Entrevista a Pilar Vázquez, directora general de Ecolum

La fundación Ecolum cumple 15 años trabajando en la economía circular de productos electrónicos y de iluminación. Las nuevas tecnologías están trazando la hoja de ruta de la sostenibilidad de un sector que mantiene unos altos índices de reciclabilidad de sus residuos. Ecolum emprende ahora una importante campaña solidaria, con el Ayuntamiento de Madrid, para convertir el peso de estos productos que se reciclen en una aportación económica que se destinará a los refugiados de Ucrania en nuestro país. Pilar Vázquez, directora general de Ecolum, confía en el éxito de una iniciativa que espera hacer extensiva a más municipios de España.

Es una fundación sin ánimo de lucro, que se creó para el reciclaje de productos eléctricos y electrónicos en 2004-2005, cuando apareció la primera ley sobre recogida de residuos. Los fabricantes de aparatos de iluminación se encontraron con la obligatoriedad de reciclar todos aquellos productos que ponían en el mercado. A través Anfalum, que es la asociación de fabricantes de iluminación española, se consideró que lo mejor era crear esta fundación, que velara por el pleno cumplimiento del marco legal. Desde entonces, venimos trabajando en la recogida de todos los aparatos de iluminación, que se van dejando de usar o cambiando. Así de sencillo es nuestro principal trabajo y va muy unido, no sólo a la recogida sino también a la concienciación ciudadana sobre la correcta separación de residuos. Tan importante es la recogida como que los productos electrónicos se deben tratar de una manera determinada, ya que no pueden ir al mismo contenedor que otros residuos y, en esta línea, llevamos trabajando desde hace aproximadamente 15 años.

Hemos vuelto a los orígenes de Ecolum al finalizar el acuerdo que manteníamos con Recyclia. Estamos muy enfocados al sector de la iluminación, pero al estar en Recyclia, nos movíamos en un abanico mucho más amplio. Volvemos a focalizarnos en los fabricantes de iluminación y lámparas y en el reciclaje de estos productos, estando muy cerca con estos productores, porque es el momento de trabajar unidos, para diseñar de una manera que ayude a su reciclaje. Nuestra labor es recoger y reciclar esos productos, que tienen que volver al marketing, para que se fabriquen productos nuevos… tenemos que ser el centro neurálgico de esta economía circular en el ámbito del alumbrado y ayudar desde los productores hasta los instaladores que son los que desmontan, los operadores logísticos, las plantas de reciclaje… Para que nuestra labor sea lo más eficiente posible, pensando en el medio ambiente, que tenemos que cuidar.

Pilar Váquez, directora general de Ecolum.

Mi objetivo personal es, como siempre, hacer mi trabajo lo mejor posible y, a nivel particular, aprender algo nuevo. Llevo muchos años en el mundo de la iluminación, dentro de una empresa fabricante, y me faltaba conocer cuando recogemos un residuo qué pasa con él. El mundo de las plantas de reciclaje me parecía apasionante, porque quizás tenemos una idea de ellas no siempre acertada. Son empresas con un I+D muy avanzado, mucho más limpias de lo que podemos pensar los que no sabemos su funcionamiento. Esto en cuanto a un objetivo muy personal. En lo que se refiere a la fundación, seguir trabajando en la línea en la que estamos de mayor concienciación y mentalización, para que cada vez recojamos más residuos, lo reciclemos mejor y los produzcamos de forma más sostenible también.

Todos. Tanto los que van enchufados a la red como los que llevan pilas o baterías, todos deben reciclarse de forma diferente. Por supuesto, las bombillas que tenemos en casa, las lámparas, los teléfonos, los enchufes… Cualquier aparato que necesita electricidad para funcionar tiene que reciclarse como producto RAEE.

En cuanto a la concienciación se ha hecho una labor muy importante, porque el volumen de residuos que se están recogiendo ahora no tienen nada que ver con lo que se recogían antes, vamos creciendo de año en año. En cuanto a la economía circular las luminarias, en especial las de alumbrado público porque la cantidad es mucho más elevada que la recogida a nivel doméstico, en su mayoría están hechas de aluminio. Éste es un metal que tiene un valor residual y una reutilización importante. De las luminarias que nosotros recogemos los porcentajes de estos materiales que se pueden reutilizar, para fabricación de otros productos, oscila, dependiendo de los modelos, entre un 85% y un 95%. De media, un 90% vuelve a esa economía circular y vuelve a las fabricas para manufacturar nuevos productos. También hay muchas luminarias que son de plástico. Hace unos años, era un material que no se valoraba y no se reciclaba, pero ahora podemos encontrar gran cantidad de productos que son de plástico reciclado y reciclable como las botellas de agua, las bolsas que nos dan en los supermercados…. Estamos en la cima de la reciclabilidad y la economía circular en nuestro sector en aparatos eléctricos.

