El centro medico catalán cuenta con dos impresoras Up Box de EntresD, una de ellas en su Centro de Diagnóstico de la Imagen (CDI)
El Hospital Clínic utiliza la impresión 3D para minimizar riesgos en sus intervenciones
La impresión 3D es ya una realidad en la medicina española. El Hospital Clínic de Barcelona cuenta con dos impresoras UP Box de EntresD, empresa barcelonesa distribuidora de las impresoras 3D de sobremesa que imprimen en ABS. El centro médico utiliza ya esta tecnología innovadora para reproducir casos reales en tres dimensiones y estudiarlos antes de realizar las intervenciones.
De hecho la impresión 3D es una importante herramienta de formación para médicos residentes, fellows o especialistas que están aprendiendo nuevas técnicas. “Lo que hacemos es imprimir los vasos que nos interesa reproducir, siempre son modelos de pacientes reales”, indica el doctor Javier Moreno, especialista en radiología intervencionista del Hospital Clínic de Barcelona. Una vez impresos los vasos se llevan a la sala de arteriografías donde se pueden explicar los procedimientos con todo el tiempo y todas las pruebas que sean necesarias, al contrario de lo que sucede en una intervención real.
“En ámbitos como la educación o la industria, la impresión 3D cuenta ya con usos habituales pero su potencial se extiende a más sectores. De hecho la impresión 3D en medicina puede aportar grandes ventajas en la formación de los profesionales, gracias a la capacidad para reproducir objetos a partir de una imagen, por ejemplo, un corazón o unos pulmones. Con estas impresiones, los futuros médicos cuentan con piezas que simulan la realidad para poder estudiar y practicar mejor”, indica Maria Torras, directora de Marketing de EntresD.
Planificación de intervenciones
Con estas simulaciones es posible estudiar los casos de una forma más concreta y entrenar antes de realizar la operación. Los médicos pueden planificar toda la intervención y probar los catéteres y stents que se utilizarán en la cirugía. De esta manera, además de practicar, se consigue minimizar los riesgos que puedan surgir en el momento de abordar el caso real. “Antes no podíamos entrenar. Nosotros jugábamos en Champions, con el paciente, día a día: la impresión 3D nos permite implementar el momento del entrenamiento y llegar a la intervención más preparados”, explica el doctor López Rueda, neuroradiólogo intervencionista del Hospital Clínic de Barcelona.
Beneficios para los pacientes
Además de para los propios facultativos, la impresión 3D ofrece beneficios también a los pacientes. Reproducir de forma física sus patologías les puede ayudar a comprender mejor su enfermedad al recibir una información más completa. “A pacientes a quienes no hemos conseguido explicarles su patología podemos mostrarles un ejemplo en tres dimensiones y hacer que entienda su enfermedad", explica el Dr. López Rueda.
Y para los pacientes aún puede haber más ventajas del uso de la impresión 3D por parte del hospital: “Se pueden imprimir dispositivos personalizados que faciliten la vida cotidiana a pacientes que han perdido funcionalidades, por ejemplo a causa de un ictus. El coste es mínimo, la tecnología la tenemos y el impacto es brutal ”, apunta Xavier Solé, jefe económico-administrativo del CDI.
Las posibilidades de la impresión 3D en el ámbito de medicina se encuentra aún en sus inicios y en el futuro podría tener muchos otros usos.
“En el futuro de la impresión 3D en medicina pasa por la bioimpresión (impresión de tejidos) que marcará un punto de inflexión. Ahora ya se están imprimiendo vasos sanguíneos, piel, huesos, cartílago... Cuando se consigan imprimir órganos se salvarán muchas vidas”, comenta Maria Torras, de EntresD.