Alchemist, la readaptación de sistemas de refrigerantes HFC
Redacción Interempresas
23/04/2019Torraval Cooling ha diseñado una serie de subcoolers adiabáticos para dar respuesta a la nueva adaptación de los sistemas de refrigerantes HFC, los cuales conllevan un alto potencial de calentamiento atmosférico, y/o para incrementar la eficiencia de sistemas de CO2.
Las emisiones de gases fluorados de efecto invernadero alcanzaron, aproximadamente, 8,2 millones de toneladas de CO2 equivalente en el año 2017, lo que representa el 2% del total de las emisiones, según el Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Se estima que la cuarta parte de estas emisiones se producen en el sector de la refrigeración comercial por fugas de los gases fluorados.
Ante esta situación, el Ministerio de Transición Ecológica aprobó en 2018 la reducción del 25% del Impuesto sobre Gases Fluorados de Efecto Invernadero (IGFEI) y la concesión directa de subvenciones para implantar instalaciones de refrigeración basadas en tecnologías alternativas a los gases fluorados de alto potencial de calentamiento atmosférico en establecimientos dedicados a la distribución comercial de alimentos.
Con estas ayudas se pretende impulsar la incorporación de sistemas eficientes y medioambientalmente sostenibles en el sector, adelantándose así a las futuras restricciones europeas. La prohibición de los gases fluorados de alto potencial de calentamiento entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2022, tal y como recoge el Reglamento nº 517/2014 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de abril de 2014. España presenta unas condiciones especiales por su clima cálido que obliga a la implantación de técnicas más costosas, pero esto representa también una oportunidad para las empresas de posicionarse en tecnologías punteras.
Esta prohibición va a implicar un esfuerzo en la reconversión de las instalaciones de refrigeración de supermercados e hipermercados en España. Se estima que, de las 5.000 instalaciones de refrigeración comercial en España, poco más de 100 instalaciones tienen centrales frigoríficas que cumplen con esta prohibición, es decir, sólo el 2% del total. No obstante, hay que aclarar que la prohibición sólo afecta a las instalaciones de refrigeración nuevas y no a las instalaciones existentes que podrán seguir funcionando hasta el fin de su vida útil, así como instalaciones de refrigeración comercial de formato pequeño.
En este sentido, la empresa Torraval cuenta con una línea de subcoolers adiabáticos diseñados especialmente para la readaptación de sistemas de refrigerantes HFC: “Los gases fluorados Hidrofluorocarbonos (HFC), Perfluorocarbonos (PFC) y Hexafluoruro de azufre (SF6) se han empleado en muchas aplicaciones como sustitutivos de las sustancias que agotan la capa de ozono (SAO), dado que al no contener cloro no le afectan. Estos gases son empleados, entre otras aplicaciones, como refrigerantes, agentes extintores de incendios, disolventes y para la fabricación de espumas aislantes. Los gases fluorados poseen, sin embargo, un elevado potencial de calentamiento atmosférico GWP (Global Warming Potential) y una larga permanencia en la atmósfera, por lo que contribuyen al denominado efecto invernadero”, nos explican desde Torraval.
De este modo, la principal desventaja de estos gases es el efecto invernadero de los refrigerantes. “Cuanto mayor sea el coeficiente GWP, mayor será el impacto medioambiental. Por ejemplo: el CO2 tiene un GWP de 1, mientras que los gases comunes HFC están entre 1.300 y 4.000 de promedio”. En cuanto a las ventajas en su utilización, Torraval subraya que “no son tóxicos, son eficientes y, en general, aunque no deterioran la capa de ozono, propician el calentamiento global”.
¿Pero qué aplicaciones tienen estos gases en la industria alimentaria? “En la industria podemos encontrar los gases fluorados en distintos sistemas de refrigeración instalados que proporcionan frío a sus distintas instalaciones: desde expendedoras hasta sistemas centralizados de refrigeración en comercios, supermercados, grandes superficies... Por otra parte, a nivel doméstico, podemos encontrarlos en frigoríficos y congeladores”, señalan.
