La producción de tomates Long Life se encuentra intimamente ligada a las especiales características climáticas y físicas del Levante almeriense, altamente exigentes, obteniendo unos frutos compactos, densos y muy dulces.
Su color es más rojo y brillante, y su consistencia, textura y maduración facilita el transporte y la manipulación para llegar satisfactoriamente a los clientes.