Un estudio revela que sustituir el plástico por otro material pondría en peligro los objetivos de Kyoto

La sustitución de los plásticos –en los casos en que es posible– por otros materiales más tradicionales en Europa Occidental requeriría una cantidad extra de energía equivalente a 22,5 millones de toneladas de crudo de petróleo al año, y produciría unos 97 millones de toneladas adicionales de emisiones de gases de invernadero, lo que equivale al 30% del objetivo de Kyoto de la Europa de los 15 para el periodo 2000-2012. Esta es la conclusión más importante de un estudio realizado por la consultoría GUA (Gesellschaft für umfassende Analysen GmbH) para PlasticsEurope.

"Las conclusiones de éste y de otros estudios relacionados son extremadamente importantes para guiar las políticas europeas, sobre todo en este momento de discusión de la Estrategia Temática de la UE sobre el uso sostenible de los recursos. Estos estudios subrayan la importancia de evaluar el impacto de los materiales y los productos a lo largo de todo su ciclo de vida. La mejora de la eficiencia de las fuentes de energía fósiles y la reducción de sus efectos sobre el cambio climático van a ser elementos fundamentales para alcanzar ese objetivo declarado de desvincular el crecimiento económico de las consecuencias negativas para el entorno". Así se expresó Nancy Russotto, presidenta de PlasticsEurope, durante la presentación de los resultados del estudio, sometido a revisión paritaria, en la conferencia Identiplast.

El estudio, sometido a revisión paritaria, fue encargado por PlasticsEurope y llevado a cabo entre marzo de 2003 y enero de 2005 por GUA GmbH, una consultoría vienesa que ha realizado numerosos estudios medioambientales para instituciones europeas, empresas y autoridades nacionales.

La base del estudio consistió en analizar un total de 174 productos de plástico representativos de las principales aplicaciones en los sectores de embalaje y envasado, componentes de automoción, equipos eléctricos, materiales de construcción y equipo médico. Se calcularon los balances de energía y sus efectos sobre el cambio climático para todas las fases del ciclo de vida (producción, uso y tratamiento al final de la vida útil) para los productos plásticos y para un material alternativo susceptible de cumplir la misma función. La eficiencia energética es importante en todas las etapas del ciclo de vida, desde la producción a la recuperación al final de la vida útil, pasado por el uso; no hay que olvidar que los plásticos pueden recuperarse como material o como fuente de energía.

Se concluyó que el 19% de las aplicaciones de los plásticos no pueden sustituirse de forma inmediata por otros materiales. Sirvan como ejemplo los airbags de los coches, el aislamiento de los cables o los envases médicos en blister. En otros casos, los plásticos podrían ser sustituidos, pero se calcula que con un consumo total de energía superior en un 26%. El sector que más contribuye al ahorro de energía es el de embalajes y envases de plástico, si bien prácticamente todas las áreas de aplicación ofrecen ventajas, ya sea en transporte, equipos electrónicos o productos de construcción tales como tuberías de plástico.

Harald Pilz, de GUA, director del estudio, comentó que "existe un margen de incertidumbre evidente en las cifras absolutas; no obstante, en las áreas en las que los datos resultaban insuficientes se adoptó un enfoque muy conservador y, en todo caso, es innegable que los productos de plástico ofrecen un ahorro de energía considerable y efectos más reducidos en el cambio climático que los materiales alternativos, en todo el ciclo de vida".

En lo que respecta al tratamiento al final de la vida útil, se aplicaron los niveles actuales de reciclado y recuperación en Europa. Con todo, los análisis de sensibilidad muestran claramente los beneficios que se obtendrían si se redujera la deposición en vertederos.

Los estudios de GUA también han demostrado que la progresiva sustitución de ciertos materiales por plásticos aportaría beneficios adicionales, pero que la sustitución de unos materiales por otros no es la forma de desvincular de manera absoluta los conceptos de "crecimiento económico" e "impacto medioambiental". Se calcula que el 40% del consumo energético de los productos se produce en general durante la fase de uso, y ese es el terreno en el que se pueden hacer las mejoras más importantes.

Por ejemplo, el aislamiento adicional de las viviendas podría tener un efecto muy significativo en la desvinculación entre crecimiento y efectos en el cambio climático, independientemente del material de aislamiento que se utilice. En su presentación en la conferencia Identiplast, GUA demostró que con que solamente se dedicase el 5% de la producción de aislantes plásticos a mejorar los niveles de aislamiento actuales, se obtendría un ahorro de energía tres veces superior a la energía necesaria para producir esos plásticos adicionales con un ritmo de crecimiento del 3% anual.

El estudio completo “The contribution of plastics to resource efficiency” (La contribución de los plásticos a la eficiencia de los recursos) puede descargarse de la página web de PlasticsEurope, en la sección Publicaciones/Informes técnicos.