Rehabilitar la fachada y el tejado abarata la factura energética de los hogares
El gasto en calefacción para calentar un piso de 90 metros cuadrados oscila entre los 1.800 y los 2.500 euros al año, pero tras una rehabilitación de la fachada y la cubierta este gasto podría reducirse hasta los 1.000 euros. Según datos de Rehare (Agencia para la Rehabilitación de Edificios) recogidos por Danosa, compañía especializada en soluciones integrales para la construcción sostenible y mejora de la habitabilidad, rehabilitar las principales zonas comunes de un edificio podría abaratar la factura energética en 1.500 euros al año.
Aislar es ahorrar. Y es que aunque se trate de reformas que se realizan de puertas para fuera, tienen efectos directos de puertas para dentro, en el bolsillo de los propietarios e inquilinos de esas casas. Las humedades son los problemas más frecuentes y visibles que provocan los desperfectos en fachadas y tejados. Y el coste medio de aislar e impermeabilizar estas zonas oscila entre los 8.000 y los 10.000 euros por vivienda.
Las zonas comunes ocupan entre un 10% y un 15% del espacio de un edificio. Y las fachadas son, junto a las cubiertas, las que más se reforman, porque también son las que pueden originar un mayor número de daños y desperfectos. Se trata de áreas que pertenecen a la envolvente del edificio, por donde tienen lugar las ‘fugas’ de energía. Son las más expuestas al frío, al calor, a las lluvias, al sol… Así, cuanto más aisladas estén, más reducirán el consumo energético y su impronta en el medio ambiente.
Las actuaciones sobre las fachadas ayudan a que los hogares disminuyan su huella ecológica, resulten menos contaminantes y sean más amigables desde el punto de vista medioambiental. De hecho, estas reformas pueden reducir el gasto en calefacción y refrigeración hasta en un 70%. Ahorro económico y sostenibilidad caminan juntos, de la mano. Por ello, el jefe del departamento técnico de Danosa, José Manuel Rojas, remarca la importancia de rehabilitar los edificios para hacerlos más eficientes y abaratar la factura energética. De igual modo, destaca que utilizando las tecnologías existentes en la actualidad se podría ahorrar entre un 5% y un 20% la demanda energética de los edificios.
Revalorizaciones del 20%
Rehabilitar las zonas comunes puede revalorizar un 20% las viviendas y los edificios. Tras las fachadas y las cubiertas, las escaleras son las que más se reforman, tanto para optimizar la accesibilidad e instalar ascensores como para mejorar los sistemas de iluminación y, gracias a la instalación de luces LED, reducir el consumo.
Más allá de que la presencia de unas zonas comunes útiles y atractivas constituya la mejor carta de presentación de un edificio, rehabilitar los aparcamientos o los cuartos comunitarios ayuda a revitalizar un espacio condenado a la degradación por el paso del tiempo. Y al margen del confort que proporciona el aislamiento acústico de las salas de máquinas, por ejemplo, invertir en sistemas de estanquidad al agua protege la estructura del edificio y prolonga su vida útil.
La inversión necesaria para rehabilitar por aislamiento un edificio se amortiza en unos cinco años. Y José Manuel Rojas sostiene que “las rehabilitaciones son fundamentales para acompasar el estado de los edificios españoles, que tienen una antigüedad media de más de 40 años, a la época actual. Los administradores y gestores de fincas deben apostar por ellas y por materiales eficientes para mejorar el estado del inmueble y la calidad de vida de sus habitantes”.