La impresión 3D, la solución óptima para proteger la piel sana en el tratamiento del cáncer
Un grupo de investigadores de la URV, del IISPV y del Hospital Sant Joan de Reus ha dado con una solución para que el proceso que deben pasar los pacientes con cáncer de piel sometidos a tratamiento sea más fácil. Esta solución resulta más cómoda para ellos y más económica para los centros hospitalarios: con la ayuda de un escáner y una impresora 3D, los médicos podrán disponer de una pieza personalizada que permitirá proteger la piel sana que rodea el tumor que debe recibir radiación.
El cáncer de piel se puede tratar de dos formas distintas: mediante cirugía o mediante radioterapia. Una de las técnicas del tratamiento radioterápico es la braquiterapia, que consiste en colocar material radiactivo en contacto directo con el tumor. Cuando se aplica este método, los médicos deben poner una especie de escudo para proteger de la radiación la piel sana que rodea el tumor.
En su trabajo, publicado en el Journal of Contemporary Brachytherapy, los investigadores Andreu Sintas y Domènec Puig, del departamento de Ingeniería Informática y Matemáticas de la URV, y las investigadoras Meritxell Arenas y Mònica Arguís, del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili y del Hospital Universitario Sant Joan de Reus, han ideado una solución óptima para proteger la piel que rodea un cáncer en la zona nasal. La investigación se ha centrado en esta zona porque es la más irregular, aunque los resultados son aplicables a cualquier otra parte del cuerpo.
Fabricar una máscara personalizada más cómoda y económica
En la actualidad, para administrar el tratamiento se fabrica manualmente una máscara que, al mismo tiempo, permite proteger la piel que no debe recibir radiación. Previamente, se elabora un molde del rostro con alginato. Para ello, se coloca en la cara del paciente un plástico sobre el que se pone el alginato para que tome la forma de la zona. Pasadas 24 horas, este molde en negativo se seca y se utiliza para crear, mediante varias capas de cera, la máscara que llevará el paciente durante la radiación.
Para poder obtener el molde, el paciente debe tener el alginato sobre la cara durante un rato, procedimiento que resulta “ciertamente muy incómodo”, según apunta Meritxell Arenas, quien explica que se trata de un “proceso largo y laborioso, que implica que el paciente tenga que ir más de una vez al hospital”.
De hecho, el estudio de viabilidad concluye que la nueva técnica permitiría reducir a la mitad el coste de realización de cada máscara, “ya que nos ahorramos una tomografía”, afirma Andreu Sintas, ingeniero eléctrico por la URV y técnico de laboratorio que ha liderado la investigación. “Su coste es asimismo más económico en general, porque la cera que se utiliza ahora es más costosa que el material que necesita la impresora 3D”, añade.
Últimos pasos para la implantación
Tan pronto como se determine el material más adecuado, la nueva técnica estará lista para implantarse en el día a día del hospital. Con todo, será preciso realizar una inversión para adquirir los materiales y formar al personal en el uso de estas nuevas herramientas.
Esta investigación ha sido financiada por la Asociación Oncológica Dr. Amadeu Pelegrí, una entidad comprometida con la investigación oncológica que recauda dinero para apoyar y hacer avanzar proyectos de investigación sobre el cáncer.
Referencia bibliográfica: Arenas, M., Sabater, S., Sintas, A., Arguís, M., Hernández, V., Árquez, M., López, E., Rovirosa, À. y Puig, D. (2017). “Individualized 3D scanning and printing for non-melanoma skin cancer brachytherapy: a financial study for its integration into clinical workflow”. Journal of Contemporary Brachytherapy, 3, pp. 270-276. DOI: https://doi.org/10.5114/jcb.2017.68134