Llamas concentra toda su producción en una sola planta en Girona
La producción de envasado industrial rígido conlleva una serie de inconvenientes para el fabricante derivados de una estricta demanda del cliente, del mercado y a las normativas vigentes. “Aunque parezca un mercado y un producto sencillo, no lo es. Tanto el envasador como el usuario final exigen características de resistencia (rigidez), impacto y flexibilidad, estanqueidad, facilidad de uso y funcionalidad a nuestros productos. Además la estética es importante. Los envases deben contemplar estos puntos teniendo en cuenta que los márgenes son pequeños. La inversión necesaria para fabricar un solo modelo es muy elevada y por tanto deben moverse volúmenes grandes y trabajar en regímenes de 24 horas”, comenta Daniel Mangrané responsable de la división de envases plásticos de Llamas. “El material tiene una incidencia muy importante sobre el escandallo del producto–continúa Mangrané–. Los transformadores compramos peso y vendemos volumen por lo que es esencial la gestión de la materia prima. El diseño de producto debe enfocarse hacia la economía del material sin perder de vista las propiedades de resistencia que el envase debe tener”.
Garantía Husky
Esta joven división de Llamas tiene siete años de vida, por lo que su parque de máquinas es de reciente adquisición. La última compra a Husky consistió en dos inyectoras idénticas de 650 toneladas de la serie Hylectric.
Llamas apostó por Husky “por su experiencia en el sector de packaging. La inyección de envases con espesores de pared delgados o relativamente delgados requiere máquinas rápidas con alta repetitividad. La fiabilidad del proceso es muy importante. Husky ofrece un buen servicio técnico con personal muy cualificado y suministro de recambios en menos de 24 horas”, asegura Daniel.
Además de las inyectoras y las máquinas de impresión Llamas dispone de otra tipología de maquinaria para operaciones posteriores de los envases tras ser inyectados, tales como la colocación de asas metálicas o de plástico o alguna operación mecánica sobre él. Estos procesos los realizan de forma automática y generalmente, en línea con las máquinas de inyección.
Transformación de plásticos
Para la fabricación de estos envases Llamas emplea polipropileno copolímero. Según Mangrané “este material permite conseguir un buen balance entre rigidez e impacto. Utilizamos varios grados, algunos con mayor o menor rigidez, transparentes... Existen algunas semipiezas como mangos, asas o tapas pequeñas que se fabrican en polietileno debido a su mayor flexibilidad. No se utilizan otro tipo de plásticos”.
La mayor parte de los clientes de Llamas son españoles aunque también exporta (menos del 5 por cien del volumen de envases plásticos) hacia Francia o el norte de África. En la sección de envases metálicos la cuota de exportación es sensiblemente mayor.
Impresión
Esta empresa aplica la tecnología offset seco a seis colores para imprimir los envases. “Las máquinas de offset permiten obtener una alta calidad en la decoración. El proceso es rápido aunque los tiempos de cambio no lo son tanto, esto obliga a trabajar con lotes de fabricación algo mayores comparados con otras tecnologías de impresión. También hemos optado por la serigrafía en los envases más pequeños. El IML está por llegar”, comenta el responsable de la división de envases plásticos de Llamas.
Con respecto a la actividad de 2003, la división de envases plásticos de Llamas ha experimentado un crecimiento similar al de años anteriores. Durante el año pasado se consolidaron algunos de los productos que la compañía tenía en marcha y se enfocaron nuevos productos para este año 2004. “Gran parte del año la dedicamos a enfocar el diseño de la nueva planta y al traslado. Hoy en día la fabricación de envases de plástico está completamente ubicada en la fábrica nueva de Girona y muchos de los proyectos previstos para este año están ya consolidados”, adelanta Mangrané.
En cuanto al futuro, la dirección de Llamas apuesta por enfocar el negocio hacia la flexibilidad y rapidez en el suministro, en ofrecer un producto de calidad que satisfaga los requisitos de sus clientes y en la reducción de los costes operativos a través de mejoras en organización y automatización de procesos. También cree importante diversificar los productos para evitar que el efecto de la estacionalidad perjudique el volumen de las ventas durante algunas épocas del año.