Entrevista a Rafael Lledó, consejero delegado en Lledó Iluminación y miembro del Comité de Dirección de Anfalum

Dentro del marco de la primera edición del Transforming Lighting, celebrada el pasado mes de febrero y organizada por la Asociación Española de Fabricantes de Iluminación, Anfalum, Interempresas tuvo la oportunidad de entrevistar a Rafael Lledó, consejero delegado de Lledó Iluminación y miembro del Comité de Dirección de Anfalum, uno de los patrocinadores platino del evento y compañía destacada en tecnología para la iluminación.

Grupo Lledó es una empresa familiar que tiene 58 años de antigüedad y ahora estamos en el control de la misma la segunda generación. En Grupo Lledó somos muy conscientes de que el mundo va mucho más rápido de lo que nos podemos imaginar. Partiendo de esta premisa decidimos hace muchos años nombrar a un director general como gestor de la compañía. En mi caso personal, me dedico a pensar en el futuro, innovar y adelantarme a los hechos.

Precisamente por eso estamos hoy aquí presentes en este evento, porque dentro de Anfalum nos preocupaba transmitir ese mensaje, no solamente a nuestra industria, sino también a los arquitectos, ingenieros, a la Administración, etc. Hay una cantidad de oportunidades nuevas muy importantes que se están abriendo, y todo esto es consecuencia de la investigación, de la evolución y del conocimiento. Como tengo tiempo para estudiar y transmitir, es mi función organizar un evento como en el que estamos hoy presentes. Lo hacemos a través de Anfalum.

Rafael Lledó, consejero delegado en Lledó y miembro del Comité de Dirección de Anfalum.

Para mí, Transforming Lighting tiene varios mensajes fundamentales: en primer lugar, hay una legislación nueva que va a salir que dice que para 2050 todos los edificios han de tener un balance energético cero, con una etapa intermedia en el 2030, donde el 40% de los edificios tendrán ese balance cero. Eso quiere decir que el mercado, si dividimos los años que quedan entre cien, cada año sale un 3% de renovación de todos los edificios, cuando a día de hoy es de 0,6%. Es decir, pasaríamos a cinco veces más posibilidades de negocio que hoy, con la diferencia que hoy cualquier inversión en un edificio es un gasto, pero si lo haces para convertirlo en balance cero, es una inversión, de forma que hay un retorno y no se genera una burbuja inmobiliaria sino que se crea riqueza y bienestar. Entonces una vez que inviertes en el edificio para balance cero (que es muy difícil puesto que solamente hay unos 300 en todo el mundo), una de las ventajas asociadas es que las personas se sienten mejor porque tienen más luz natural.

Esto es una parte fundamental para conseguir que sea un edificio de balance cero, porque no consumes energía en la luz y otros elementos, lo que conlleva que las personas se sientan mejor. De hecho, hay estudios en los que se ha verificado que tienen un 26% más de capacidad cognitiva. No es que seas más inteligente ni que seas capaz de hacer un 26% más de cosas, es que tu cerebro tiene un 26% más de capacidad aplicable según los gustos de cada uno. Del total de la factura de un edificio, el 1% es energía, el 9% es alquiler o hipoteca, y el 90% corresponde a las personas. Nos estamos centrando en el 1% y nos olvidamos de ese 90% restante. Con nuestra filosofía nos centramos en el bienestar de las personas, de forma que si conseguimos un 10% de ahorro, es diez veces más que el 1%. El ahorro de energía es muy importante, pero no piensan que tú serías más feliz en tu casa con una iluminación adecuada, que serías mucho más eficaz en tu trabajo y con menos esfuerzo, pensando que tienes menos que hacer. Se ha verificado que cuando tienes la iluminación adecuada, tu sensación de carga de trabajo se reduce en un 25%. Por ejemplo, en los niños, en matemáticas y en lectura se reducen sus fallos un 35% con la luz adecuada. Además su pupila está más cerrada y enfocan mejor la lectura y ven mejor. Al ver mejor, están más concentrados y eso conlleva la reducción de fallos.

Sí que la hay. Los médicos no saben de la influencia de la luz. Los profesores tampoco. Y así podríamos seguir… Existe un grupo de personas en Europa y Estados Unidos que estamos tratando de dar información en términos asequibles para que todo el mundo lo pueda comprender, y de aquí a dos años queremos que el mensaje haya calado, haber transmitido todo ese tipo de cosas. Nos falta una evidencia científica sólida. Tenemos esa evidencia científica, pero falta incrementar la estadística para que se considere realmente sólida.

Primero, estamos llevando a cabo proyectos científicos con médicos e ingenieros para verificar lo que estamos diciendo y cuantificar casos específicos en diferentes escenarios: en el colegio, en la industria, en los hospitales… A partir de ahí, esa información transmitirla con una carga de estadística muy importante. Esto quiere decir que no sean solo dos casos, diez, cien o doscientos. Estamos hablando de miles y miles de personas. Después, cuando tengamos todo este conocimiento, vamos a hacer jornadas como esta, cada vez más especializadas para transmitir todo esto. Seguro que el año que viene haremos otra, menos generalista que esta, e iremos entrando en detalles de cómo tienen que ser las cosas.

Grupo Lledó es de los fundadores, este lazo viene de hace tiempo. Yo soy del Comité de Dirección, pero lo importante no es eso, sino las ganas. Desde Lledó tenemos muchísimas ganas de transmitir todo esto porque sabemos que entre todos, podemos. Si decimos todos lo mismo, tiene mucho más impacto que si lo dicen las grandes o medianas empresas de manera individual.