Por qué ahora es el momento de invertir en impresión 3D
Capacidad para producir localmente sin depender de las importaciones de otros países como China, fabricar a demanda, evitar el stock, poner en valor el diseño y un largo etcétera, convierten a la fabricación aditiva en una tecnología de vanguardia que las empresas en España van a empezar a tener en cuenta.
La crisis sanitaria del COVID-19 que ha azotado a todo el mundo, desde China a Estados Unidos, no sólo ha dejado un reguero de víctimas por el camino también ha confirmado la necesidad para muchos países de recuperar la capacidad de producción y contar con tecnologías que permitan la fabricación de forma rápida y flexible.
La impresión 3D se ha revelado clave en muchos sectores y no sólo en el industrial, en el que ya estaba asimilada como una tecnología innovadora por la que apostar para seguir avanzando. Su capacidad para abaratar costes, para agilizar el proceso de producción, la calidad, la precisión y la versatilidad en la factura de las piezas que fabrica y la puesta en valor del diseño, además de la posibilidad que ofrece para producir desde cualquier lugar evitando la dependencia de terceros, convierten a la fabricación aditiva en la mejor tecnología ante situaciones que requieren respuestas ágiles y soluciones a medida.
Durante la pandemia que ha paralizado la economía global, la comunidad maker y empresas como Grupo Solitium, que dispone de un 3D Lab en su sede de Zaragoza, han demostrado que esta tecnología está llamada a convertirse en pieza fundamental del tejido empresarial pues, su uso generalizado hubiera evitado muchas de las incidencias que se han producido durante la crisis sanitaria.
Puntos fuertes
En la automoción, la fabricación aditiva está ganando confianza rápidamente, aunque su empleo, de momento, se estuviera limitando a la impresión en 3D de utillajes, posicionadores y útiles de control; y la aeronáutica lleva tiempo beneficiándose de esta tecnología para producir piezas complejas sin montajes posteriores y mucho más ligeras de las que se logran en los procesos tradicionales de fabricación.
En el área de la moda, la impresión 3D se está utilizando para fabricar esculturas, joyas, calzados, piezas de ropa, y los profesionales del sector pueden trabajar con la postimpresión de la pieza teniendo, además, la oportunidad de dar retoques y ajustes para adaptar los estilismos a las necesidades de los clientes finales.
Y en la medicina…
En el sector de la medicina y el área médico-dental, ya se llevaba tiempo investigando sobre las cualidades de la fabricación aditiva, pero la crisis del coronavirus ha puesto sobre la mesa la necesidad de invertir con determinación en impresión 3D para contar con una solución que permita respuestas rápidas y ágiles ante situaciones como la que sucedió el pasado mes de septiembre de 2019 en el hospital madrileño Gregorio Marañón, cuando un hombre con una rotura en su aorta salvó la vida gracias a la fabricación en aditiva de una réplica perfecta en menos de 10 horas.
El uso de la impresión 3D en el sector de la salud está todavía en su fase inicial. Así lo admiten algunos de los hospitales con los que ha colaborado Grupo Solitium en la fabricación de material de protección durante la crisis del coronavirus, cuyos responsables de departamento 3D aseguran que, aunque el proyecto se estaba poniendo en marcha la producción estaba siendo escasa porque no contaban con la formación ni la ingeniería que requiere esta tecnología. De ahí que sea esencial contar con un partner especializado que aporte asistencia técnica y know how, un socio con el que puedan contar y solventar las dudas y problemas de los clientes.
Trabajadora de la Residencia Municipal Las Huertas (Barbastro) con pantallas protectoras impresas por Solitium.
Servicios de Ingeniería 3D
La tecnología de Impresión 3D exige unos conocimientos que Grupo Solitium, en su afán por acompañar a sus clientes en su transformación tecnológica en todos los aspectos que necesiten, ofrece a través de sus Servicios de Ingeniería 3D, que “nacen con el deseo de aportar nuestra experiencia en las distintas tecnologías y equipamientos de Fabricación Aditiva a las compañías que estén implementando procesos de producción 3D”, define Miguel Ángel Mora, ingeniero responsable de este departamento.
Se trata, por tanto, de observar las necesidades de las firmas que están implementando esta tecnología y ofrecerles los beneficios de la fabricación aditiva, “desde la reducción de costes a la posibilidad de tiradas cortas, las preseries, el prototipado y las iteraciones de diseño con una rápida respuesta”, enumera el ingeniero de Grupo Solitium.
La impresión 3D es una tecnología que, aunque lleva tiempo en el mercado, para la mayoría de las empresas es relativamente nueva. Por eso, adquirir el conocimiento, la experiencia de diseño y modelado de piezas y la operativa de las máquinas sea fundamental para cualquier compañía que esté comenzando su proceso aditivo. Y los Servicios de Ingeniería 3D de Grupo Solitium ofrecen justo esa guía orientativa que estas organizaciones, y el tejido productivo en general, necesitan.