Grupel ofrece una serie de consejos y recomendaciones

Aunque no esté en uso, es fundamental comprobar el estado de los componentes del grupo electrógeno. Busque cables sueltos o desgastados, botones atascados, fugas en las mangueras y elementos corroídos. Solicite piezas de repuesto y recambios, si es necesario.

Un exceso de polvo puede provocar la pérdida de potencia del alternador y del motor, y sobresaturará rápidamente la entrada de aire de los filtros, lo que puede hacer que su grupo electrógeno se detenga. Mantenga su grupo electrógeno libre de polvo y suciedad, limpiándolo en la medida de lo posible de forma regular, pero no utilice disolventes o productos de limpieza que puedan causar otros daños a sus componentes.

Aunque no se utilice con frecuencia, se recomienda arrancar el grupo electrógeno cada tres meses y dejarlo funcionar durante unos minutos. Al hacerlo, ayudará a mantener sus componentes lubricados al hacer circular el aceite por el motor y podrá comprobar si está funcionando en plena forma.

El mantenimiento del grupo electrógeno también implica la comprobación periódica del estado del aceite, el combustible, el anticongelante y los filtros de aire de su grupo. Estos procedimientos pueden hacer realmente la diferencia y ayudar a mantener su equipo alejado de la degradación. En la mayoría de los casos, el nivel de aceite del motor se comprueba con una varilla y, según el nivel que aparezca en ella, debe añadir o vaciar el tanque. Compruebe la cantidad de combustible en el depósito, antes de poner en marcha el generador, y asegúrese de que no hay fugas. Compruebe el nivel de anticongelante utilizando el dedo en el tapón de llenado. La limpieza y la sustitución de los filtros también son buenas prácticas.

La acumulación de sulfatos de plomo en las placas de las baterías acaba inutilizándolas, lo que es una de las mayores causas de que su grupo electrógeno no arranque. Compruebe el nivel de agua de las baterías, limpie y apriete sus bornes y compruebe su tensión.