Factoría digital: la energía del cambio
Iberdrola Distribución (i-DE), el área de la compañía eléctrica encargada de llevar la energía hasta más de 11 millones de hogares, se encontraba con la necesidad de mejorar la experiencia y eficiencia de sus equipos. Flexibilidad, agilidad e innovación son los interruptores que abrirán paso a una nueva forma de entender las relaciones.
Una llamada al cambio
Cuando cuentas con más de 4.000 empleados, entre trabajadores directos y contratas, resulta fundamental que la relación con ellos sea fluida y satisfactoria para asegurar la mayor eficiencia posible en los procesos. Sin embargo, Iberdrola Distribución (i-DE) detectaba la necesidad de mejorar la experiencia de estos usuarios y, por tanto, de cambiar de modelo dentro del área de negocio.
Además, no podemos olvidar que el sector Utilites, en concreto el de las compañías eléctricas, se está enfrentando a un momento crucial: a medida que se van dando pasos en la carrera hacia las cero emisiones, crece su protagonismo en la economía global. Y, por tanto, mantener una relación fluida con los usuarios es más importante que nunca.
Iberdrola identificó la flexibilidad, la agilidad y la innovación como palancas clave para abrir nuevas vías de comunicación entre los empleados, mejorar su experiencia y eficiencia, y para impulsar el compromiso con sus clientes. Determinó la necesidad de diseñar y lanzar una serie de aplicaciones digitales para impulsar esta transformación en sus operaciones y procesos.
Cuando tecnología e ingenio humano trabajan juntos
Una vez analizadas las necesidades de i-DE, Accenture propone ir un paso más allá de crear una factoría de software y propone desarrollar todo un hub digital que permita acelerar la transformación que busca la organización.
Los desafíos propuestos por el cliente se materializan en la creación de una Factoría Digital. Se trata de un centro de innovación en Zamudio, albergado en el Centro de Industria X de Accenture. En el proceso participan diferentes equipos multidisciplinares de Accenture, procedentes de Accenture Song, Technology, Strategy & Consulting y Avanade (joint venture de Accenture y Microsoft), que trabajan mano a mano con un equipo de Iberdrola Distribución.
En este hub, i-DE encontrará soluciones para desarrollar las aplicaciones digitales que se planteaban como objetivo inicial y también capacidades y servicios que le permitan transformar la inspiración en ideas tangibles, escalables, prácticas y eficaces.
De este modo, Accenture ofrece tres tipos de productos digitales:
- Aplicaciones móviles muy rápidas como AvísaM, que permite a todos los empleados de i-DE reportar anomalías sobre los activos, además de otra serie de incidencias que identifiquen en su día a día.
- Apps de escritorio orientadas a un departamento concreto, como Plademer, que se enfoca en agilizar y digitalizar todo el proceso de gestión de respuestas ante situaciones extraordinarias de origen meteorológico.
- Por último, otras más complejas cross-departamentales como Flora, en las que intervienen varios roles internos y externos para facilitar la comunicación entre los gestores de Iberdrola y las contratas para los procesos de tala y poda.
Todas ellas están totalmente orientadas al usuario, por tanto, logran resolver necesidades concretas y reales.
Además, las capacidades y servicios que ofrece la Factoría han llevado a i-DE a experimentar con otras formas de trabajo como la metodología Safari para la exploración de ideas; técnicas de Design Thinking para aterrizar el diseño del producto digital o Kanban para mantenimiento y aplicación de metodología Agile para el desarrollo de iniciativas.
Una gran transformación que se completa con propuestas de innovación -también centradas en los empleados y contratas- como el diseño de un robot autónomo para explorar e inspeccionar las subestaciones eléctricas o de un casco de seguridad para los profesionales de campo, que detecta las caídas y hace saltar alarmas.
Cambios que dejan huella
La implementación de las soluciones nacidas en la Factoría Digital ha ayudado a redefinir aspectos tan relevantes como el modelo operativo y de gobierno, al tiempo que permitió el desarrollo de numerosas aplicaciones.
A partir del arranque de la Factoría Digital, i-DE empieza a poner en marcha una transformación que supera los objetivos iniciales. Las soluciones y propuestas que salen de allí se traducen en la mejora de varios aspectos:
Optimización de procesos
Gracias a soluciones end-to-end se acortan todos los plazos de definición del desarrollo de proyectos, reduciendo el time-to-market. El uso de metodologías ágiles hace que se pueda disponer de un MVP (minimun viable producto) de una app móvil en solo 15 días o de una más compleja, en tres meses. De hecho, la productividad se triplica: pasando, por ejemplo, del lanzamiento de una aplicación al año a tres o cuatro integradas con sistemas back-end.
Mayor satisfacción del empleado
La incorporación de expertos UX/UI en la definición de las aplicaciones, facilita la adopción de herramientas digitales y, por tanto, repercute en una mejor experiencia tanto de la plantilla como de las contratas. De este modo, el usuario, al estar incorporado al inicio de cada desarrollo, se encuentra con soluciones que resuelven necesidades concretas y tangibles.
Mejor capacidad de respuesta
La experiencia durante los peores momentos de la pandemia de la COVID-19 dejó claro la flexibilidad para redirigir recursos en función de los acontecimientos. Por ejemplo, se llegó a generar aplicaciones móviles en tres días laborables, como una encuesta para reportar el estado de salud a RRHH o un pasaporte para que los profesionales de campo llevaran el salvoconducto actualizado encima. Esto es aplicable a otras situaciones como las nuevas necesidades legales que puedan surgir.