La espada de Damocles
Cuenta la leyenda relatada por Cicerón que Damocles, un cortesano adulador de Dionisio I de Siracusa, fue invitado a disfrutar de todos los lujos del tirano intercambiándose con él por un día. Así las cosas, Damocles pudo disfrutar de un banquete servido como si del rey se tratara, a todo lujo y sin escatimar detalles placenteros. No obstante, en un momento determinado y en medio del festín, pudo apreciar una espada afilada que colgaba de un pelo de crin de caballo precisamente sobre su cabeza. Asustado por tal peligro abandonó el banquete y renunció a todas las dádivas.
Juan Pablo Viniegra Iglesias, secretario general de AECE.
Esta puede ser una buena metáfora que defina la situación del mercado actual en el sector de la maquinaria en general y de las carretillas elevadoras en particular. Vivimos en un festín pero con muchas espadas afiladas sobre nuestras cabezas.
Ya el 2021 había sido un gran año para nuestro sector, se salía del COVID con muchos menos apuros de los imaginados y se ponía la vista en la reactivación de la economía y en la llegada de los fondos europeos 'Next Generation'. Sin embargo, no todo iban a ser alegrías pues ya muchos vaticinaban un año 2022 complicado derivado de la escasez de componentes, especialmente los semiconductores, y del incremento de los costes de los fletes que encarecían toda la cadena de valor y que para nuestro sector, como último eslabón de la cadena, es difícil de repercutir al cliente final.
Pronto esos malos augurios tornaron en grades nubarrones porque el 24 de febrero de 2022, Rusia invade Ucrania y el mundo occidental se ve, de pronto, expuesto a una guerra en el seno de Europa. El gas escasea, los costes se disparan y lo bancos centrales comienzan a subir los tipos de interés provocando un frenazo al crédito y a la economía. En este momento incorporamos el término 'estanflación' a nuestro léxico diario y muchos se empiezan a preguntar si después del 'COVID' o de 'Filomena' no tocaba ya vivir un año tranquilo. ¿Y cuándo fueron tranquilos los años para la empresa?
Siendo así las cosas, todo el mundo se temía otra vez lo peor y mientras las cifras iban cuadrando para nuestras empresas en el primer semestre, se anunciaba un drástico parón para el final de año. Parón que en nuestro sector no se ha dado. Cierto es que, a pesar de las dificultades y del aumento de los costes, los empresarios han conseguido sacar el ejercicio de una manera excelente. Otra vez más se demuestra la fortaleza y versatilidad del tejido empresarial de nuestro sector que ha conseguido cerrar el 2022 como un gran año de forma generalizada.
Podemos señalar, no obstante, algunas peculiaridades en el sector de las carretillas elevadoras. Las ventas de 'nuevo' han funcionado de forma irregular, lastradas por la incertidumbre que ha motivado en muchos casos las prórrogas de contratos antes que la renovación de parques. A pesar de ello las estadísticas Wits arrojarán con total seguridad un gran año. Sin llegar a las 50.000 unidades de 2021, año récord por excelencia, pero muy por encima de la media de los últimos ejercicios. Consecuencia de esto es que la venta de 'usado' y el alquiler 'de corto' han sido el factor clave del sector en este año 2022 con unos resultados y ocupaciones de parques extraordinarios. El alquiler, sin duda, está de moda. Estos resultados han mantenido la estabilidad de las empresas a pesar del enorme incremento de costes que ha afectado a todas las áreas y de forma decisiva a la postventa.
Y qué puede esperarse del año 2023. Pues seguimos con esa 'espada de Damocles' sobre nuestras cabezas y parece que en algún momento la espada caerá, porque las subidas de tipos van a complicar la financiación de las empresas y van a restar renta disponible a los consumidores, y eso necesariamente hará bajar la demanda, cuestión que ciertamente no se ha producido hasta la fecha en nuestro sector. O a lo mejor la espada no cae, pues el comienzo de año ha sido frenético para nuestras empresas, y es el miedo a que caiga la que nos hace abandonar el festín.
En efecto, y al margen de la inercia con la que se ha arrancado, hay aspectos que hacen mirar el 2023 con optimismo. En primer lugar, estamos en año electoral y ello implica un aumento del gasto que de forma directa o indirecta repercutirá en nuestras empresas, hecho que, de idéntica forma, se aplicará a los fondos 'Next Generation'.
Los costes suben sin control, pero también sube el valor de los activos de nuestras empresas con el incremento notable del valor de los parques. La clave será acertar con los ajustes necesarios para afrontar el incremento de costes en un mercado que puede empezar a ralentizarse. Por tanto, toca planificar un ejercicio con un alto grado de volatilidad donde los ajustes deberán hacerse de forma prácticamente semanal. Pero este nunca ha sido un inconveniente para las empresas de nuestro sector que tradicionalmente han sabido adaptarse y sobreponerse a todos los problemas.
Se avecina por tanto otro año complicado, donde las empresas deberán también hacer frente a los retos de la electrificación, la reducción de huella de carbono, la tecnificación y la eficiencia. Se demanda por tanto un apoyo decisivo de las instituciones con la llegada de un verdadero 'Plan Renove' que permita la renovación de parques y que facilite la transición hacia equipos más seguros, más eficientes y benévolos con el medio ambiente.
La formación de operadores que permita un uso seguro de equipos cada vez más complejos y la de técnicos es otro de los puntos clave que debe centrar nuestros esfuerzos. La lucha por la profesionalización del sector, por la calidad y la seguridad son, sin duda, los aspectos donde la pertenencia a asociaciones como AECE pueden servir de gran ayuda para conseguir estos objetivos.
De la misma manera la unión de AECE con el resto de las asociaciones de maquinaria dentro de la Alianza ELEVA (Anagrual, Anmopyc, Anapat, Anmopyc) supone un logro para la consecución de los objetivos comunes del sector. La unión de fabricantes, importadores, distribuidores, alquiladores, talleres y por supuesto, todos los proveedores y colaboradores, es fundamental para conseguir un frente común que derribe barreras en la intermediación con las administraciones.
Estos son de manera resumida los retos del sector para este año 2023 en el que AECE está preparada para defender los intereses de todos sus socios ante cualquier situación que pueda plantearse. Este año celebraremos nuestra convención anual en Castelldefels (Barcelona) los días 20 y 21 de abril de 2023 y estrenaremos los eventos locales, el primero de ellos el 8 de marzo en Sevilla. Es por ello por lo que invocamos la unión de toda la gran familia de las carretillas elevadoras en torno a AECE para poder seguir defendiendo nuestros intereses legítimos y es por lo que requerimos la participación de todos los actores posibles en nuestro proyecto. La unión hace la fuerza y debemos estar fuertes ante los tiempos que se avecinan ya sea con o sin la espada de Damocles sobre nuestras cabezas.
