Dra. Sara Ramón, coordinadora del proyecto FreshBox
Arranca en Zaragoza el proyecto europeo FreshBox
El pasado 8 de julio arrancó en AITIIP Centro Tecnológico el proyecto FreshBox, un proyecto para el desarrollo de un innovador contenedor inteligente para el transporte de frutas y verduras que permitirá alargar la vida útil y calidad de las mismas. El proyecto está cofinanciado dentro de la convocatoria Life+ y liderado por el Parque Científico Tecnológico Aula Dei, especialistas en trabajar en temas de postcosecha y conservar la calidad del producto una vez recolectado.
FreshBox está desarrollando un contenedor activo e inteligente para el transporte de productos frescos conservando su calidad, disminuyendo los daños del producto (y así los residuos) y reduciendo el consumo de combustible durante el transporte, cuya finalidad será mejorar la sostenibilidad de la distribución de frutas y hortalizas creando un sector más competitivo ofreciendo al consumidor un producto de alta calidad. Es un contenedor inteligente que almacena y transporta diferentes tipos de productos frescos en las condiciones ideales de acuerdo a su tasa respiratoria; está controlado por un innovador equipo de sensores integrados que monitorizarán las principales características ambientales en el contenedor y permitirá su trazabilidad; es ligero —fabricado con una tecnología que ahorra energía y con parte del contenedor hecho de material reciclable—; y, puede transportar productos frescos cosechados en un estado de madurez más avanzado. Así, los consumidores podrán disfrutar de las frutas y verduras con mejores características organolépticas.
Pero dar forma a un proyecto de esta envergadura no ha sido fácil. Durante reuniones de colaboración entre AITIIP y el Parque Científico Tecnológico Aula Dei surgió esta idea creyendo que tendría un gran interés crear un envase o sistema para poder transportar las frutas y verduras aumentando su vida útil. Tal como comenta Sara Ramón, coordinadora del proyecto, “era una idea que estaba rodando hacía ya un tiempo, y estudiando y analizando, vimos que tenía un componente medioambiental muy importante y decidimos darle forma presentándolo a la convocatoria Life+ y cerrando el proyecto con más socios para poder dar el carácter demostrativo que nos pide la convocatoria”.
Para llevar a cabo el contenedor FreshBox, el proyecto cuenta con la participación de 4 entidades españolas —Fundación PACTAD, líder del proyecto y que llevará a cabo los estudios de vida útil y analizará la calidad de las frutas y hortalizas; Fundación AITIIP, que diseñará y desarrollará el contenedor con sustancias activas; Lafuente Tomey, que se encargará de los requerimientos y promoción entre el sector hortofrutícola; y Transfer, que llevará la promoción y difusión del proyecto—, la alemana Kölla, que distribuirá y suministrará los productos frescos, y la irlandesa Imar, que desarrollará el sistema de monitorización y control. Como coordinadora del proyecto, Sara Ramón destaca que la fundación AITIIP tiene dos papeles fundamentales, como responsables del proyecto y participantes. “Como responsables servimos como interlocutor con la comisión europea, siendo nosotros los que firmamos el acuerdo y desarrollo y posteriormente firmamos con el resto de socios. Por tanto, tenemos que velar porque se desarrollen todas las acciones, no sólo de las que somos nosotros directamente responsables técnicamente y además que económicamente se ejecuten todas las acciones conforme al presupuesto que nos hemos comprometido con la Comisión Europea”. En definitiva, hay un equipo de formación acorde con la envergadura del proyecto, ya que hay personal muy cualificado tanto en el laboratorio como en el resto de departamentos.
El proyecto cuenta con la participación de 4 entidades españolas, una alemana y otra irlandesa.
El proyecto ya tiene luz verde y el proceso de elaboración del contenedor se encuentra en las fases preliminares donde se está decidiendo qué frutas y hortalizas se testarán, cuáles son las características exactas de impermeabilidad que requieren para las distintas etapas y qué sustancias activas se incorporarán —todo ello con el apoyo de AITIIP, que es el encargado de desarrollar el contenedor—. Asimismo, esta fase engloba una acción de desarrollo de los sensores que monitorizaran todo el transporte y las condiciones del contenedor. La empresa tecnológica irlandesa Imar se encarga del desarrollo de dichos sensores, que también está haciendo las definiciones para medir la temperatura en un rango, la concentración gaseosa o la medida relativa. Una vez definidas estas condiciones preliminares se empezará a trabajar en el desarrollo del contenedor, los sensores y de los requerimientos más específicos de frutas y hortalizas. De tal manera que para el año que viene ya estará disponible el contenedor para hacer algunas pruebas. Primero se harán unas pruebas de laboratorio y en el 2016 de transporte. “Aunque el contenedor no está desarrollado del todo, sabemos que es una idea viable, sino una convocatoria como Life+ no nos hubiera apoyado”, afirma Sara Ramón.
Apoyando al medio ambiente y el desarrollo sostenible
Tanto la Fundación PCTAD como la Fundación AITIIP están muy concienciados con el medio ambiente y el desarrollo sostenible. Prueba de ello es que el contenedor FreshBox cuenta con varias ventajas medioambientales como la reducción en un gran porcentaje de las pérdidas de alimentos durante el transporte, un tema que causa indirectamente una gran emisión de CO2 al tirar alimentos y que es una de las prioridades de la comisión europea en este momento; la ligereza del contenedor y su elaboración con unos materiales plásticos muy novedosos y materiales biodegradables, con lo cual se reduce peso en el transporte y se reduce el consumo de fuel; y, al ser más ligero energéticamente también es muy sostenible convirtiéndolo en un tercer factor que contribuye a la reducción de emisiones medioambientales.
Con la fase preliminar ya iniciada, Sara Ramón está confiada respecto a las previsiones realizadas al inicio del proyecto donde estimaron una duración de 3 años y un presupuesto de 1.957.435 € para el desarrollo del contenedor. “Esperamos que se ajuste en tiempo y forma. La verdad es que somos 6 socios muy complementarios que tuvimos nuestra reunión de lanzamiento. El proyecto va a ir muy fluido. A priori las expectativas son muy buenas”.