¿Están haciendo lo suficiente los proveedores de tecnología para reducir la huella medioambiental de los envases?

Mientras que la sostenibilidad es cada vez más un problema para las marcas y una oportunidad para los proveedores de servicios de impresión, los proveedores de tecnología se esfuerzan por crear soluciones más respetuosas con el medio ambiente.

Más allá de su innegable atractivo y su contribución a la seguridad y el atractivo de los productos, los envases contribuyen significativamente a la cantidad de residuos que hay que eliminar, ya sean de papel, plástico, metal o vidrio. Esta conciencia está muy extendida entre los consumidores y, sobre todo, entre los transformadores y proveedores de la cadena de suministro, que están llamados a ofrecer a las marcas soluciones acordes con la normativa de seguridad y sostenibilidad. Es arduo, dado que solo algunas normas están reconocidas y compartidas a escala mundial, mientras que cada país o conjunto de países, en primer lugar la Unión Europea, publica sus propias directivas.

Volviendo a Drupa 2024, ¿qué áreas tecnológicas se ven más afectadas? ¿Cómo se están movilizando los fabricantes? ¿Y cómo destaca Drupa la posible contribución de los líderes tecnológicos a la sostenibilidad?

Aunque depositar una capa de colorante sobre un sustrato no es tecnología de cohetes, la impresión sigue siendo uno de los guardianes excepcionales del envasado.

Analizando las modernas prensas offset, no hace falta ser un experto para concluir que son esencialmente las mismas desde hace décadas. Sin embargo, es interesante observar cómo los (pocos) fabricantes se han esforzado por hacerlas más automatizadas, interconectadas y eficientes. La prueba la ofrecen las imprentas en línea y las empresas web-to-pack, que realizan docenas de puestas a punto y cientos de trabajos cada día en cada rotativa, con sólo un puñado de hojas sobrantes.

Aunque el analógico juega sus cartas, la impresión digital es y seguirá siendo el actor clave en Drupa 2024. En el campo del cartón plegable, en concreto, el mundo espera los nuevos movimientos de la polifacética Landa, que en Drupa 2012 lanzó el reto de digitalizar grandes volúmenes de cartón plegable tamaño B1 mediante impresión nanográfica de inyección de tinta con base de agua, reduciendo la tirada mínima a un pliego. Una apuesta en la que el israelí juega casi en solitario, a excepción de la alemana Koenig & Bauer y la italiana Durst, que, en una joint venture, crearon la VariJET 106 con tintas al agua.

El uso de tintas al agua en sustratos de papel es una tecnología abierta, pero está fuera de juego en el caso de los films flexibles y las bolsas de plástico, donde la tecnología digital es inaplicable o marginal. A la espera de una solución viable, los fabricantes digitales están promoviendo la sustitución de las películas de plástico por papel, imprimible con productos químicos más sostenibles, más fácilmente desechable y reciclable. Entre los actores en este campo figuran HP Indigo con la conocida tecnología ElectroInk, Xeikon con su tóner seco Titon, resistente a los arañazos y termosellable, y Screen con sus plataformas de inyección de tinta al agua Truepress PAC.

Aunque menos urgente por la menor incidencia de envases en contacto con alimentos, la impresión al agua también es cada vez más común en los envases de cartón ondulado, donde HP, con su tecnología PageWide Industrial de preimpresión y postimpresión, lidera la carrera. Pero hay nuevos actores dispuestos a dar pasos audaces en este campo. Entre ellos se encuentran Fujifilm y Canon, y el grupo chino Hanglory.

Para casi todos los fabricantes, una cuestión espinosa y sin resolver es la destintabilidad de los soportes, que será cada vez más crucial en una dinámica de verdadera sostenibilidad.

La producción de envases implica muchos procesos auxiliares, especialmente en productos de gama alta. Durante décadas, los convertidores han realizado el pretratamiento, la impresión, el troquelado, el plegado, el encolado, la aplicación de barnices selectivos y láminas metálicas, la sobreimpresión y la codificación mediante procesos analógicos, casi siempre fuera de línea, recurriendo a menudo a proveedores externos para producir planchas y marcos de serigrafía.

La introducción de la tecnología digital en el campo del acabado se remonta a hace 15 años de la mano de Scodix y MGI. Hoy en día, se adapta bien a los requisitos de velocidad y tamaño de los envases, hasta el punto de que muchos convertidores la utilizan de forma intensiva para realizar el barnizado y el laminado de tiradas medianas en tamaño B1, reduciendo a cero los tiempos de preparación y los desperdicios.

El troquelado digital, presentado por Highcon en Drupa 2012, es también una opción consolidada que están desarrollando algunos fabricantes. Entre los más notables está la italiana SEI Laser, candidata a entrar en la órbita de BOBST en 2020, que ha combinado el corte por láser con un dispositivo de escritura fuera de línea para hender matrices, ofreciendo un sistema limpio, preciso y rentable para troquelar de una a miles de hojas.

Sin embargo, el segmento del envasado que más ha adoptado la tecnología digital es el de la impresión y conversión de etiquetas. Aquí juegan el juego los proveedores tradicionales, pioneros de lo digital, y un gran grupo de recién llegados, que ofrecen plataformas integradas de impresión, acabado y conversión capaces de realizar varios procesos en línea, pasando de una bobina de adhesivo neutro a una etiqueta lista para aplicar en un solo golpe. El sector de las etiquetas es también el laboratorio más avanzado en la hibridación de motores de impresión analógicos y digitales, con una oferta demasiado amplia para abarcarla en este artículo.

Los profesionales del envasado saben que la creación de envases más sostenibles pasa por todos los componentes de la cadena de valor, incluso los menos visibles. Tal es el caso de los papeles y sustratos, a menudo en el banquillo de los acusados por sus métodos de producción de alto consumo energético, su impacto en los recursos hídricos y forestales del planeta y los problemas críticos de los procesos de reciclaje y eliminación.

Aunque la industria papelera lleva desde los años 90 comprometida con la gestión sostenible de los bosques y la reducción de su impacto ambiental -¿quién no conoce los sistemas FSC y PEFC? - hoy el debate gira en torno a la eliminación de los envases multimaterial. En otras palabras, ¿cómo deshacerse de una botella de vidrio con tapón de plástico y etiqueta de papel? Tanto los grandes fabricantes mundiales como los especializados están invirtiendo en la creación de envases monomateriales fácilmente extraíbles y adhesivos que simplifiquen la separación y el reciclado de los envases. Un ejemplo es la tecnología AD CleanFlake de Avery Dennison, que desprende completamente la etiqueta impresa (incluido el pegamento) de los envases de PET y HDPE. Cada vez más fabricantes de papel para etiquetas están invirtiendo en programas de reciclaje de papel protector y en el desarrollo de tecnología sin papel protector, que, si se implanta a gran escala, eliminará millones de toneladas de papeles y films siliconados para su eliminación cada año.

La investigación y el desarrollo de nuevas soluciones de envasado sostenibles por parte de los transformadores avanzados es también un fenómeno interesante. La italiana LIC Packaging, por ejemplo, utiliza sus onduladoras no sólo para producir cartón ondulado, sino también un innovador sustrato de papel monomaterial para contacto con alimentos, biodegradable y reciclable, resistente a la grasa y al calor. LIC imprime la mayoría de sus productos con la tecnología de inyección de tinta al agua HP PageWide.