La IGP Ajo Morado de Las Pedroñeras promociona su producto a través de una cata
30 de julio de 2013
La Indicación Geográfica Protegida, IGP Ajo Morado de Las Pedroñeras ha sido la promotora de la Cata comentada de Ajo Morado de Las Pedroñeras que este domingo se ha celebrado en el marco de la XLI Feria Internacional del Ajo que se desarrolla en esta localidad conquense.
Continuar con la labor de promoción del Ajo Morado y formar al consumidor para que distinga la calidad de este producto frente a otros, son los objetivos que se han marcado desde la IGP. Su director técnico, Juan Martínez, ha destacado la novedad de esta actividad, ya que es la primera vez que se realiza una cata demostración de estascaracterísticas en Las Pedroñeras. El Ajo Morado de Las Pedroñeras forma parte desde el pasado año del elenco de productos agroalimentarios castellano-manchegos que se premian en el concurso Gran Selección que anualmente organiza la Junta.
La marca de calidad referente a nivel internacional en el sector del ajo, ha contado para este acto con la colaboración de la Universidad de Castilla-La Mancha. Manuel Ángel Gómez, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos por la Universidad de Castilla La Mancha, ha sido el encargado de dirigir la cata.
Gómez ha puesto en valor las propiedades del Ajo Morado y ha señalado que el fin último de esta cata es que los consumidores sepan diferenciar las distintas variedades de ajo que se producen. Así, se han analizado tres tipos de ajos: Ajo Morado de Las Pedroñeras, ajo blanco y ajo chino.
El Ajo Morado posee unas cualidades únicas y una calidad indiscutible, que le han valido el reconocimiento como Indicación Geográfica Protegida (IGP). Su intenso aroma y su alto contenido en alicina, le han convertido en un producto imprescindible en la cocina. Su tamaño es menor que el del ajo blanco o el chino, y cuenta con menos dientes, entre ocho y diez. Además, su aroma y sabor son más intensos.
Tras una explicación detallada de las propiedades del Ajo Morado de Las Pedroñeras, los asistentes han sido partícipes de la cata. Ésta, se ha dividido en tres fases: visual, olfativa y gustativa. Primero se ha analizado con detalle el aspecto exterior de los ajos, su tamaño y la forma de sus dientes; luego sus aromas, y por último su sabor.
El doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos ha destacado que se trata de un proceso sencillo, que no requiere de unos conocimientos avanzados para el consumidor. “Se trata de un proceso fácil. Catadores somos todos cuando vamos al supermercado, probamos un producto, y vemos si nos produce agrado o rechazo. En el caso del ajo es lo mismo”, apuntaba.