La impresión 3D será un factor transformador del mercado energético, según GlobalData
En los últimos tiempos, la fabricación aditiva (AM) ha encontrado su aplicación en diferentes sectores de la industria energética, tanto en la construcción de prototipos como en la producción de flujo principal, lo que ha llevado a la simplificación de procesos y a la eficiencia operativa. A diferencia de los procesos de fabricación habituales, la fabricación aditiva puede producir componentes con geometrías complejas, consumir menos materias primas, producir menos residuos, reducir el consumo de energía y el tiempo de comercialización.
El último informe de GlobalData, ‘3D Printing - Potential Game Changer for Global Power Market’, destaca los desarrollos y tendencias clave para entender la influencia que tendrá la impresión en 3D en la transformación del sector energético.
Ankit Mathur, Practice Head of Power de GlobalData, comenta: “Con la industria de la energía bajo presión, los fabricantes se están volviendo hacia AM en busca de soluciones con costos reducidos y plazos de entrega más cortos. Durante la fase inicial de incursión en la industria energética, la impresión en 3D ha alcanzado un nivel de éxito justo, con la industria energética y las empresas tecnológicas creando un aliado para el beneficio mutuo”.
La impresión en 3D está encontrando poco a poco su aplicación en varias facetas de la industria de la energía, incluyendo los sectores de energía renovable y convencional y los dispositivos de almacenamiento de baterías. La impresión en 3D de paneles solares, piezas de turbinas eólicas y equipos convencionales de generación de energía, como piezas auxiliares de alta resistencia de turbinas de gas y vapor, refleja su fiabilidad y versatilidad. Esta tecnología también está encontrando su aplicación en la industria de la energía nuclear, incluyendo nuevas construcciones para combustible y para componentes en los reactores. Sin embargo, la calificación del material y la demostración de que los componentes cumplen los códigos y normas nucleares seguirán siendo un reto clave para las aplicaciones en esta industria en particular.
Mathur añade: "La fabricación aditiva ya ha dado como resultado un plazo de entrega más corto, costes reducidos y una mayor eficiencia, y se espera que mejore aún más con la invención de impresoras más grandes. Sin embargo, como la tecnología todavía está en fase experimental y aún no se ha logrado su comercialización completa, será cuestión de tiempo entender en profundidad cómo esta nueva tecnología puede penetrar en la industria de la energía, dados los altos estándares de equipamiento requeridos para la operación eficiente de la planta y el ambiente peligroso que soportan".