Las impresoras 3D producen 100 veces más rápido que las impresoras tradicionales
El futuro del modelaje 3D es prometedor tanto a nivel empresarial como cotidiano, ya que se espera que en el próximo tiempo todas las industrias y hogares utilicen este tipo de diseño, gracias a los avances que se están desarrollando. En concreto, se estima que en 5-10 años cada casa tenga una impresora 3D igual que a día de hoy hay un frigorífico. Además, ya se han lanzado los primeros dispositivos capaces de imprimir a color, que permiten elegir entre una gama de 16 millones de tonalidades.
Según un informe de Canalys, en el primer trimestre del año 2022 se suministraron 26.800 impresoras 3D en todo el mundo. Hasta la fecha, el segmento empresarial ha sido el foco principal, y según sus estimaciones, se prevé un crecimiento anual del 20% para los próximos 3-4 años hasta estabilizarse. Es por ello que Félix Orjales, profesor de la escuela online especializada en formación industrial Mint, explica: “El modelado 3D se usa en la mayor parte de industrias, especialmente en las relacionadas con el diseño y fabricación de objetos. Los programas 3D son cada vez más intuitivos y se ha mejorado la visualización de los modelos. Hace años la visualización estaba limitada a una pantalla, y hoy en día es posible visualizarlo a través de gafas de realidad virtual, haciendo la experiencia más inmersiva trabajando con modelos de forma muy cercana al resultado final”.
El top 3 de sectores productivos que ya utilizan la impresión 3D
A día de hoy ya hay muchos sectores que hacen uso de la impresión tridimensional. Esto se debe a las facilidades del acceso a estos equipamientos, por lo que diversas áreas están apostando por esta tecnología. Mint ha elaborado una lista de los sectores más populares que utilizan impresión 3D para el desarrollo de su actividad.
1. Educación
Las impresoras 3D en educación ofrecen un gran potencial, ya que permite mostrar cosas de forma visualmente atractiva y fácil de entender. Mediante modelos en 3D se pueden explicar más fácilmente determinados conceptos, fenómenos físicos o químicos a alumnos de todas las edades. Se prevé que en los próximos años esta herramienta se expanda por todo el mundo, y que, al igual que hace una década entraron en las aulas ordenadores y pizarras interactivas, lo hagan ahora también las impresoras 3D. Madrid, Extremadura, Galicia y Canarias ya han solicitado impresoras 3D para sus colegios concertados y privados.
2. Sanidad
Esta técnica permite a los profesionales sanitarios la posibilidad de fabricar prótesis a medida después de escanear la zona afectada y generar un modelo 3D que se ajuste perfectamente a cada paciente mediante tecnologías de fabricación aditiva. Esto permite reducir el periodo de adaptación a la prótesis y el coste, además de ser biocompatibles y poco invasivas para el organismo humano. El equipo médico del Hospital Infantil CS Mott de la Universidad de Michigan (EE.UU.) ha salvado la vida de tres bebés con una enfermedad respiratoria gracias a implantes hechos con impresoras 3D.
3. Automoción
En la automoción se trabaja con programas específicos para el modelado 3D centrados en el manejo de superficies. De esta manera se puede controlar las líneas del vehículo e ir modificando y ajustando la superficie según sea necesario. Esto elimina la necesidad de realizar diversas maquetas del diseño final, agilizando así el proceso productivo. Esta técnica permite reducir costes, tiempo y peso en la producción de piezas complejas, así como mayor personalización de diseño. Con este crecimiento tan significativo, la firma estadounidense de investigación SmarTech Publishing, prevé que para 2028 se alcancen cifras de 12,4 mil millones de euros en términos de ingresos en este sector.
Mint ofrece el Máster en Fabricación Aditiva: modelado e impresión 3D. Mediante esta formación se adquirirán los conocimientos necesarios para poder trabajar en el sector del modelaje tridimensional, comprendiendo los principales retos que implica esta tecnología en la industria. Este curso abre las puertas para poder dedicarse después a la fabricación aditiva en cualquiera de sus aplicaciones.