El año pasado, Ecolum recogió 5.000 toneladas de residuos, en números redondos, de los cuales consiguió una reutilización de unas 4.500, un 90% de este material recogido. Si tenemos en cuenta que las lámparas (bombillas) tienen un porcentaje inferior de reutilización, en el caso de las luminarias se llega a valores del orden del 95%.

Estamos trabajando muy de la mano con nuestros fabricantes, todos ellos tienen muy interiorizado el ecodiseño, buscando materiales reciclables y pensando, también, en la durabilidad de los productos que sean reparables. Precisamente, en la nueva ley aprobada hace un mes, no sólo se exige que se reciclen todos los aparatos que se desmontan, sino que también que sean puedan reparar e incluso reutilizar. En ocasiones, nos encontramos que se desechan productos porque han sido un excedente de producción, porque ha habido un cambio de modelo o tecnológico, etc. y estos productos tienen todavía una durabilidad importante. También estamos trabajando en poder reparar algunos, para que vuelvan al mercado a través de ONG o de empresas que trabajan con aquellas personas más vulnerables, para que puedan tener acceso a estos productos que están en perfectas condiciones de uso y no tienen por qué reciclarse todavía.

Es una campaña que presentamos en EFICAM y que se iniciará con el Ayuntamiento de Madrid, para potenciar la recogida de residuos. Ante la situación que nos encontramos, la idea es ayudar, en cierto modo, a Ucrania y muy especialmente a los ucranianos que han venido a nuestro país. Lo que pretendemos es trabajar tanto con el Ayuntamiento como con una ONG y de cada kilo que se recoja de residuos se va a dar una aportación económica a la organización. Se han colocado cajas para la recogida de residuos eléctricos y electrónicos en puntos estratégicos de la ciudad, así como en mejores emplazamientos, para que los madrileños tengan un acceso próximo a un punto de recogida, para que puedan reciclar y sumar para esta buena causa.

Inicialmente, se está ejecutando con el Ayuntamiento de Madrid, pero nuestra idea es, en función de los resultados, aumentar esta campaña y que también se pueda realizar en otras ciudades españolas. Ésta sería nuestra idea, aunque con los ayuntamientos las cosas no son siempre tan sencillas, ya que se requiere autorización, que les interese el proyecto… Así que esperamos, que, tras el trampolín de lanzamiento del proyecto en Madrid, que más ayuntamientos se adhieran a la campaña. También estamos involucrando a nuestros fabricantes y a los productores adheridos a nuestra fundación, para que colaboren en este proyecto con alguna aportación económica, pensando en una gran dotación para la ONG.

No creo que nuestro sector sea de los que más contamina. Hay que producir electricidad, pero existen otros sectores como el logístico que también contaminan y, además, somos un sector donde el 90% de lo que fabricamos vuelve a la economía circular, a las fábricas. No hay muchos sectores puedan decir lo mismo. Hay que quitarse la idea de que la electricidad contamina, Además, en iluminación ha habido un cambio tecnológico hacia el LED y se han reducido los consumos en unos porcentajes de más de un 60% - 70%. Nos tenemos que quitar este sambenito porque la iluminación no es contaminante, ya que el consumo es cada vez es menor, y el beneficio que produce es superior al daño que puede provocar esta contaminación. No quiero ni imaginarme lo que pensaría cualquier usuario que se quedara sin luz. Es de los servicios más básicos que tenemos, no sólo por la cantidad de aparatos que necesitan la electricidad, sino por la seguridad que nos brinda la iluminación en nuestras calles. En defensa de nuestro sector, cómo van a ser nuestras ciudades del futuro, creo que ya estamos trazando el camino, los niveles que se dan en iluminación son mucho más adecuados, se emiten menos luz hacia arriba, focalizándola donde se necesita. Tenemos una tecnología mucho más ahorrativa donde se han reducido los consumos como he comentado, en unas cifras muy superiores, respecto a hace 10 años. Éste es el futuro. Los fabricantes siguen trabajando para conseguir cada vez unos consumos menores y con unos niveles de iluminación muy buenos y adecuados a cada uso. También hay cada vez más control de la luz para que la intensidad que tienes, tanto en las casas como en los exteriores, se vaya adaptando a la luz solar de cada momento.

Desde luego es nuestro objetivo y llevamos trabajando años dentro del sector, y más en la parte del reciclaje. Cada vez las plantas están más desarrolladas, los procesos de reciclaje permiten un mayor aprovechamiento de los productos y mejor separación de los materiales. En este sentido se está haciendo una labor importante, mientras que con los fabricantes se está trabajando en aumentar la durabilidad de los productos de alumbrado, que puedan cambiar una parte de luminaria sin tener que tirarla. Reciclar también tiene un pequeño consumo de energía, así que intentemos evitarlo. Estamos muy enfocados, todo el sector y los agentes implicados, tanto en el diseño como en la fabricación, en la recogida y el reciclaje posterior, en la durabilidad del producto, su reparabilidad, la reutilización de los excedentes… estamos en un sector que va a cumplir perfectamente sus objetivos y que además llevamos muchos años trabajando en ello. Es una evolución que iniciamos hace 15 años.

