Copenhague construye el primer edificio de hormigón de bajo CO2 en impresión 3D
AKF, el desarrollador inmobiliario danés, en asociación con el grupo danés de impresión 3D en Concreto (3DCP), ha construido un edificio, de una superficie de 72 m2, en impresión 3D, que albergará un gimnasio, una habitación de invitados y una instalación de lavandería común para sus residentes. Para ello, se utilizó un cemento especial bajo en CO2, que presenta una reducción de la huella de carbono en un 50%.
El concreto u hormigón es ampliamente conocido por su impacto ambiental y las relativamente altas emisiones de CO2 durante su producción. Sin embargo, es indispensable en la construcción por varias razones, como sus propiedades únicas, incluido su precio, resistencia y durabilidad. Con el hormigón impreso en 3D, surgen nuevas oportunidades para reducir la huella de carbono.
Detalle del primer edificio de hormigón de bajo CO2 en Copenhague, que se construyó en tan solo 5 días.
“La impresión 3D es un proceso de construcción adaptable donde el material se agrega solo donde es necesario. En el proceso, se determina cuánto material debe usarse en diferentes componentes del edificio, lo que hace posible crear edificios donde el hormigón se agrega solo donde es estructuralmente necesario. Esto permite una reducción en el consumo de recursos y puede aportar beneficios significativos tanto ambientales como económicos, al tiempo que proporciona una mayor libertad en el diseño arquitectónico del edificio”, declaran desde AKF, el desarrollador inmobiliario detrás de este edificio comunitario.
Para reducir aún más la huella de CO2, todo el proyecto de AKF se imprimió utilizando cemento de bajo CO2, que tiene una huella de carbono un 30% menor que la del cemento normal. De hecho, este cemento se mezcló con arena y grava locales y se convirtió en hormigón imprimible en 3D utilizando el método de aditivos D.fab desarrollado por CEMEX y COBOD. En comparación con la impresión 3D de morteros, el hormigón imprimible en 3D con cemento de bajo CO2 reduce la huella de carbono en un 50%.
Con esto, AKF ve un potencial significativo en la tecnología de impresión 3D, que va más allá del hormigón, y visualiza un futuro donde se puedan utilizar recursos naturales como suelo rico en arcilla para la construcción impresa en 3D. Vibeke Lorenzen, directora técnica de AKF, reconoce que “la impresión 3D abre la puerta a un mundo de posibilidades y esperamos poder contribuir a impulsar los métodos de construcción tradicionales de la industria”.
Todo el edificio comunitario se imprimió en 3D en tan solo 5 días y cuenta con una superficie de 72 m2, que contendrá un gimnasio, una habitación de invitados y una instalación de lavandería común para los residentes de los edificios de apartamentos circundantes.
Saga Architects, que también diseñó el primer edificio que el Grupo 3DCP hizo en Dinamarca, la casa pequeña en Hobro, se esforzó por hacer que el edificio comunitario pareciera aún más acogedor y amigable utilizando mucha madera para las partes decorativas y formas orgánicas para las paredes, un detalle prácticamente imposible de lograr con métodos convencionales.