Un envase que mejora la conservación y la seguridad del pollo fresco
Itene ha desarrollado un envase activo generador de atmósferas modificadas que mantiene el producto envasado en unas condiciones de frescura idóneas durante un mayor período de tiempo. Asimismo, también ha creado un envase antimicrobiano para garantizar la seguridad microbiológica frente a Campylobacter de la carne fresca de pollo.
Los consumidores demandan cada vez más, alimentos de alta calidad, en la que se incluyen aspectos relacionados con el valor nutricional, la experiencia sensorial y que sean alimentos seguros. La carne fresca de pollo es considerada de alto interés nutricional por ser fuente de proteína y bajo en grasa, siendo, además, más económica que otras carnes, situándose entre los alimentos cárnicos más demandados y consumidos. Sin embargo, el consumo de carne de pollo es una de las principales causas de infecciones alimentarias a nivel europeo debido a posibles contaminaciones con la bacteria Campylobacter.
El centro tecnológico Itene, dentro de su línea de investigación de ‘Nuevos Materiales Avanzados; Sistemas y Tecnologías de Envasado’, ha logrado desarrollar un envase activo y antimicrobiano para la carne fresca de pollo. Se trata del resultado del proyecto ‘Chickenpack’, financiado por IVACE (Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial de la Generalitat Valenciana) a través de los Fondos europeos FEDER de Desarrollo Regional, en el marco del programa de ayudas dirigidas a centros tecnológicos con el expediente IMDEEA/2017/134.
El proyecto ha contemplado dos líneas de actuación; el desarrollo de un envase activo generador de atmósferas modificadas para mantener el producto envasado en unas condiciones de frescura idóneas durante un mayor período de tiempo y el desarrollo de un envase antimicrobiano para garantizar la seguridad microbiológica frente a Campylobacter de la carne fresca de pollo.
Mayor vida útil y menor riesgo de contaminación
El potencial impacto económico y de creación de empleo de los nuevos envases se basa en dos grandes beneficios que aportan valor al sector. El primero de ellos es el aumento de la vida útil del producto debido al uso de una alternativa al envasado en MAP. Así, esta alternativa a los envases que utilizan atmósfera modificada ofrece un alargamiento de vida útil del producto que se da por la atmósfera protectora generada dentro del propio envase. En términos económicos, el envasador de producto no ha de incluir la operación de mezclado e inyección de gases en su producción, además en los lineales producirá mayores tiempos de permanencia, redundando en mayores oportunidades de venta y nuevas oportunidades de negocio en mercados más distantes. Por otro lado, se reducen los costes originados de la gestión de residuos de producto envasado que ha caducado, y al dotar de más tiempo de almacén genera menores costes logísticos.
La carne de pollo es una de las más consumidas en nuestro país.
La otra gran ventaja es la reducción de contaminaciones por Campylobacter: La aparición de casos de intoxicación por consumo de pollo redunda en daños contra la imagen de marca debido a la pérdida de confianza por parte de los consumidores, además de posibles costes por sanciones por parte de clientes y agencias sanitarias. Esta solución propone la reducción del coste económico de la campilobacteriosis sobre la productividad y en costes de atención sanitaria.