspondería al placer y disfrute que le aporta y a una dieta equilibrada, el cerdo iría asociado a placer más practicidad, el pollo a ligero y saludable y los preparados y elaborados cárnicos al placer y la practicidad.
Los principales aspectos que se tienen en cuenta a la hora de escoger qué comprar en el punto de venta son el aspecto/color de la carne, el tipo de animal y el precio/kg. El consumo de productos cárnicos es claramente indulgente, pero también destaca la motivación de consumir carne como parte de una dieta equilibrada.
Aproximadamente el 30% dice consumir menos carne pero de mayor calidad, y el 32% consumiría más cantidad de productos cárnicos si llevaran algún tipo de sello que garantizara el cumplimiento de controles adicionales sobre aspectos relacionados con la seguridad alimentaria.
El 39% tiene en cuenta la cantidad de grasa que contiene el producto como factor de elección en la compra de carne al corte y el 19% le gusta consumir carne, pero reconoce que a veces se siente culpable porque cree que no es muy sana.
El estudio también evidencia que algunos consumidores están cambiando su percepción de los productos cárnicos y buscan alternativas, como productos sustitutivos a base de proteínas vegetales o que incluso manifiestan que preferirían consumir productos cárnicos sintéticos hechos en laboratorio, sin que fuera necesaria la cría o el sacrificio de animales.
Un dato relevante, alrededor del 30% de consumidores ya han probado productos vegetales que imitan la carne y el 72% de los que los han probado afirman que les ha gustado este tipo de productos.
La carne cultivada en el laboratorio llegará al mercado antes de lo que creemos
Íñigo Charola, director general de Biotech Foods –la primera startup española que ha logrado crear carne cultivada–, apuntó durante el 20° Congreso AECOC de Productos Cárnicos y Elaborados el rápido crecimiento de esta alternativa de producción. “Desde su aparición, hace cuatro años, las inversiones para la producción de carne cultivada en el laboratorio se han duplicado año tras años, y en unos pocos meses de 2020 ya hemos duplicado la financiación lograda en 2019”.
En este sentido, Charola destacó que esta inversión ya no solo se dirige al desarrollo de la tecnología, sino también a multiplicar la capacidad de producción, por lo que ha asegurado que “la carne cultivada llegará antes de lo que creemos”.
Charola reconoció que la carne cultivada en laboratorio tiene el reto de replicar el sabor y el precio de la tradicional, y, a la vez, de aportar información a los consumidores para que conozcan el producto.
Sin embargo, desde Biotech Foods consideran que este nuevo formato tiene la ventaja de responder a las necesidades de un consumidor cada vez más preocupado por la sostenibilidad. “La carne cultivada en el laboratorio requiere un 80% menos de tierra, un 94% menos de agua y un 76% menos de emisiones de gases de efecto invernadero para su producción; además, evita el sacrificio animal y no conlleva problemas relacionados con la seguridad alimentaria”, resumió la directora científica de la empresa, Mercedes Vila.
Sustitutivos cárnicos
Mientras la carne cultivada en el laboratorio sigue en proceso de desarrollo, los sustitutivos cárnicos de base vegetal son ya una realidad en el mercado. El fundador de Heura, Marc Coloma, aseguró que si en la actualidad la carne vegetal solo representa el 1% del mercado cárnico, es porque “las alternativas, hasta ahora, no han estado a la altura”. Por eso, Coloma señalço que la empresa se fija como objetivo “replicar los productos más queridos por el consumidor español y llevarlos a los lineales”
El fundador de Heura está convencido de que los sustitutivos cárnicos acabarán siendo relevantes en el mercado y aventuró que, en 2040, el 60% de la proteína consumida no será de origen animal. Coloma apuntó a la sostenibilidad como uno de los motores de crecimiento de estos sustitutivos cárnicos: “Tomar consciencia del impacto que tiene lo que comemos será el primer paso hacia lo que ya es una realidad: ya tenemos alternativas nutritivas y sabrosas”.