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“Nuestra fruta de hueso es tremendamente competitiva, tanto en costes como en calidad”

Entrevista a Manel Simon, director general de Afrucat

David Pozo24/06/2021

El sector de la fruta de hueso se enfrenta este año a la que puede ser la peor campaña del último cuarto de siglo. El motivo fundamental es el climatológico. Las fuertes heladas primaverales en toda Europa provocaron daños que truncaron buena parte de la producción. Pero más allá de la actual campaña y su posible afectación en los mercados, analizamos con Manel Simón, director general de la patronal catalana de la fruta, los retos a los que se enfrenta uno de los sectores en el que nuestro país es referente en calidad a nivel mundial.

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Lo últimos datos cifran en un descenso del 9% la producción española de fruta de hueso este año y un 19% respecto a la media de los últimos cinco años. ¿Se trata de un cúmulo de factores que también han afectado, y en algunos casos más aún, al resto de países productores europeos?

Sí, una nueva reducción de la producción española y europea marcada por las fuertes heladas primaverales. A nivel europeo también se trata del segundo año consecutivo de afectación de fuertes y contundentes heladas. Este verano se recolectarán un -36% de melocotones y nectarinas en Europa, -46% en Italia, -47% en Grecia y -42% en Francia. La peor producción de los últimos 25/30 años.

En Cataluña en concreto, las heladas de los días 22 y 23 de marzo truncaron una producción, que tesón del nivel de floración hubiera sido importante. En concreto nos obligó a recortar un -11% respecto la producción del verano 2020, que ya fue muy baja. En comparación a la media de los últimos 5 años, la producción de este verano 2021 será de un -34% inferior, y respecto a nuestro potencial, un -43%.

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Con esta campaña ya son 2 las reducciones productivas a causa del granizo o las heladas. Por esta razón deberemos potenciar los sistemas de protección de cultivos para asegurar y normalizar nuestras cosechas.

A nivel cualitativo debemos saber que Cataluña, y especialmente Lleida, tiene una condición edafoclimática ideal para estos cultivos. Las horas de frío necesarias hibernales (donde debemos tener en cuenta nuestras nieblas) se cubren de sobras, y así se garantiza una buena sanidad de nuestros árboles, un buen nivel productivo, y una consistencia de nuestros productos. Por otro lado, el momento de precocidad de nuestros productos, junto con las altas temperaturas de verano, hacen aumentar los azúcares en nuestros melocotones y nectarinas, de una forma envidiable a nivel europeo. Estamos en la cuna de la fruta dulce, y este año no lo va a ser menos. Una menor producción va a ir en favor del nivel de calidad organoléptica de nuestros productos. Os invito a degustar alguna nectarina R’s, o una Bigtop, un melocotón plano en julio o agosto, El ‘momentum’ de la fruta de hueso.

Se presenta un verano con falta generalizada de producto, y por tanto vislumbramos una comercialización fluida, selección de mercados y clientes, y, por supuesto, esperamos que con precios correctos. Pero otra cosa serán los resultados. Cada empresa y agricultor, dependiendo de su nivel productivo, los precios y los seguros, deberán hacer el balance a final de verano. Trabajaremos para que sea positivo. Es nuestra obligación.

¿A qué se debe que se haya frenado de manera tan importante el ritmo de plantación en la mayoría de países productores europeos?

Evidentemente las razones son de mercado. Ya en el año 2011, marcado por la crisis alimentaria del E.Coli, nuestro país, y también nuestro sector, padeció comercialmente una retracción de la demanda por motivos externos. En este caso de alarma sanitaria ajena a nuestra fruta. Tres años más tarde, en 2014, se cierra unilateralmente y por motivos políticos uno de los mercados que estuvimos construyendo durante más de 10 años, Rusia. Un mercado que a golpe de inversión en exportación se convirtió en uno de nuestros destinos exportadores más importantes para la fruta de hueso (melocotón y nectarina). De la noche al día se cierra y el mercado se reduce, se concentra la oferta en el resto de mercados (principalmente Europa) y la presión a los precios se hace insostenible, en un producto de flujo tenso, rápido, y con vida limitada logísticamente hablando.

Con el cierre de Rusia a partir del 2014 se incrementan las ventas a golpe de sobreoferta en el resto de mercados, mientras buscamos ampliar nuestros destinos exportadores, muy limitados por la fragilidad logística del producto. Evidentemente, a partir del año 2014 y 2015, la comercialización de “campañas productivas plenas” se hace muy compleja y, en algunos años y para algunas zonas, no rentable. Ésta es la principal razón del retroceso en las plantaciones de melocotón y nectarina en toda Europa, pero principalmente en Italia y España.

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¿Qué pasos ha de seguir el sector para conseguir un precio justo para nuestra producción?

Sin lugar a dudas debemos conseguir un ‘nuevo’ equilibrio oferta-demanda. Y aunque podemos elucubrar sesudamente con diversas opciones, de forma simplista esto tiene tres posibilidades de plan de actuación:

a) Aumento del consumo, y esto es lento y requiere de esfuerzos en inversión organizada.

b) Aumento de los destinos exportadores, también en línea a ampliar la demanda, pero debemos tener en cuenta el radio máximo de distribución comercial de nuestro producto “muy perecedero” y mal amigo de las cámaras de frio largas,

c) Reducción de la oferta. Rigurosa medida, pero la más rápida en conseguir el objetivo. Sin duda no es fácil poner esta opción sobre la mesa, pero los agricultores y empresarios si pierden dinero no se lo piensan y arrancan.

