Entrevista a Pascual Polo, presidente de la Asociación Solar de la Industria Térmica (ASIT)
“Sólo se opta por la solar térmica por obligatoriedad o por las ayudas”
27 de enero de 2011
¿Cuál es la situación actual de la energía solar térmica en España?
La solar térmica está sufriendo ahora una caída importante, sobre todo respecto a las expectativas que se habían generado cuando se publicó el Real Decreto del Código Técnico de la Edificación en 2006 y el Plan de Energías Renovables de 2005-2010, el cual hablaba de tener instalados a finales de 2010 prácticamente cinco millones de metros cuadrados. Eso estaba previsto en base a la obligatoriedad del Código Técnico de la Edificación y en base al nivel de construcción que había en aquel año. Pero nadie se esperaba que a partir de 2008 se pasara a construir lo que se está construyendo ahora, que es una quinta parte de lo que se hacía entonces. De ahí que los objetivos, desde luego, no se hayan cumplido. Nos quedaremos aproximadamente a la mitad de los objetivos, que serían en torno a dos millones y medio de metros cuadrados. Precisamente estamos intentando cerrar una encuesta para una asamblea que tendremos la semana que viene, de la que sale que estamos en torno a los 350.000 metros cuadrados nuevos instalados en 2010.
Para Pascual Polo, presidente de ASIT, la instalación de solar térmica está casi totalmente vinculada a la construcción de viviendas nuevas.
¿Estas previsiones eran las que recogía el PER 2010?
No, respecto a las previsiones del PER para el año 2010 no estaríamos a la mitad, sino a una tercera parte de las previsiones del plan para dicho año. Otra cosa es el objetivo total 2005-2010. En cuanto a éste, nos habremos quedado a la mitad. Es que los objetivos se calcularon en base a que entonces se estaban construyendo 500, 600.000 viviendas, mientras que ahora… Creo que el año pasado fueron alrededor de 150.000, si llegaron. O sea, que hemos sufrido una caída importante respecto a las previsiones.
Respecto al mercado, si tomáramos como buena la afirmación de los 350.000 metros cuadrados, que como le digo es todavía sólo una estimación, estaríamos ante una reducción del 10 ó 12% en 2010 respecto a 2009, que ya sufrió una reducción respecto al 2008, que fue el mejor año, en el cual se llegaron a instalar 466.000 metros cuadrados.
Precisamente 2008 fue el último año antes de la crisis.
Efectivamente.
Entonces, ¿podemos decir que el mayor problema para la energía solar térmica en España ha sido la explosión de la burbuja inmobiliaria?
Más que la explosión de la burbuja, es que ahora mismo la instalación está casi totalmente vinculada a la construcción de viviendas nuevas. Si no hay viviendas nuevas, pues se instala mucho menos solar térmica. Esto es así por la obligatoriedad, que se implantó en 2006, y el efecto empezó a verse en 2008, porque las viviendas tardan una media de dos años en construirse. Así que llegamos entonces al momento de máxima implantación, justo cuando el mercado empezó a caer. Lo que nos ha salvado durante los dos años siguientes, el 2009 y el 2010, es que, aunque se construyó poco, casi todo lo que se construyó venía con instalación de energía solar térmica: más o menos el 80% de las viviendas cumplieron con el Código Técnico. Pero, evidentemente, el sector ahora atraviesa un momento muy complicado, porque se había dimensionado en base a unas expectativas que no se han cumplido, y de ahí que haya habido una dramática reducción del mismo: han cerrado muchas empresas, se han malogrado muchas esperanzas que estaban puestas en este sector.
¿Tienen alguna cifra aproximada de cierre de empresas?
Bueno, suponemos que está directamente relacionado con la caída del mercado. O sea que estará aproximadamente en un 30%. Y el que ha sobrevivido ha sido a costa de efectuar reducciones muy importantes en las plantillas y también en cuanto a facturación, por supuesto. Lo que no deja de ser normal en una coyuntura como la que atravesamos.
De los usos de la energía solar térmica, ¿cuál va mejor, el doméstico o el industrial?
El doméstico, sin duda. Los proyectos de aprovechamiento industrial son contados y, ahora mismo, evidentemente, están muy afectados por esta coyuntura económica: la industria no está como para hacer inversiones. Y menos en este capítulo. Por eso hay algún proyecto en este sentido, pero son muy pocos. Lo que hay es sobre todo proyectos de instalación de uso doméstico, porque son obligatorias. Eso es una de las cosas que queremos cambiar; de hecho, la esperanza es que esto cambie gracias al nuevo PER.
