La UE obligará a etiquetar los alimentos con datos sobre grasa, sal y azúcar
17/12/2010
17 de diciembre de 2010
Los ministros europeos de Sanidad y Consumo aprobaron el pasado 7 de diciembre un nuevo etiquetado obligatorio para alimentos que tendrá que detallar de forma clara y legible el contenido energético, carbohidratos (incluido el azúcar), grasas, grasas saturadas, sal y proteínas por cada 100 gramos o 100 mililitros.
La legislación sobre etiquetado de alimentos no se aplicará finalmente al vino, la cerveza, los licores y las bebidas alcohólicas aromatizadas. Se atienden así las exigencias de países como España, Francia, Italia, Alemania, Portugal, Grecia, Bulgaria, Austria, Chipre y Rumanía, que desde el inicio de las negociaciones solicitaron que el vino quedara fuera de la norma.
El objetivo de la iniciativa es dar a los consumidores una mayor información que les permita optar por una dieta saludable y contribuir así a la lucha contra la obesidad. Los Veintisiete superaron con creces la mayoría cualificada necesaria para aprobar el proyecto de reglamento. El acuerdo político para la nueva normativa se alcanza tras casi tres años de negociaciones.
La Eurocámara que ya se pronunció al respecto en junio tendrá que ratificar ahora el nuevo sistema de etiquetado antes de que entre en vigor. Los países tienen entre tres y cinco años para aplicar el nuevo etiquetado, con lo que es probable que no sea efectivo hasta 2013 ó 2014.
El reglamento obliga a detallar en el envase el contenido de energía, grasas, grasas saturadas, carbohidratos –con referencia específica a los azúcares–, proteínas y sal por 100 mililitro o 100 gramos, aunque también puede indicarse como porcentaje de la cantidad diaria recomendada. Pero se deja a la industria elegir otras formas de presentación, siempre que sean claras y no induzcan a confusión.
Estos datos deberán ser legibles, con un tamaño de letra de 1,2 milímetros por lo menos (frente a los tres milímetros que había propuesto Bruselas), aunque se contemplan excepciones para los envases pequeños. Se podrá añadir información adicional voluntaria sobre cuestiones como nivel de colesterol o fibra.
Para el vino, cerveza y licores, la Comisión presentará un informe dentro de 5 años y decidirá entonces si es necesario incluirlos en la norma sobre el etiquetado.
Los alimentos no envasados también quedan exentos de la obligación de declaración nutricional, a menos que el Estado miembro en cuestión decida lo contrario.
Otro de los objetivos de esa norma es proporcionar una mayor protección contra los alérgenos. Para ello, pide que se etiqueten todos los alimentos que contengan sustancias alergénicas (como cacahuetes, leche, mostaza o pescado) o que se indique claramente la presencia del alérgeno de otra forma.
Como ocurre en la actualidad, la nueva norma establece que los fabricantes pueden escoger voluntariamente si mencionan o no en el etiquetado el país de origen o el lugar de procedencia de los alimentos.
No obstante, la obligación actual de hacer figurar el país de origen en la etiqueta en la carne de vaca y ternera se extenderá a otro tipo de carnes (cerdo, cordero y ave). Además, Bruselas deberá presentar en tres años un informe de impacto sobre la posibilidad de obligar también a indicar el lugar de origen en otros productos (leche, leche utilizada como ingrediente, carne utilizada como ingrediente, alimentos no transformados o productos hechos con un solo ingrediente).