Buenas perspectivas para el film de BOPP en el mundo
A pesar de que el crecimiento de la demanda de film BOPP se ralentizó notablemente en 2008 siguió creciendo en un 2% hasta alcanzar un total de 5,1 millones de toneladas. En 2009 la situación mejoró y la demanda aumentó un 6%, lo que supuso añadir otras 300.000 toneladas a la demanda. Las perspectivas son buenas y según los autores del estudio todo parece indicar que la demanda de este tipo de película continuará creciendo entre el 6 y el 7% anual a lo largo de los próximos tres o cuatro años. Los principales tractores de esta demanda sostenida serán países asiáticos y, en menor medida, países de la Europa del Este, Rusia y Brasil.
Sin embargo, la industria sigue teniendo ante sí muchos retos. Podríamos estar hablando de una industria atractiva y rentable, con elevados índices de crecimiento, una base de clientes fragmentada y dificultades para entrar, pero en realidad, con lo que nos encontramos es con que no parece que haya dificultades para encontrar apoyo financiero para crear nuevas plantas, de forma que esta industria sufre constantemente un problema de sobreinversiones cuyo resultado es la sobrecapacidad, precios bajos y escasos retornos de la inversión, con una base de clientes poderosa y globalizada.
También se están realizando importantes inversiones en la producción de BOPP en Oriente Medio, cuyos productores tienen acceso a resinas de PP a bajo precio, lo cual tendrá seguramente sus consecuencias en el comercio mundial ya que, debido a sus mercados locales relativamente pequeños y a su buena infraestructura para la exportación, buscarán los mercados de alto valor de zonas geográficas como Europa.
Otro país con muchas inversiones en los últimos años ha sido India, por su enorme potencial para el envase y embalaje de film de BOPP. Su población es similar a la de China pero la demanda actual de BOPP es una décima parte de la china. La industria del embalaje flexible se ha desarrollado con mucha rapidez gracias al crecimiento económico y al aumento de una clase media que busca alimentos envasados y bienes de consumo más sofisticados.
Por el contrario el crecimiento se está ralentizando en Europa occidental, Norteamérica y Japón, lo cual sitúa a los productores de BOPP ante nuevos retos, a la vez que pone de manifiesto que suelen contar con plantas más antiguas, más lentas, más pequeñas y con costes más elevados.
A pesar de que esta industria esté afrontando retos importantes, al menos opera en un entorno positivo de crecimiento mundial por encima del 6% anual, suministrando a la industria de la alimentación y otras consumidoras de envases y embalajes que se consideran esenciales en nuestro actual modo de vida.
El crecimiento económico en países emergentes y en desarrollo, los mayores estándares en la seguridad e higiene de los alimentos, la creciente demanda de alimentos envasados y la necesidad de alimentar una población mundial que sigue aumentando, requieren un sistema de distribución de alimentos rentable y que asegure la preservación de los mismos. Todo ello contribuirá al aumento del mercado del film BOPP en el mundo.
Más sobre el BOPP
El polipropileno biorientado tiene ya una larga historia ya que en los años 70 se desarrolló el proceso para convertir este polímero en una película biorientada. Con la biorientación se logró una mejora sustancial de las propiedades ópticas, mecánicas y de barrera al vapor de agua de la película, hasta el punto de que se ha convertido en el film más versátil en la industria del envase flexible. Sus aplicaciones más habituales las encontramos en los envases de galletas, snacks, caramelos o etiquetas y, en general, en todos los alimentos que no deben perder ni permitir la entrada de humedad externa.