La puesta en marcha, el mejor protocolo de seguridad de los grupos electrógenos
Comprobar que los niveles de aceite, combustible o refrigerante son los óptimos, que las entradas de aire son las correctas o que la máquina llega a su destino en las mismas condiciones en las que ha salido de fábrica, son tan solo algunos de los pasos del protocolo técnico previo a la puesta en marcha de cualquier grupo electrógeno, un chequeo tan exhaustivo como imprescindible que en Genesal Energy coordina Guillermo Docampo con la maestría que le otorgan sus 40 años de experiencia en el sector energético.
“Nuestro servicio es como el de la ITV, nosotros somos los que damos la conformidad”, cuenta. La puesta en marcha es, por tanto, fundamental para evitar problemas posteriores, para minimizar y descartar riesgos. Mientras que en los grupos electrógenos estándar –como los diseñados para dotar de energía a una granja o un hotel– los pasos previos para realizar con éxito el arranque son relativamente sencillos, en el caso de los grupos especiales (centrales nucleares, hospitales o centrales de ciclo combinado, entre otras instalaciones) la situación es completamente diferente por las propias características del grupo.
Si en los grupos estándar es relativamente frecuente que el departamento de postventa asuma esta labor –“un buen manual de instrucciones y unas nociones básicas son, la mayoría de las veces, suficientes”, indica el experto– en las máquinas especiales, el protocolo es diferente: “Al lugar siempre se traslada un equipo de Genesal o técnicos que han recibido formación previa impartida por nuestro personal”, subraya Guillermo Docampo
Más de 40 países
En realidad, las propias características de los grupos que se venden fuera de España (muchos de ellos especiales) explican este elevado número de puestas en marcha. “Siempre es conveniente que los procesos de supervisión y arranque los lleve a cabo la empresa fabricante porque nosotros y nuestros servicios técnicos conocemos mejor que nadie el producto”, puntualiza Docampo, que a lo largo de su carrera ha llevado la energía de Genesal a más de 40 países.
Colombia, Ecuador, Sudáfrica, Ghana, Arabia Saudí, Georgia o Qatar forman parte de la amplia cartera de clientes internacional de Genesal, donde el servicio de puesta en marcha siempre suele ir incluido.
Cursos de formación
Sin duda, la formación es una herramienta básica de trabajo a la hora de las puestas en marcha, para que las labores de supervisión y control que requieren estos chequeos se realicen con total garantía.
De este modo, Genesal imparte para este fin una media de cuatro cursos anuales en su sede central de Bergondo (A Coruña), aunque sus programas también incluyen planes y sesiones de formación en el extranjero, dando clases al personal que va a estar en contacto con el grupo electrógeno o al personal vinculado a Genesal que se encargará de las labores de mantenimiento. “Los cursos son muy necesarios para tener un conocimiento exhaustivo de la máquina y, por tanto, para comprobar que todo está ok. Necesitamos garantizar el funcionamiento de los equipos en periodos de emergencia y para esto es fundamental un buen mantenimiento del equipo, para lo que se necesita una formación adecuada”, subraya Docampo.