Los peligros de un incorrecto mantenimiento de fachadas
Mantener un correcto mantenimiento de fachadas es muy importante para prevenir daños mayores. Debemos tener en cuenta que los edificios y sus fachadas están sometidos a la acción de los agentes climáticos durante todo el año.
Por eso, los propietarios tienen que prestar más atención a la hora de mantenerlos en las condiciones de seguridad adecuadas.
Normalmente en todas las comunidades autónomas, es obligatorio que los edificios que cumplan 50 años desde su construcción superen la llamada Inspección Técnica de Edificios (ITE).
En el caso de no hacerlo los propietarios pueden enfrentarse a diversas sanciones y consecuencias de mayor gravedad. Incluso pueden ser legales de cobertura de seguros, si el siniestro afecta a terceras personas.
Recomendaciones para un buen mantenimiento de fachada
Para que una fachada esté en correcto mantenimiento debe renovarse, repararse y rehabilitarse, sobre todo con el paso del tiempo. Sabemos que puede ser un coste elevado hacerlo, por eso te vamos a dar algunos consejos para no tener que hacer frente a grandes costes:
- Limpieza
Para alargar la vida de una fachada y que tenga buen aspecto a pesar del paso de los años, es recomendable realizar una limpieza de la fachada al menos dos veces al año.
Aparte de mantenerla con buen aspecto, mediante la limpieza podemos detectar problemas estructurales futuros de la fachada. Todos sabemos que el polvo, la lluvia, el humo de los vehículos, son elementos que poco a poco van ensuciando la fachada.
Lo más recomendable para realizar este tipo de limpieza es contratar una agencia de limpieza en Valencia que te ayude a mantener la fachada limpia y con una estética impecable.
- Pintura
Los factores climáticos como el sol y la humedad son los principales causantes de que la pintura de los edificios pintados pierda su tonalidad con el paso de los años.
Por eso, es conveniente dar una mano de pintura cada cierto tiempo para darle un aspecto renovado al edificio y a consecuencia a la fachada.
- Elementos externos
Los elementos externos de una fachada como los balcones, las rejas o jardineras entre otros, también se resienten con los años y sufren un desgaste de la intemperie. Para controlar su estado y evitar daños mayores, es conveniente realizar una revisión para ver si necesitan algún arreglo.
Estas son algunas recomendaciones que puedes hacer para mantener una fachada en correcto estado. Pero todos sabemos que los materiales de construcción tienen una vida útil limitada, y con el paso de los años se tendrá que proceder a una reforma en la fachada del edificio.
Algunas veces no somos conscientes de los graves problemas que puede traer no tener un buen mantenimiento de las fachadas. Por si tienes dudas, a continuación, te explicamos algunos problemas que pueden surgir si no realizamos un correcto mantenimiento de fachadas.
¿Qué problemas pueden aparecer ante un incorrecto mantenimiento de fachadas?
Son muchos los problemas con los que nos podemos encontrar si no llevamos un buen mantenimiento de la fachada. Entre los más frecuentes se encuentran los desprendimientos de fachadas, revestimientos de balcones, medianeras y elementos decorativos.
Todo ello puede caer a la calle y causar graves daños a terceras personas que pasan en ese momento por el lugar del desprendimiento. Estos sucesos parece que no ocurren, pero son más frecuentes de lo que imaginamos.
En la mayor parte, estos problemas se deben a un mal mantenimiento del edificio, que afecta tanto a los elementos exteriores que tenemos a la vista, como a los elementos que no se ven a primera vista.
Esto pueden ser patologías estructurales que pueden poner en riesgo la estabilidad del conjunto del edificio en el caso de afectar a pilares u otros elementos constructivos.
Cuando no llevamos un buen mantenimiento de la fachada, comienzan a aparecer fisuras y grietas en las fachadas y cubiertas, pérdidas de recubrimientos estructurales que suelen acabar en humedades y un gasto enorme del propietario o la comunidad de vecinos en su reparación.
Por eso, en ocasiones es mejor prevenir que curar. Cumplir con las medidas necesarias para mantener una fachada con buen aspecto, sana y sin problemas, ya que de lo contrario las cosas se agravan y puede traer consecuencias mucho más graves de lo que esperábamos.
Como ves, son muchos los peligros que corremos si no mantenemos las fachadas con un buen mantenimiento, no merece la pena correr el riesgo.