Pilz pone a disposición de los fabricantes una guía sobre el nuevo Reglamento de Máquinas
La entrada en vigor del Reglamento de Máquinas ha generado muchas preguntas entre los fabricantes. Aunque hasta el 20 de enero de 2027 la nueva norma no sustituirá por completo a la directiva aún vigente en la Unión Europea, los cambios que introduce obligan a las empresas a adoptar las medidas necesarias para, durante el periodo transitorio, adecuarse a los requisitos de seguridad de máquinas e instalaciones. Con el objetivo de apoyar a los fabricantes de máquinas en este proceso, Pilz, multinacional alemana experta en automatización segura, ha elaborado la Guía del Reglamento de Máquinas 2023/1230, disponible para cualquier usuario, en la que explica qué ha cambiado, qué puntos son importantes y cuáles son los siguientes pasos a dar.
El punto de partida del documento es la constatación de la necesidad de renovar una directiva vinculante desde 2009 que no podía prever la evolución de la automatización y la fabricación de máquinas y, por tanto, establece requisitos obsoletos para la realidad de la industria actual. La digitalización, la conexión en red y los temas relacionados, como la protección industrial o Industrial Security y la inteligencia artificial, no existían quince años atrás y ahora están transformando por completo las naves de fabricación y las máquinas e instalaciones que contienen.
El nuevo reglamento continúa enfocado en las máquinas y los productos asociados, y amplía los componentes de seguridad para incluir el software. Aporta más claridad sobre cuándo se considera que se ha producido un cambio significativo en una máquina o instalaciones existentes y, por tanto, cuándo debe llevarse a cabo una nueva evaluación de la conformidad CE. La protección industrial se incluye como elemento obligatorio para la seguridad de las máquinas, y ya no depende de la interpretación de quien las comercializa, sino que los fabricantes deberán elaborar conceptos adecuados.
En su guía, Pilz desarrolla todas las novedades y detalla los principales cambios, entre los que se encuentran:
• Máquinas sujetas a verificación: el catálogo anteriormente incluido en el anexo IV de la directiva, que ha pasado ahora al anexo I del reglamento, contiene un listado de máquinas de alto riesgo para las que se establece una verificación y certificación obligatoria por parte de terceros. En el futuro habrá seis categorías de máquinas sujetas a verificación, sin la posibilidad de que la aplicación de una normativa armonizada exima de esta obligación.
• Transformación sustancial: el reglamento se ha ampliado con la definición de “modificación sustancial” de máquinas y las consecuencias legales de realizarla. La modificación profunda de una máquina o los cambios que le afecten con respecto a los requisitos legales del Marcado CE requerirán de un procedimiento de evaluación de la conformidad. Además, en estos casos los usuarios de convierten en fabricantes, con todas las obligaciones que esto conlleva.
• Componentes de seguridad: se incluye el software, además de los componentes físicos, digitales y/o mixtos.
• Nuevas tecnologías digitales: el reglamento contempla los riesgos para la seguridad derivados de la inteligencia artificial, Internet de las cosas y la robótica.
• Ciberseguridad: la nueva sección Protection against corruption subraya que las amenazas de ciberseguridad no deben menoscabar las funciones de seguridad de la máquina.
• Instrucciones de uso digitales: se permite la entrega de las instrucciones de uso de las máquinas en formato digital y la declaración CE de conformidad también puede realizarse en este formato.
Pilz dedica un apartado también a las normas armonizadas, más de 750 con las que todavía no ha quedado resuelto cómo proceder.