Por todos estos motivos, la legislación europea busca reducir la refrigeración a base de gases fluorados en supermercados. “A parte de la obviedad de que es necesario reducir los gases con efecto invernadero, a partir de la entrada en vigor de la normativa europea F-Gas 517/2014, se establecen medidas para reducir las emisiones nocivas de los gases refrigerantes HFC, lo que supone uno de los mayores retos a los que se enfrenta el sector de la refrigeración y, más en concreto, el de la distribución alimentaria”.
N el caso de los supermercados, se trata de uno de los sectores sensible a este cambio “que implicará un gran esfuerzo en esta transición hacia tecnologías más respetuosas con el clima. El Reglamento Europeo de HFC impondrá para el año 2030 la conversión a tecnologías respetuosas con el medioambiente. La utilización de refrigerantes naturales como el amoniaco o el CO2 es probablemente una de las medidas más efectivas en la lucha contra el cambio climático”, indican.
Alchemist, la adaptación al cambio
Torraval diseña y fabrica equipos de refrigeración caracterizados por contribuir a la eficiencia energética: “No hay en el mercado un sistema de refrigeración más eficiente que el evaporativo y este es el principio básico de nuestras torres de refrigeración y condensadores evaporativos”.
Pero Torraval va ahora más allá de las soluciones convencionales y, consciente de la imparable tendencia del CO2 como gas refrigerante natural -por ser la opción preferida por fabricantes y redes de supermercados-, acaba de lanzar una solución patentada basada en CO2. Se trata de Alchemist, una solución de muy alta eficiencia.
La serie de subenfriadores o subcoolers adiabáticos Alchemist es una solución que sirve tanto para modernizar sistemas de refrigeración, que estando en funcionamiento necesitan ser más eficientes, como para plantas nuevas. Esto se consigue gracias a la combinación de dos principios físicos, contenidos en un solo producto:
Subenfriamiento del fluido (o enfriamiento simple de CO2 en condiciones transcríticas) para el refrigerante que proviene del condensador/enfriador de gas.
El enfriamiento adiabático se basa en el intercambio sensible entre el fluido que fluye dentro de los serpentines y el aire en contacto con la superficie. En la temporada de verano, el aire se humidifica antes de que llegue a dicho serpentín para bajar la temperatura y aumentar la eficiencia del sistema incluso en el período más caluroso. Alchemist combina en definitiva el enfriamiento adiabático con el subenfriamiento del fluido refrigerante para aumentar la eficiencia del sistema.
Funcionamiento de Alchemist.
Entre sus ventajas destaca el hecho de que la refrigeración del subcooler adiabática es muy recomendable ya que no sólo reduce el consumo de agua, sino también el consumo eléctrico -en comparación con los sistemas de refrigeración que sólo tienen enfriadores de gas-. Asimismo, los equipos incorporan un panel eléctrico que permite una optimización continua y su accesibilidad favorece las inspecciones y tareas mínimas de mantenimiento. Además, su sencilla instalación, incluso adaptándose a sistemas ya existentes (retrofit), constituye una ventaja definitiva.
Al preguntar a Torraval qué motivos le darían a sus potenciales clientes para apostar por Alchemist, la empresa lo tiene claro: “Alchemist es un subcooler adiabático sencillo y compacto, diseñado para aumentar la potencia de los refrigeradores y la eficiencia energética estacional, específicamente para el reacondicionamiento de los equipos de refrigeración en supermercados, un sector particular y exigente, centrado en la eficiencia y la confiabilidad. Gracias al CO2 transcríctico, podemos obtener resultados desde un refrigerador de eficiencia de clase D (estacional promedio) hasta una clase A, como una nueva instalación”, afirman.
En este sentido, Torraval añade que Alchemist “puede instalarse en cualquier sistema de refrigeración para supermercados con una capacidad de refrigeración desde 50 [kWf] hasta 500 [kWf], según las necesidades y el tamaño de la tienda, aunque se recomienda la instalación en los siguientes casos: retrofit o actualización de circuitos de refrigeración con HFCs; en combinación con nuevas unidades de refrigeración con HFC o HFO; o sistemas transcríticos de CO2.