La importancia de los filtros de seguridad detrás de los cabezales de lecho
Todo filtro de lecho cuenta en su interior, canalizando a la salida de agua filtrada, un sistema de retención de los propios gránulos empleados. Estos elementos pueden ser brazos cilíndricos ranurados (brazos colectores) o crepinas, también ranuradas. Estos dispositivos son los responsables de que los gránulos no salgan del filtro.
Cualquier filtro de lecho alberga en su interior un material granular. Pese a que la granulometría se garantiza entre un mínimo y un máximo, no hay que descartar el contenido de partículas de poco tamaño. Para evitar que dichas partículas pequeñas salgan del filtro y pasen al circuito de agua limpia, se procede a instalar, detrás de los cabezales montados con filtros de lecho, un filtro de seguridad, bien de anillas paralelas o bien de malla.
Estos filtros de seguridad también cumplen la misión de retener gránulos en caso de rotura de brazos colectores o de crepinas dentro del filtro de lecho.
Los filtros de seguridad, bien de malla o anilla, pueden limpiarse de forma manual o de forma automática. Hoy día se tiende a la automatización de estos filtros para facilitar la limpieza, así como para precisar el momento exacto en el que deben limpiarse. Todo sistema de limpieza automática se auxilia de 2 sensores, uno de máxima y otro de mínima, para dar información al programador y comenzar la etapa de limpieza. Las válvulas encargadas de hacer salir el agua sucia actúan con la ayuda de un solenoide que recibe información del programador.
Un sistema de filtros de lecho queda incompleto si no tienen a su salida un sistema de seguridad de anilla o malla. Desde Lama siempre aconsejan que un equipo formado por filtros de lecho jamás debe ir montado sin estos filtros, testigos de irregularidades y/o accidentes en los mismos.
En la tienda online Lama ponen a su disposición una amplia gama de filtros de mallas o filtros de anillas.