Más de 760 empresas del sector de los materiales avanzados suman una facturación de 2.660 M€ en Catalunya

Un material avanzado es aquél que aporta un valor añadido gracias a una innovación tecnológica o funcional. Dicha innovación puede ser sobre diversos factores, como la composición del material, sus propiedades, la aplicación, el sector al que se dirige o el proceso de producción. También se trata de un sector muy transversal dado que los materiales avanzados se pueden aplicar en múltiples sectores finales, como transporte, salud, fabricación avanzada, construcción, TIC, energía y medio ambiente, packaging, entre otros.

En Catalunya, el sector de los materiales avanzados de compone de 766 empresas, que se pueden segmentar según el material con el que trabajan: metales, polímeros, cerámicas y vidrio, composites y procesados, biomateriales y materiales naturales y, por último, los textiles.

En este sentido, el 42% de las empresas catalanas de materiales avanzados trabajan los polímeros mientras que un 27% lo dedica a los textiles y un 12% a los materiales metálicos.

En lo que se refiere a la facturación imputable a los materiales avanzados, el estudio destaca también el segmento de los polímeros, que representa un 60% de la facturación, seguido de los metálicos y textiles, que representan un 12 y un 11%, respectivamente.

El 65% de las empresas de materiales avanzados son pequeñas y micro, mientras que solo el 11% son grandes compañías. Sin embargo, en las grandes empresas, la participación de los materiales en el conjunto del negocio es pequeña, mientras que hay microempresas muy especializadas en las cuales casi todo su negocio corresponde a los materiales avanzados.

En definitiva, el sector en Catalunya está bien posicionado para hacer frente a estos retos y el papel del Clúster de Materials Avançats (Clúster MAV) como promotor de la innovación puede contribuir a su impulso. Creado en 2015, el Clúster MAV quiere ser un clúster de referencia en materiales avanzados y sus tecnologías para posicionar la industria del sector en la primera línea de la competencia global.

En Catalunya, los miembros del Clúster MAV representan toda la cadena de valor de los materiales avanzados, desde la fabricación de materias primas hasta el uso final, pasando por la producción primaria, la transformación y la fabricación. Además, existen distribuidores que conectan a los fabricantes de materiales con los usuarios finales, que pertenecen a sectores como el ferroviario, la automoción, la energía, los equipos médicos, el packaging o el hábitat, entre otros.

También existen empresas de consultoría y fabricantes de maquinaria y medios de producción. Además, hay un gran número de universidades, centros de I+D y tecnológicos que realizan tareas de investigación y transferencia tecnológica en el ámbito de los materiales avanzados, así como entidades que impulsan la innovación en este sector.

En los próximos años, el sector de los materiales avanzados afrontará retos relevantes. Desde el punto de vista del talento, se detecta la necesidad de contar con personas formadas en el ámbito de los materiales avanzados. En cuanto a la I+D y el desarrollo de tecnología, cabe destacar que actualmente los procesos de fabricación disponibles son una barrera para la implantación de materiales avanzados a nivel industrial, por el coste que suponen. Así, es necesario impulsar la I+D+i en procesos de producción, así como digitalizar dichos procesos. Por otro lado, esta innovación debe realizarse de manera colaborativa con los ‘end users’ para alinearla con las necesidades reales del mercado.

También esta entrada al mercado de nuevos materiales exige romper barreras de diversa índole: legales primeramente, pero también inercias en sectores tradicionales como la construcción, que pueden ser contrarios a la incorporación de nuevos materiales.

Las principales tendencias en el mundo de los materiales avanzados se refieren no sólo a los propios materiales sino también a la incorporación de tecnología y al entorno social y empresarial en el que se desarrolla el negocio. En este último apartado cabe destacar la sostenibilidad, especialmente la economía circular como una forma de reducir residuos y el consumo energético, así como el wellness, a tenor del aumento de la preocupación por la salud y el bienestar que también afecta a los productos y materiales que rodean a la sociedad y cómo estos pueden impactar, positiva o negativamente, en dicho bienestar.