La DOP ‘Peras de Rincón de Soto’ y la SAT ‘Valle de Rincón’ ultiman el proyecto europeo ‘Fruitgrading’
7 de octubre de 2014

Facilitar a los productores una solución novedosa y de bajo coste de clasificación de diferentes tipos de frutas (peras, melocotones, nectarinas, manzanas y kivis) según su grado de calidad es el objetivo del proyecto de innovación ‘Fruitgrading’ en el que se implicaron hace dos años la DOP ‘Peras de Rincón de Soto’ y la SAT ‘Frutas y Verduras Valle de Rincón’ con el fin de adaptarse mejor a las demandas del consumidor europeo. El proyecto cuenta con una financiación europea de 1,5 millones de euros.
El consorcio impulsor de la investigación financiada a través del 7º Programa Marco de la Unión Europea, que integra al centro de investigación catalán Aktenea Solutions y a otros 8 socios procedentes de Portugal, Francia, Gran Bretaña, Irlanda, y Polonia, ha celebrado hoy en Rincón de Soto una reunión de trabajo sobre el avance del proyecto que finalizará en diciembre de este año. En el encuentro ha participado la directora de Investigación y Desarrollo Rural, María Martín, junto con los presidentes de la DOP ‘Peras de Rincón de Soto’, Eduardo Pérez, y de la SAT ‘Valle de Rincón’, Adolfo Nájera.
María Martín ha felicitado a las asociaciones, centros, y entidades vinculadas al sector frutícola que han unido esfuerzos para avanzar en la consecución de un sistema de clasificación de fruta basado en la evaluación de la calidad interna. “Esta tecnología optimizará la selección de frutas de acuerdo con su calidad y, sobre todo, con sus características internas; de manera que los productores podrán identificar el producto de más alta calidad garantizando al consumidor una fruta ‘premium’ al mejor precio”.
Las centrales hortícolas, en general, clasifican la fruta de una forma automática en base a sus características morfológicas y físicas (tamaño, forma y peso), y a su apariencia externa (color, presencia de manchas o defectos visibles en superficie...) para establecer diferentes categorías optimizando el valor total de la producción y ofreciendo distintas calidades. Sin embargo, estos parámetros no reflejan en su totalidad la calidad del producto, que exige otras propiedades organolépticas (sabor y aroma), valor nutritivo, estado de maduración, constitución química o propiedades mecánicas y funcionales.
Esto hace, ha indicado Martín, que “los métodos tradicionales de clasificación de la fruta resulten muy limitados para la clasificación de la fruta acorde a criterios de calidad cercanos a los percibidos por los consumidores europeos”.