¿Por qué utilizar la termografía infrarroja?
16 de mayo de 2008
Arquitectos y contratistas se enfrentan a nuevos materiales y a plazos de ejecución cada vez más cortos. Se exige una planificación, supervisión y documentación más eficiente en lo relativo a la ejecución de sellados y aislamientos térmicos, y se deben evitar situaciones de insalubridad producidas por enmohecimientos y humedades. La termografía puede proporcionar la información necesaria para evitar estas costosas reparaciones. Además, para las constructoras o aseguradoras las imágenes térmicas de tales anomalías constituyen pruebas irrefutables a la hora de llegar a un acuerdo en caso de litigio y planificar las acciones correspondientes de reparación.
Incluso bajo el suelo o en paredes
Según explica Sienerg, compañía que ofrece soluciones tanto integrales como puntuales en los campos de energía, control, seguridad e información, la termografía es una herramienta muy útil y fácil de usar para la detección y comprobación de fugas en tuberías y conducciones. Incluso cuando éstas se encuentren bajo el suelo o en paredes. Ejemplos típicos son la detección de fugas en calefacciones de suelo radiante ó en sistemas de calefacción comunitaria. Determinar la localización exacta de las fugas evita excavaciones innecesarias y ahorra costes.
La termografía es el método más adecuado y más rápido para revelar posibles defectos de construcción. Gracias a ella es sencillo comprobar si la ejecución de la obra ha sido correcta. La termografía visualiza instantáneamente pérdidas térmicas, humedades y fugas de aire que ocurren en los edificios por medio de imágenes a color. Una vez localizada la fuga hay que proceder a su reparación y para ello hay que secar la zona afectada. Una filtración de agua se seca normalmente efectuando perforaciones para que circule el aire. Para evitar dañar las tuberías existentes y crear nuevas fugas se utiliza la cámara de infrarrojos para su localización. Asimismo, se puede comprobar el progreso y el éxito del secado.
Los puentes térmicos no sólo son una pérdida de energía sino que pueden dar lugar a condensaciones o precipitaciones de humedad. Como consecuencia, en esos puntos pueden enmohecerse, con el consiguiente riesgo para la salud de los ocupantes. Además, los puentes térmicos también actúan a veces como puentes acústicos. Un óptimo aislamiento térmico normalmente implica un buen aislamiento acústico. La termografía infrarroja detecta inmediatamente las localizaciones con deficiencias.