El Brazo Robótico Europeo de camino al espacio
La Estación Espacial Internacional ya cuenta con dos brazos robóticos. El robot canadiense y el japonés desempeñan un papel crucial como sistemas de atraque de naves espaciales y a la hora de transferir cargas útiles y astronautas. Sin embargo, ninguno de los dos brazos puede dar servicio al segmento ruso. ERA es el primer robot capaz de “recorrer” la zona rusa del complejo orbital. Puede manejar componentes de hasta 8000 kg con una precisión de 5 mm, y transportará astronautas de un lugar de trabajo a otro.
“Al poder trasladarse a lo largo de la zona rusa de la Estación, el Brazo Robótico Europeo aportará mayor libertad, flexibilidad y capacidad a las operaciones espaciales” ha declarado David Parker, director de Exploración Humana y Robótica de la ESA.
“A través de nuestro programa Columbus 2030, aportamos una mejora a la Estación Espacial, después de 20 años en órbita. Se trata de una oportunidad para modernizar el espacio con un enfoque comercial”.
El lanzamiento e instalación del Brazo Robótico Europeo supone una novedad espacial para Europa y Rusia. Un consorcio de 22 compañías europeas de siete países ha participado en la construcción del robot para la ESA. Tras 14 años de constante colaboración ha tenido lugar la llegada de este robot de fabricación europea.
Un consorcio de 22 compañías europeas de siete países ha participado en la construcción del robot para la ESA.
Llegada al “hogar espacial”
Serán necesarios ocho días para que Nauka eleve lentamente su órbita y atraque en la Estación Espacial. El 29 de julio, a las 15:26 CEST, el nuevo módulo, por medio de sus motores, se acoplará automáticamente en el módulo Zvezda, en el corazón del segmento ruso.
El astronauta de la ESA Thomas Pesquet recibirá al brazo robótico y asistirá en su configuración. Se han previsto cinco paseos espaciales para poner a punto ERA y para que efectúe sus primeras operaciones, algunas de las cuales llevarán a cabo los astronautas de la ESA Matthias Maurer y Samantha Cristoforetti.
La tripulación puede controlar ERA tanto desde dentro como desde fuera de la Estación Espacial, característica que no ofrece ningún otro brazo robótico. Durante su primer año en la ISS, las principales tareas de ERA en órbita, consistirán en instalar un gran radiador y configurar la esclusa de aire del módulo Nauka.
Trabajo en equipo para el futuro
Junto con sus socios internacionales, Europa se está preparando para alargar la vida de la Estación Espacial en los próximos años.
“Nuestro hogar en el espacio se somete a constantes mejoras. El laboratorio europeo Columbus está consiguiendo nuevos bastidores científicos, conexiones de datos ultrarrápidas y plataformas externas e internas, de suministro comercial, para más usuarios. El astronauta de la ESA Thomas Pesquet ha estado incluso ayudando en una renovación energética de la estación con nuevos paneles solares”, señala David Parker.
La estrecha colaboración entre Europa y Rusia ayudará a demostrar la autonomía y operaciones robóticas en tiempo real, clave para futuras misiones a la Luna y Marte.