Cultivare, talento y danza en una etiqueta de vino
Domènech.Vidal es la marca de vinos tranquilos del Grupo Vallformosa, conocido en mayor parte por sus cavas. El grupo bodeguero del Penedès apostó fuerte por un proyecto ganador: Cultivare, una pieza audiovisual que combina música, danza y vino con el objetivo de crear etiquetas únicas para una edición limitada de vinos singulares.
Desde 1865, la familia Domènech ha cultivado la tierra y ha elaboradodo vinos de sus fincas en Vilobí del Penedès (Barcelona). El trabajo con variedades autóctonas y el fuerte arraigo con la cultura son la esencia de Domènech.Vidal. La creación de los vinos Cultivare son un homenaje a las viñas viejas de la bodega y responde a la voluntad de buscar la excelencia de sus vinos y entrar en el mercado de los productos de gama alta.
A principios de 2016, el estudio de diseño gráfico Ladyssenyadora recibió el encargo de la bodega Vallformosa para elaborar las etiquetas del nuevo Cultivare. Se trataba de un pequeño tiraje de autor de un producto nuevo y de gama alta que quería posicionar a la bodega (y más concretamente su marca de vinos tranquilos Domènech.Vidal) dentro del mundo de la cultura. 2.353 botellas de Cultivare Blanco y 2.321 de Tinto fueron el resultado.
“Las uvas con las que elaboramos los vinos Cultivare provienen de viñas viejas. En el caso del blanco, las viñas tienen más de 50 años y están situadas en el término municipal de Vilafranca del Penedès. La uva tinta proviene de viñas de alrededor de 40 años y están en el Massís del Garraf, junto a Sant Pere de Ribes”, explica el enólogo de Masia Vallformosa, Xavi Pons.
“El tinto es un coupage de dos variedades (58% Sumoll y 42% Cariñena) de la cosecha de 2012. En el caso de la uva blanca, se ha cosechado de forma manual y es 100% Xarel·lo”, indica el enólogo.
Creatividad como objetivo
La palabra cultura comenzó a resonar dentro de las mentes creativas del equipo de Ladyssenyadora, Raimon Benach, Montse Raventós y Jordi Roca. ¿Qué es cultura? –se preguntaron– ¿Arte? ¿Música? ¿Danza? ¿Pintura? ¿Cine? ¿Vino? ¿Podía todo esto quedar reflejado en una simple etiqueta de papel?
Pronto se dieron cuenta que Cultivare (que etimológicamente es la raíz latina de cultura) tenía que ser mucho más que una botella de vino. Con la libertad que les brindaba su cliente comenzaron a idear un plan para hacer de este vino una obra de arte total que traspasara todas las fronteras del diseño convencional de una etiqueta.
“La etiqueta, la parte más visible del vino, es una expresión artística por sí sola. Es como un cuadro, un lienzo en blanco… Un espacio donde plasmar toda nuestra pasión. Con Cultivare queremos hacer énfasis en la unión del vino y la cultura”, señala Vicenç Vidal, director general de Masia Vallformosa.
Al ingenio creativo de Ladyssenyadora se añadió, de manera natural, la mirada de los realizadores audiovisuales Oriol Gallart y Jordi Cabestany, de la productora Centset. Juntos idearon una performance que acogería diferentes disciplinas: danza, música, pintura, vídeo y, también, la propia elaboración del vino. El resultado fueron 5.000 etiquetas, todas únicas y diferentes, pintadas a través de los movimientos de los bailarines Olga Álvarez y Joan Palau que danzan sobre ellas al son de una pieza musical original creada por Miguel Marín.
Los bailarines idearon una coreografía basada en el proceso vegetativo de la planta. Desde la tierra, los dos bailarines se despiertan con las primeras gotas de pintura. Como en la vid, su energía va subiendo desde las raíces hasta los brazos que se ramifican buscando el aire y la luz. El despertar de la planta durante el invierno, el crecimiento de la primavera y la explosión del verano y la vendimia. Todo un proceso acompañado por la música de Miguel Marín que, buscando este componente natural, humano y orgánico de la tierra, ha empleado instrumentos antiguos como pianos, campanillas o xilófonos.
13 de abril de 2016
Cultivare nació el 13 de abril de 2016 en la sala de tinas de la bodega Vallformosa. El proyecto se planteó como un espectáculo de danza sobre un tatami de etiquetas de vino en blanco. Desde el techo, una lluvia de pintura (amarilla en caso del vino blanco y rojo por el tinto) mojaba los papeles y los artistas que, con su movimiento, iban tiñendo, salpicando y marcando cada una de las etiquetas. El espectáculo se repitió hasta 6 veces para obtener las 4.674 etiquetas necesarias para vestir los vinos Domènech.Vidal. Solo el equipo de la bodega, los artistas y un grupo muy reducido de bloggers y periodistas pudieron presenciar ese momento ahora convertido en vino.
Y llegaron los premios…
Para dar visibilidad al proyecto, los autores realizaron un vídeo de un minuto y medio para promocionar el vino y dejar constancia de la performance. Esta pequeña pieza, que plasma la música y la danza como esencia del proyecto, ha sido galardonada como mejor trabajo promocional de la sección Collita de la sexta edición del Most, Festival Internacional de Cine del Vino y el Cava, celebrado en Vilafranca del Penedès en noviembre de 2016. El video se puede ver en este enlace: https://vimeo.com/174327452
El Most Festival es un certamen anual que reúne las mejores producciones audiovisuales relacionadas con el mundo de la viña, el vino y el cava. En su sexta edición se presentaron un total de 35 trabajos procedentes de 12 países, entre documentales, películas de ficción y vídeos promocionales.
Para los autores de Cultivare, “el apoyo depositado per parte de la bodega al equipo creativo ha sido la clave para el desarrollo del proyecto". Además, destacan el hecho de que en el desarrollo del proyecto "cada uno ha trabajado su lenguaje para alcanzar el resultado: una etiqueta única”.