Arranca el Grupo Operativo Ovimprove

La inseminación artificial es uno de los elementos de mayor peso es una herramienta fundamental en un programa de mejora, ya que facilita la difusión de los caracteres. Sin embargo, su empleo está limitado por las bajas tasas de fertilidad que se obtienen. En el caso concreto de la raza Manchega, los datos de 2022 indican una bajada de más de 8 puntos de fertilidad, con gran variabilidad entre explotaciones y unas pérdidas de reposición superiores al 30%.

Ante la necesidad de implantar innovaciones dirigidas a mejorar la rentabilidad a través de la mejora de la fertilidad en inseminación artificial, se ha puesto en marcha el Grupo Operativo (GO) Ovimprove: ‘Mejora de la fertilidad de la inseminación artificial, la competitividad y la bioseguridad de las ganaderías de ovino Manchego en Castilla-La Mancha’, según publica la revista Consorcio Manchego.

En este proyecto participan la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Ovino Selecto de Raza Manchega (Agrama), la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (Iriaf-Cersyra), la Fundación CRDOP Queso Manchego y la Fundación CRIGP Cordero Manchego.

Los objetivos del GO Ovimprove son los siguientes:

1. Mejorar la conservación de las dosis seminales durante el transporte a las granjas.
2. Monitorizar la calidad y fertilidad de las dosis seminales con relación al tiempo de transporte experimentado.
3. Mejorar los tratamientos de sincronización.
4. Mejorar la elección de reproductores según su valor genético.
5. Diseñar y testar un programa piloto en materia de bioseguridad y establecer las recomendaciones oportunas.
6. Identificar, medir y valorar el impacto económico de la innovación.

Rebaño de raza ovina Manchega.

Los resultados esperables como consecuencia de la aplicación del GO Ovimprove podrían proporcionar una mejora del rendimiento económico en las explotaciones ganaderas que las hará más competitivas, evitando el abandono de la actividad, promoviendo el relevo generacional, así como la incorporación de jóvenes a la ganadería.

La mejora de los índices de fertilidad obtenidos con la inseminación artificial, en valores cercanos al 45-50%, además del impacto directo que supone el incremento del mérito genético, se traduce en un aumento de la producción de leche (y de la rentabilidad económica).

Las actuaciones en materia de bioseguridad asegurarán explotaciones más sostenibles medioambientalmente, con la prevención de enfermedades, reducción de uso de antibióticos, etc. Además, la búsqueda y selección de reproductores de mayor potencial genético, contribuirá a una gestión más eficiente de los recursos disponibles.