¿Qué posición ocupa España dentro de Europa en cuanto a aprovechamiento de energía solar térmica?
Pues hemos descendido unos cuantos puestos. Depende mucho de cómo contabilicemos el dato: si contabilizamos los metros cuadrados instalados, la que ocupa el primer puesto del ranking es Alemania. Es el mercado más fuerte de Europa, por volumen. Pero en cuanto a metros cuadrados por habitante, es Austria. Instala lo mismo que instala España, siendo una quinta parte de España: su población es aproximadamente la misma que Andalucía. Este año ha instalado incluso más de lo que ha instalado España. Tras Alemania, estarían cerca Francia e Italia. Y más abajo estamos nosotros. Pero en 2008 estábamos en segunda posición.
Siendo como es España el país con más horas de sol en Europa ¿no deberíamos estar en cabeza del ranking europeo?
Es que los españoles sólo optan por la energía solar térmica por la obligatoriedad o por las ayudas. La diferencia con los alemanes o los austríacos es que ellos no creen que las energías renovables sirvan para ahorrar dinero, sino para ahorrar energía. Por eso las asumen. En cambio, en España, si no les ponemos super rentable la instalación, no se hace. Por eso la Administración decidió obligar a instalar energía solar en las nuevas viviendas a través del Código Técnico de la Edificación.
Este año se pone en marcha el PER 2011-2020, en cuyo informe de previsiones se apunta a que la aportación de las renovables a la producción de energía eléctrica alcance el 42,3%, con lo que España superaría el objetivo fijado por la UE en este ámbito (40%). ¿Cómo lo ve?
Nosotros lo vemos como muy positivo.
Pero, ¿ve factible alcanzar estos objetivos?
Sí. Piense que ahora mismo un factor que pesa mucho en estas estadísticas es la reducción del consumo: antes, hablar de una reducción de un 20, 30 o 40% era una utopía, porque teníamos en España unos niveles de consumo de energía totalmente desproporcionados. Ahora, en cambio, todo el mundo está ahorrando, con lo que la tarta del consumo energético ha disminuido mucho. O sea que ese objetivo es ambicioso, sí, pero se ha fijado teniendo en cuenta que hoy en día es muy evidente que no vamos a volver a esos niveles de consumo y derroche de energía que teníamos hace seis o siete años. Pero, desde luego, es muy positivo para las energías renovables. Y, realmente, se nota que algo va bien cuando las productoras de energías convencionales están asustadas.
¿Cree que están asustadas?
Hombre, fíjese que hace unos años todas las convencionales tenían algún anuncio de esos “verdes”, promocionando su implicación en energías verdes. Como la tarta del consumo energético era muy grande y había mucho a repartir… ahora, en cambio, sus lobbies están tomando posiciones claramente en contra de las renovables, porque están viendo que les puede quitar mucha cuota de mercado a sus productos, que ahora de pronto no son tan rentables como antes, porque no hacen tanta falta.
¿Qué plan de actuación tiene prevista la asociación que usted preside, en consonancia con este nuevo PER?
Nuestro objetivo, lo que más nos ilusiona, es la entrada en vigor de un nuevo sistema de incentivos. Hasta ahora, el mercado de la energía solar térmica iba relacionado, o bien con la obligatoriedad de implantarla en la construcción nueva, o a subvenciones a fondo perdido, sobre todo en pequeñas viviendas. Lo que estamos intentando es conseguir una buena entrada para la solar térmica en el sector industrial y el sector terciario, donde se dan grandes consumos: hoteles, hospitales, etcétera. Son centros con consumos determinados, planificables, se conoce su historial y se puede diseñar fácilmente un plan de consumo para que la solar térmica aporte un porcentaje muy importante de esa energía que necesitan para su funcionamiento. Existe otro mecanismo que puede hacer que se potencie la implantación de una gran cantidad instalaciones de gran tamaño: copiar el modelo de las renovables eléctricas, que han triunfado porque disponen de primas a la producción y a la eficiencia de la instalación. Estamos buscando que la solar térmica también tenga una prima a la eficiencia, para que sea más rentable y para que el coste de la inversión que necesita se reduzca.
¿Es mejorable este PER?
Sí, hay cosas que se podrían mejorar. Sobre todo, en cuanto al seguimiento de su aplicación. Las leyes y los reglamentos, sobre el papel, están muy bien, pero hay que poner medios para que se cumplan. Sea mediante inspecciones, como se hace con las instalaciones de gas, sea haciendo un seguimiento de su aplicación. Si no se efectúa un seguimiento de su aplicación, el papel es papel mojado.