Diseñar estrategias regionales sostenibles para el impulso de la comercialización de productos agrarios en circuito corto (entendida como la venta en un entorno de proximidad, a través de la relación directa entre productor y consumidor) es la finalidad de un proyecto en el que colabora Aragón, junto con País Vasco y Navarra. Asimismo, también busca apoyar la puesta en marcha de pequeñas experiencias innovadoras de venta directa. La iniciativa, que en Aragón se desarrolla a través de la Sociedad de Infraestructuras Rurales Aragonesas (
Sirasa), se enmarca en el apartado de proyectos innovadores de comunidades autónomas de la Red Rural Nacional.
Desde Sirasa recuerdan que la relación directa entre productor y consumidor, mejora las rentas de los agricultores y ganaderos, favorece el desarrollo de la economía local y reduce los costes ambientales (procedentes del envasado y del transporte). Asimismo, se señala que da respuesta a las nuevas tendencias en el consumo, “por las que el consumidor valora cada vez más y otorga mayor confianza a los productos que le llegan directamente desde el productor. Lo que, a su vez, brinda nuevas oportunidades de mercado para los productores de las zonas rurales”, comenta el director del Departamento de Servicios de Agricultura de Sirasa, Silvio Dellepiane.
Así, entre los objetivos concretos de esta experiencia, se busca conocer y valorar la situación actual en este ámbito, así como establecer el potencial de crecimiento de la comercialización en las comunidades autónomas participantes. También se quiere definir una estrategia de crecimiento sostenible para la oferta y la demanda de productos en circuito corto, así como aumentar la sensibilización y el conocimiento de los consumidores.