La Conferencia Española Passivhaus convierte a Madrid en la capital de la construcción pasiva
Durante una semana, Madrid ha sido el foro donde abordar temas como la construcción en madera, la certificación de rehabilitaciones y reformas bajo el estándar Passivhaus, la hermeticidad de las construcciones o el creciente apoyo de las instituciones y los usuarios a los principios de la edificación pasiva para vivir mejor consumiendo menos energía, durante la Conferencia Española Passivhaus.
La conferencia ha estado organizada por la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), una entidad sin ánimo de lucro que busca difundir y generalizar los principios de la construcción Passivhaus y ha estado patrocinada por el Área de Gobierno de Políticas de Vivienda del Ayuntamiento de Madrid y la Dirección General de Vivienda y Rehabilitación de la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid.
Uno de los grandes logros del Passivhaus es cómo las administraciones públicas cada vez adoptan más medidas para favorecer la construcción y la rehabilitación pasivas.
El delegado de Políticas de Vivienda del Ayuntamiento de Madrid y presidente de la EMVS, Álvaro González, ha explicado cómo el Ayuntamiento apoya la rehabilitación energéticamente eficiente mediante el Plan Rehabilita que “subvenciona hasta el 80% las medidas de rehabilitación que supongan una mejora de la eficiencia energética del conjunto de un edificio, mediante la inclusión de medidas pasivas en la envolvente térmica, para alcanzar los umbrales homologables a la certificación Passivhaus”.
Por parte de la Comunidad de Madrid, su viceconsejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, José María García Gómez, compartió una idea interesante para el sector afirmando que “si se hace un esfuerzo por certificar, debería haber una fiscalidad más favorable tanto en los procesos, como en las diferentes licencias que gravan las edificaciones”.
La 16CEPH ha sido un foro donde desmentir algunos mitos que todavía están en la mente de algunos profesionales cuando piensan en edificación pasiva: ni se trata de construcciones sin ventanas que se puedan abrir, ni es solo para obra nueva o volúmenes muy compactos y, sobre todo, el coste de una obra Passivhaus no tiene por qué ser más caro que una obra convencional, con la diferencia de que se obtiene un gran ahorro energético a lo largo de toda la vida útil del edificio y un mayor confort cuando se habita, así como un mayor valor de mercado a la hora de venderlo.
En palabras de Arturo Andrés, presidente de PEP, “el retorno en forma de mejora de la eficiencia energética, el confort y salubridad de la vivienda y el aumento de la valoración patrimonial desde el minuto cero, amortizan perfectamente el esfuerzo realizado para conseguir la certificación Passivhaus”.