La industria reclama soluciones energéticas para impulsar la descarbonización y el empleo

La industria electrointensiva, representada por AEGE (Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía), celebró el pasado 8 de octubre su cita anual en el Foro Energía AEGE 2024, que reunió en Madrid a más de 200 asistentes. Bajo el lema 'Industria electrointensiva: impulsando el futuro', el encuentro se centró en los desafíos que afronta este sector clave para la economía española, marcado por los altos costes energéticos y la necesidad de avanzar hacia la descarbonización y la electrificación.

El presidente de AEGE, José Antonio Jainaga, inauguró el Foro Energía AEGE 2024.

El presidente de AEGE, José Antonio Jainaga, fue el encargado de abrir el foro, subrayando la urgencia de implementar medidas que permitan a la industria electrointensiva competir en igualdad de condiciones con sus homólogas europeas. Jainaga destacó que en los últimos años, el consumo eléctrico de las empresas asociadas a AEGE ha disminuido más de un 30% desde 2019, una cifra preocupante que refleja la caída de la actividad industrial debido a los altos costes eléctricos.

Esta situación, según Jainaga, ha puesto de manifiesto una "desventaja estructural" en la factura eléctrica en comparación con países europeos que cuentan con un tejido industrial más robusto y competitivo. Para revertir esta tendencia, Jainaga reclamó medidas específicas, como la reducción de los peajes eléctricos y las compensaciones por las emisiones de CO₂ indirectas, con el fin de mantener la competitividad de la industria y facilitar su transición hacia un modelo más sostenible.

Uno de los momentos centrales del foro fue la primera mesa de debate, que abordó los tres grandes retos del sector: descarbonización, electrificación y competitividad. La discusión contó con la participación de figuras clave como Juan Antonio Labat, director general de Feique (Federación Empresarial de la Industria Química Española); Aurora Simón, gerente de Compras de Energía de Verallia y representante de Anfevi; y Santiago Oliver, director de Sostenibilidad e Innovación de Unesid.

Labat destacó la importancia de los contratos por diferencia para fomentar la inversión en la descarbonización de la industria, considerándolos “vitales” para acelerar la transición energética. Por su parte, Aurora Simón señaló que, sin un marco estable y predecible de precios energéticos, la electrificación de los procesos industriales sería difícil de llevar a cabo. Esto no solo impacta en la capacidad de las empresas para avanzar en su transición energética, sino que también pone en riesgo su competitividad frente a otros países y materiales alternativos, insistiendo en la necesidad de un mayor apoyo gubernamental.

Santiago Oliver añadió una visión más global, advirtiendo que, sin políticas adecuadas, la industria europea corre el riesgo de ser desplazada por productores de terceros países con menores costes y menos exigencias en cuanto a ambiciones climáticas. Oliver instó a la Unión Europea a garantizar que los productos europeos de baja huella climática puedan competir no solo a nivel local, sino también globalmente.

Otro punto clave del foro fue la presentación del estudio 'Impacto socioeconómico en España de una factura eléctrica competitiva en la industria', a cargo de Jordi Esteve, socio responsable de Economics en PwC. Esteve subrayó que la competitividad de los precios eléctricos es crucial para el mantenimiento y crecimiento del sector electrointensivo. Según el informe, si España tuviera unos precios eléctricos similares a los de Francia, el PIB y el empleo nacional podrían crecer estructuralmente en un 1%.

Este análisis refuerza el argumento de AEGE de que los elevados costes eléctricos están limitando la capacidad de la industria española para competir en igualdad de condiciones con otros países europeos. En este sentido, el estudio pone de relieve la importancia de reducir los costes energéticos no solo para garantizar la sostenibilidad del sector, sino también para impulsar la economía nacional en su conjunto.

La segunda mesa del foro se centró en las soluciones sostenibles para el sector electrointensivo. Entre los participantes estuvieron Fernando de Juan, head of Origination Iberia de Axpo; Blanca Losada, presidenta de Fortia Energía; y Silvia Escudero, head of Upstream Origination Iberia de Statkraft.

Fernando de Juan resaltó que Axpo ve a los consumidores electrointensivos como parte de la solución y no como un problema. En su intervención, destacó los productos personalizados de Axpo, diseñados para maximizar la flexibilidad de estos consumidores y adaptarse a las normativas vigentes.

Por su parte, Blanca Losada destacó el valor de los contratos de compraventa de energía a largo plazo (PPA, por sus siglas en inglés) y la necesidad de un marco regulatorio que favorezca la flexibilidad y firmeza en un sistema energético cada vez más dominado por las energías renovables. Losada también hizo referencia al informe Draghi, que aboga por una estrategia industrial que permita a Europa liderar tanto la transición energética como la digital.

Silvia Escudero, en representación de Statkraft, puso de relieve el creciente interés de la industria por los PPA, impulsado en parte por el Estatuto Electrointensivo, que ofrece a las empresas una herramienta para gestionar su exposición al riesgo en un entorno energético incierto. Escudero señaló que Statkraft está comenzando a explorar soluciones que aprovechan la flexibilidad de la industria para modular el consumo energético de manera más eficiente.

La tercera y última mesa de debate analizó los desafíos a los que tiene que hacer frente el nuevo regulador en un contexto de transición energética. En este panel participaron Marina Serrano, presidenta de Aelec (Asociación de Empresas de Energía Eléctrica); Joan Batalla, presidente de Sedigas (Asociación Española del Gas); y Diego Rodríguez, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.

Marina Serrano expresó su confianza en que la nueva Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) cuente con los recursos y personal suficientes para gestionar los complejos retos de la transición energética. En su opinión, es esencial que los precios competitivos de las energías renovables se trasladen a los consumidores, lo que solo será posible si el regulador actúa con eficacia.

Joan Batalla, por su parte, destacó la necesidad de que el regulador cuente con autonomía funcional, financiera y de gestión para poder tomar decisiones de manera profesional y abordar los desafíos que plantea el mercado energético actual. Batalla insistió en que un ente regulador independiente y bien dotado de recursos es fundamental para garantizar la innovación, la eficiencia y la libre competencia en el sector energético.

Diego Rodríguez cerró el debate apuntando a la “extraordinaria dificultad” que supone diseñar, tramitar y supervisar las numerosas medidas necesarias para avanzar en la descarbonización del sector energético, especialmente "cuando el regulador carece de suficientes recursos humanos y se encuentra con notables restricciones en términos de recursos humanos y, sobre todo, con dificultades para retener talento".

El Foro Energía AEGE 2024 fue clausurado por Rebeca Torró, secretaria de Estado de Industria, quien reafirmó el compromiso del gobierno con la industria electrointensiva. Torró destacó que el gobierno ya ha destinado 900 millones de euros para compensar los costes de las emisiones de CO₂ en los últimos años y anunció que la cifra ascenderá a 300 millones en la próxima convocatoria de ayudas.

“Entre todos los proyectos que ya se han resuelto de la primera línea del PERTE de Descarbonización, me gustaría destacar que contamos con 27 expedientes de empresas electrointensivas, que van a recibir 217 millones de euros. Y que, además, 10 empresas que forman parte de AEGE, hasta el momento, han obtenido 75 millones de euros de subvención", comentó la secretaria de Estado de Industria.

En su intervención final, Torró envió un mensaje claro a los asistentes: “Queremos que nuestras industrias sean más competitivas, reduciendo los costes de las emisiones indirectas, mientras avanzan hacia la descarbonización”.