El envase activo actúa sobre su contenido
La gran desventaja de todos los materiales de plástico es que no son impermeables a los gases. En cambio el vidrio y la hojalata o aluminio ofrecen una protección casi absoluta. La utilización de compuestos de lámina de alta tecnología en los envases de plástico persigue mejores propiedades impermeabilizantes. Con los nuevos materiales activos se inicia una nueva era del plástico: Los aditivos no sólo absorben el oxígeno que penetra a través del envase, sino también el oxígeno residual que se encuentra en el espacio superior del envase llenado. La estrategia consiste entonces en crear activamente una atmósfera que conserve la calidad nutritiva del contenido del envase mediante una reacción química. Por lo general, los reductores del oxígeno están formados por sales ferrosas que se incorporan a una capa de plástico intermedia para que no pueda migrar ninguna sustancia extraña hacia los alimentos. El uso de catalizadores metalorgánicos en las poliolefinas optimizan las propiedades del producto. Esto supone la aplicación de la tecnología de coextrusión para producir envases activos a base de láminas multicapas.
Para activar los aditivos se necesita una cierta humedad atmosférica que, de todos modos, existe en los alimentos preparados. Los envases activos respaldan de esta manera las tecnologías convencionales, como el envasado bajo atmósfera modificada, MAP, que consiste en la absorción del oxígeno residual presente en la parte superior de los envases de comida lista para ser consumida, retardando la degradación microbiana y sensitiva. Sin embargo, además se requiere una tapa sellada impermeable al gas.
Con frecuencia también se califican como envases activos los botes que contienen el llamado widget con una sustancia adicional que se activa al abrir el bote. El contenido del bote se mezcla con el del widget, mejorando la calidad del producto. Por ejemplo, una cápsula de nitrógeno activada hace que salga espuma al abrir el bote de cerveza. Esta tecnología que activa la producción de espuma se puede aplicar también en otros productos, por ejemplo en merengadas o café cappuccino.
Entre los productos especiales se pueden mencionar el bote que se calienta automáticamente, el bote autorrefrigerante, los procesos reguladores de la temperatura, como intensificadores del calor en hornos microondas o acumuladores térmicos.
En el género del envase inteligente están los indicadores externos e internos que registran las variaciones de la calidad del producto durante el período de almacenaje, como por ejemplo variaciones de la temperatura o interrupciones de la congelación. A este grupo pertenecen también los elementos de seguridad, tales como etiquetas que avisan en caso de manipulación o uso indebido.
Los cierres que estén equipados con un sello incorporado "activo", eliminan de una manera elegante el oxígeno residual que queda en el cuello de la botella después del llenado. Esto significa, que las bondades de los materiales activos se reflejan también en los envases que no son de plástico.
En el caso de las comidas preparadas esterilizadas o de carnes y embutidos preenvasados, la utilización de sustancias absorbentes del oxígeno ofrece otra ventaja importante en el proceso de distribución de los productos: Se prolonga el período de conservación sin necesidad de refrigeración.
Una de las propiedades de las plantas es que contienen anticuerpos, como por ejemplo aceites esenciales; esto hace pensar en la posibilidad de reforzar los sistemas de protección antimicrobianos. El problema que deben enfrentar los investigadores es que muchas veces estas sustancias afectan al olor y al sabor de los productos. El uso de anticuerpos naturales sería beneficioso ya que no habría necesidad de fumigar, p.ej. con dióxido de azufre.
Japón se considera como el país líder en tecnologías antimicrobianas aplicadas en envases. Ya en 1983 se registró la primera patente para este tipo de lámina. Se utiliza plata y una serie de sustancias naturales, como por ejemplo una sustancia extraída de la madera de cedro o extractos del rábano. Desde fines de la década de los ochenta, Estados Unidos realiza investigaciones para encontrar sustancias que sirvan como agentes antimicrobianos para láminas de plástico. Las láminas que contienen quitosana, un aminopolisacárido, también son biodegradables. Junto con las sales del ácido benzoico y ácido sórbico tienen propiedades antimicósicas e inhiben el crecimiento de mohos.
Sin embargo, muchas de las sustancias antimicrobianas que han sido investigadas hasta este momento son eficaces sólo si una cierta cantidad de ellas penetra en el producto, lo que en todo el mundo generaría problemas en virtud de la legislación del sector alimentario a nivel mundial. Hasta qué punto se puede controlar la liberación de agentes activos en el producto es una interrogante que aún está por resolverse y se está investigando actualmente. Por los momentos, las disposiciones que regulan el sector alimentario frenan toda iniciativa para aplicar los nuevos materiales -y más aún, si se activa un material del envase que produce la migración de sustancias al producto. Y ésta es justamente una de las principales propiedades de los materiales antimicrobianos. Es por eso que se deberán aclarar los aspectos legislativos y de seguridad para su uso futuro en este sector. Por otra parte, hay que cumplir con las disposiciones medioambientales y habrá que crear un sistema de códigos informativos que despeje las dudas del consumidor.
En el año 1999 se creó en Europa el proyecto de la Unión Europea ACTIPAC: EU FAIR con el fin de promover la investigación de envases activos. Uno de los objetivos de este proyecto es establecer contactos con las autoridades de la UE para activar los cambios en la legislación que tiene estancados los desarrollos tecnológicos.
En este proyecto participan empresas, institutos y universidades de Bélgica, Inglaterra, Finlandia, Francia, Italia, los Países Bajos, Suiza y España.
Casi simultáneamente arrancó en la ciudad de Freising, Alemania el proyecto "Active Packaging" en el Instituto Fraunhofer de Técnica de Procesos y Envase y Embalaje. El tema principal que se investiga allí gira en torno a los materiales que absorben oxígeno.