Polietileno y tiza para hacer botellas
Aumenta la moda bio en los recipientes de alimentos
En los últimos 30 años se consumieron en la tierra más materias primas no renovables que en toda la historia de la civilización. Los actuales cambios climáticos nos advierten: hay que establecer nuevas referencias para la extracción y el consumo de estos recursos. Por consiguiente, la industria del plástico comienza a dedicarse intensamente a los materiales renovables: los llamados “bioplásticos” se están intentando hacer un hueco en aplicaciones para el sector alimentario. Una combinación de materiales de polietileno (PE) y carbonato cálcico es una de las últimas aportaciones.
En este marco de cooperación, la empresa sueca productora de materias primas Polykemi AB (Ystad - Suecia www.polykemi.se) presenta en Interpack un nuevo bioplástico: un polietileno con un porcentaje de tiza (carbonato cálcico) como material de relleno. Este granulado de la empresa sueca se denomina “EcoScan” (hasta ahora: “ScanFill”) y sustituye al PEAD convencional en los recipientes de productos alimentarios.
La alternativa económica
Esta materia prima presenta propiedades de barrera excepcionales, una protección contra las radiaciones ultravioletas mejorada y además sorprende por su alta rentabilidad. Además presenta ventajas en cuanto a la facilidad de procesamiento en moldes de extrusión-soplado: actualmente se prueba la primera máquina de soplado completamente eléctrica Eblow 206 D como instalación de dos estaciones en la extrusión en 3 capas. De esta forma pueden moldearse por soplado 5.220 botellas de leche de 200 ml por hora en una máquina Bekum con el material EcoScan.
Dependiendo de con qué material se compare, pueden alcanzarse producciones hasta un 30 por ciento mayores.
El nuevo material presenta propiedades de barrera excepcionales, buena protección contra las radiaciones ultravioletas y facilidad de procesamiento en moldes de extrusión-soplado.
EcoScan moldeado por soplado
EcoScan está homologado según la FDA como apto para alimentos, y convence por su larga durabilidad. Estas ventajas físicas y funcionales sólo son el comienzo: su extracción y refinado, así como la posibilidad de reciclarlo tras utilizarlo como envase, dan como resultado un balance ecológico positivo.
Al fabricar EcoScan se ahorra ya agua y energía. Ambas empresas confían profundamente en que la contribución de este material al medio ambiente sea bien aceptado en el mercado.