Expocitfresa fue el marco adecuado para lanzar al mercado el robot cosechador de fresas que la joven empresa onubense Agrobot ya presentó en Agrocosta hace unos meses. Una de las sesiones profesionales paralelas a la muestra estuvo centrada en una demostración práctica de la misma, que según Juan Bravo, gerente de Agrobot, “va a permitir a los agricultores onubenses de la fresa avanzar en el imparable proceso de mecanización del campo”. Dicho robot, que ya se encuentra en el mercado y cuyo precio oscila, según las prestaciones, entre los 100.000 y los 200.000 euros, “permitirá ahorrar un 50% de los costes de producción, por lo que en dos campañas podría estar amortizado”. Entre sus características destaca que recolecta unas 10 hectáreas de superficie plantada de fresa cada tres días a través de los 24 ó 36 brazos recolectores de los que está dotado y que varían en función de la anchura y separación de los caballones; que la fresa sale ya manipulada y envasada, por lo que se ahorran procesos de almacén y la fruta puede llegar en menos tiempo y con más calidad al consumidor final; los 9 operarios que necesita para su correcto manejo; sus dimensiones de 7 metros de largo por 2,5 de ancho y 2,20 de alto; o finalmente sus 25 caballos de potencia.
Según Bravo, gran parte del ahorro que se produce con este robot viene dado “porque mientras el precio de los jornales crece cada año; así como la necesidad de su implantación en los campos onubenses porque en un periodo de unos 7 u 8 años, nuestros agricultores cada vez van a tener más dificultades para encontrar mano de obra cualificada para la recolección manual de la fresa”.
En Expocitfresa, otro de los puntos fuertes fue una ponencia sobre la situación actual de la huella de carbono en los productos agrícolas, protagonizada por el gerente de Freshuelva, Rafael Domínguez, y por la técnica de Unidad de Cambio Climático de Egmasa, Rocío Rodríguez.
La feria también estuvo marcada por actividades como el encuentro empresarial transfronterizo mantenido entre empresarios de Huelva y del Alentejo portugués, o por la Feria del Conocimiento que organizó la Cámara de Comercio, en un intento de favorecer la transferencia tecnológica y la difusión del conocimiento entre agentes del conocimiento y el sector empresarial.
