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Biocultura, la gran cita del producto ecológico, a punto de abrir sus puertas en Madrid

05/11/2012

5 de noviembre de 2012

BioCultura está ya ultimando los últimos retoques. La gran cita de la feria que es toda una referencia en el arco mediterráneo es del 8 al 11 de este mes de noviembre en Madrid, en Ifema. En esta edición, la feria ha crecido un 6% tanto en número de expositores como en metros: un desafío y un ejemplo a seguir por esos sectores económicos que siguen mirando al pasado en vez de al futuro.

Ángeles Parra, directora de BioCultura, comenta: “Es escandaloso la forma en que la clase política, sea del color que sea, vive por completo ajena al mundo real y a su economía. Bueno, no sólo la clase política: también los banqueros, los top managers de muchas transnacionales y muchos de los articulistas de este país (pertenezcan al grupo mediático/ideológico que pertenezcan).

El sector agroalimentario ecológico no ha hecho sino crecer desde que emergió de la nada, allá a finales de los 70 y principios de los 80. Su crecimiento ha sido, desde mediados de los 90 y hasta el principio de la crisis, del 20 al 25%. En época de vacas flacas, la ascensión se ha dado a un ritmo menor, entre el 10 y el 12%. Los datos ministeriales a este respecto son claros y definitorios. Por poner un ejemplo: los beneficios empresariales tienen una facturación en el caso de todos los productos ecológicos certificados que crece un 11,7% anual, frente a la caída del 0,9% para los productos convencionales. Que un sector no sólo se mantenga, sino que crezca, y a esos niveles, no sólo es una alegría, sino que es verdaderamente un auténtico milagro. Pero no nos engañemos. Hay mucha gente que viene trabajando desde hace mucho tiempo, y con mucho ahínco, para que esto sea así. No es flor de un día. Y esa gente ha trabajado siempre sin ningún apoyo institucional, a contracorriente. Esto no se ha conseguido gracias a la clase política española, sea del color que sea, sino 'a pesar suyo'”.

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Parra también asevera: “Mientras el sector 'bio' no cesa de superarse a sí mismo, nuestros políticos, los de uno y otro lado, los de aquí y los de allí, los estatales y los autonómicos, siempre han mirado a otra parte. Mientras la economía convencional se desmorona, la clase política opta por seguir ayudando a los que viven en el pasado. En vez de apostar, claramente y sin fisuras, por aquellos sectores que, con el eje medioambiental como centro, saben mirar hacia el futuro y crear fórmulas y tendencias factibles, duraderas, con mercado. BioCultura es el reflejo de toda esa gente que, sin ninguna ayuda, sin ningún apoyo, han sabido crear un mundo 'eco-nómico' real, tangible, verdadero, que hoy es un ejemplo para los que se reían de nosotros, para los que no tomaban por 'cuatro hippies iluminados'. Pero la clase política sigue mirando a ninguna parte. Quizás porque ya no saben qué hacer para que no se les vea el plumero. En todo el resto de Europa, continente al que tanto apelan los políticos patrios, sea cual sea su consigna, la agricultura ecológica nunca ha sido un proyecto de izquierdas o de derechas, sino de Estado. Todos los políticos europeos han votado siempre a favor de leyes que garantizaran un apoyo a los sectores 'bio' y que pusieran trabas al auge de transgénicos o a los diferentes fraudes alimentarios. Por eso los mercados 'bio' alemán, italiano, británico, danés, francés son lo que son. Y aquí, 'España is diferent', pero, a pesar de todo, resistimos y crecemos”.