En concreto, en Cataluña ya apostamos, sector y administración, por un plan de arrancadas programado que ha supuesto, junto con la fuerte deceleración de las nuevas plantaciones, una reducción en nuestra superficie productiva. Evidentemente el plan ha sido enfocado a variedades más obsoletas, menos productivas y no rentables en la nueva situación comercial actual. Estos planes deberían haberse impulsado en todos los países, y al no hacerlo se ha impuesto una decisión lógica-empresarial de los mismos productores. El resultado es una reducción de plantaciones en el resto de España, especialmente en Extremadura, y también en Italia.

¿Se puede decir que al sector de la fruta de hueso le quedan más deberes a hacer que a la fruta de pepita?

Por supuesto que no. En todos los subsectores y sectores hay deberes y retos por delante ante una situación climática, productiva y comercial cambiantes.

La fruta de pepita (manzanas y peras) tiene por delante retos importantes de reestructuración productiva para ser más competitivos. Retos en la conservación y de reposicionamiento comercial, entre otros destinos, en nuestro país. La batalla contra las importaciones en España viene de lejos y harán falta años aún para poder darle la vuelta, pero estamos en ello.

En cambio, en fruta de hueso no tenemos competencia en nuestro país. La importación no entra, y entre otras cosas, por que somos tremendamente competitivos en costes y también en calidad. En cambio, la fuerte estacionalidad de nuestros melocotones y nectarinas (debes vender en verano sí o sí) aporta connotaciones singulares y de flujo tenso que no se encuentran en la “pepita” por su larga conservación. Pero estamos trabajando en ello, la información clara y fluida de las situaciones de mercado deben ayudarnos a ser aún más rápidos en tomar decisiones, a veces duras, pero no podemos seguir perdiendo dinero. Hace falta reequilibrar ya. Por otro lado, tenemos una situación edafoclimática óptima para la fruta de hueso. Dicho de otra forma, no hace falta forzar la naturaleza, el producto de calidad se adapta muy bien a nuestra zona y esto será la base para fidelizar, con calidad, a nuestros clientes y consumidores, por delante de otras zonas productivas no tan óptimas.

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¿Cómo ha afectado la pandemia a la exportación de la fruta de hueso española?

La pandemia nos afectó, sin duda, en la comercialización del verano de 2020. Inversiones en prevención, nervios, falta de personal, más nervios. Pero podemos decir que el balance fue positivo. La pandemia confinó a muchas personas, cerró ciertos canales, pero potenció el consumo saludable y nuestras vías ordinarias de comercialización, como por ejemplo los supermercados. El verano 2020 estuvo marcado por una fuerte reducción de la oferta debido también a las heladas y el granizo, y junto a la fuerte demanda de los mercados se propició una situación de mucha fluidez, y como consecuencia unos precios de venta correctos. En general una buena campaña comercialmente hablando, evidentemente si tenías suficiente producción.

¿Se ha normalizado el intercambio comercial con Gran Bretaña tras el Brexit?

Digamos que no se perdió nunca la normalidad. Del 100% de las importaciones de melocotones y nectarinas que se realizan desde Gran Bretaña, el 93% son españolas. Es decir, partíamos de un fuerte posicionamiento en Inglaterra a golpe de calidad, garantía y capacidad de suministro y alta competitividad de nuestro sistema productivo. Éste era un gran punto de partida, freno de cualquier especulación comercial o arancelaria, pues, sin duda, éramos, somos y seremos el principal socio comercial.

Tras el Brexit, sin aranceles por medio (hasta el momento), sin ‘extrarequisitios’ sanitarios (también hasta el momento), lo único que ha supuesto es más burocracia y el miedo a posibles devaluaciones de la libra, que sí que nos afectarían en los intercambios de moneda.

Por lo tanto, normalidad hasta la próxima etapa. Esto no ha acabado, parece.

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¿Qué nuevos mercados se están abriendo en los últimos años para la fruta de hueso catalana y española?

Como bien sabemos, los melocotones y nectarinas son frutas delicadas. Frutos de rápida comercialización y con poco margen de maniobra, en muchos casos, ante la frigoconservación. Recolección, enfriamiento, confección y venta rápida. Ésta debe ser la rutina de nuestros productos para no pecar en calidad. Y evidentemente esto condiciona y mucho el radio máximo logístico. Por otro lado, debemos pensar en Europa como nuestro principal cliente y aliado, por proximidad, por poder adquisitivo y por hábito de consumo. De todas formas, mercados como Sudamérica, Canadá o el Próximo Oriente se están trabajando de forma constante, todo y que con cautela.

Hay organizaciones profesionales que han pedido la creación de una Interprofesional para la fruta de hueso española. ¿Qué opinan desde Afrucat al respecto?

Todas las actuaciones que ayuden a vertebrar acciones eficaces pueden aportar valor, si se hacen bien. Desde nuestra organización creemos en la vertebración ‘gota de aceite’, es decir, desde la proximidad y desde los territorios. Es muy importante organizar y vertebrar primero los territorios productivos, diversos y dispares en el territorio español. Debemos tener organizaciones fuertes y unidas por cuencas o regiones, que ayuden a las empresas y agricultores a decidir mejor, que aporten criterio y visión. Solamente vertebrando desde la base los proyectos se construyen sólidos, con fundamento y con visión a largo plazo.

Insisto todo puede aportar, pero para hacer eficiente el aprovechamiento posterior de los recursos y las acciones los sectores deben estar bien organizados desde la base, desde la proximidad. Por esos las circunscripciones económicas y la promoción de las AOP’s son otra de las herramientas indispensables que pueden hacer sostenible el viaje. En ello estamos trabajando en Cataluña.

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