Dentro del alumbrado, en cuanto a luminarias, bombillas y lámparas, el porcentaje que se recoge es muy elevado, sobre todo a nivel profesional, casi la totalidad se recicla. Estamos trabajando también con las Administraciones Públicas, para que ayuden a cumplir esta obligación de reciclar. Las subvenciones que han salido este año para los ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes, les exige un certificado conforme se ha reciclado el material que se ha desmontado. Eso ayuda mucho. A nivel doméstico es más complicado de controlar, pero entre todos vamos concienciando para que vaya a los puntos limpios los productos eléctricos. De hecho, tengo un punto limpio cerca de casa al q voy asiduamente y cada vez veo más gente entrando y eso es muy buena señal. Pero a nivek profesional nuestro sector prácticamente la totalidad de sus productos se está reciclando. Cada vezx más los organismos oficiales cada vez más nos encontramos con esa ecigencia del certificado a los instaladores y contratistas para poder cobrar sus trabajos.

No puedo decir que seamos de los primeros, pero desde luego, con la nueva ley que se ha aprobado hace un mes, estamos totalmente a la cabeza en el reciclaje de productos electrónicos y eléctricos dentro de Europa junto a Alemania, Italia, Francia…

En nuestro sector de momento no. Ha habido un cambio tecnológico al LED que todavía no se ha cambiado al 100%, todavía estamos sustituyendo muchas instalaciones con tecnologías anteriores. Mientras esto no se produzca va a ser difícil que baje la curva. En 2020, curiosamente, fue un año de muchas recogidas porque todos aprovechamos para cambiar cosas en casa, como fue el caso de la iluminación. 2021 también ha sido un buen año y en 2022 seguimos haciendo actuaciones, para reducir el consumo eléctrico con el coste actual. Vamos a seguir adelante con el cambio a la nueva tecnología y en el futuro sí que vamos a notar que los nuevos productos, además de consumir nuevo, tiene una mayor durabilidad y los residuos deben ir bajando.

Vamos a seguir haciendo nuestro trabajo porque, realmente, para nosotros, no ha cambiado la situación con la nueva ley, en el sentido que estábamos trabajando en esa línea. Seguimos haciendo campañas y concienciando. Hay un aspecto importante dentro de la ley y es que va a haber mayor control de esos productos que vienen de terceros países. Ahora mismo, la venta online de productos electrónicos estaba muy poco contralada, igual que todas las empresas que están fabricando en España o que tienen distribuidores tienen que estar adscritas a una empresa como la nuestra para asegurar que sus residuos van a ser recogidos, muchas de las importaciones que estaban entrando en España no estaban controladas. Ahora hay un acuerdo a nivel europeo para el control de fronteras y cualquier fabricante extranjero que no esté dado de alta en Ecolum u organismo similar no va a poder pasar y se va a quedar en aduana. Esto es muy positivo porque tendremos más oportunidades de reciclar. Reciclar no es gratis, los fabricantes están pagando una tasa para que sus productos se reciclen y si nos entran muchos productos de esos fabricantes que no están cumpliendo con esta obligación legal, al final somos muy pocos pagando lo de muchos.

Excepciones siempre hay. Igual hay un producto que tiene un valor posterior porque se ha hecho con un metal que tiene un precio elevado en el mercado y, en lugar de reciclarlo, consigo más por él mediante el achatarre. Ocurre algunas veces, cada vez menos, pero siguen existiendo empresas no autorizado que recibe materiales eléctricos y electrónicos. No es lo mismo, por ejemplo, en una obra, los metales que se emplean para el hormigón no es necesario que se separen porque es puro hierro y eso sí se achatarra y se vuelve a poner en el mercado. En cambio, los metales que van dentro de una luminaria se tienen que separar del vidrio, del plástico, de los cables, de las placas electrónicas… tenemos que pensar un producto eléctrico y electrónico debe ir siempre a un reciclador autorizado.

No le llamamos campañas exactamente, pero sí hacemos webinars con todos los gestores implicados en la economía circular, como con los fabricantes, instaladores o distribuidores de material electrónico, ya sean formativos o informativos. Hace poco participamos en uno sobre el aumento de la durabilidad de los productos, hay otros relacionados con el ecodiseño, la economía circular… y son webinars organizados por nosotros o grupos de trabajo que están formados por distintas organizaciones.